31 de diciembre de 2020

MALVINAS: INICIAN ACCIONES LEGALES EN LONDRES PARA RECUPERAR UN “TROFEO DE GUERRA”

 

Por Daniel Gigena

 

Edgardo Esteban, director del Museo Malvinas y veterano de la guerra de Malvinas 

El abogado argentino y solicitor de Inglaterra y Gales Federico Cincotta (1977) inició acciones legales en Londres para recuperar el documento militar de Edgardo Esteban, veterano de la guerra de Malvinas y director del Museo Malvinas desde inicios de 2020. En diálogo con LA NACION, indicó que, para su estudio, Cincotta International Advisory Firm, era “un honor” ayudar a Esteban a recuperar su documento militar, que desde mediados de julio había sido ofertado en la plataforma de comercio electrónico eBay. El comprador de ese lote, en el que se incluían fotografías de Esteban y sus compañeros, y medallas de un integrante de la Marina británica, pagó 1750 libras esterlinas y fue identificado como “Harry Pitt 69″. 

“No sabemos si es un seudónimo -dijo Cincotta esta mañana-. Intenté comunicarme con él luego de registrarme en eBay, pero no obtuve respuesta. Entonces, envié una carta a la casa de subastas Dix Noonan Web (DNW), que era la que había ofertado el lote”. Según lo establecido por la Convención de Viena, que tanto el Reino Unido como la Argentina han firmado, está expresamente prohibido que los integrantes de un ejército se apropien de objetos de los prisioneros de guerra.  

Medallas, fotografías y documentos de Edgardo Esteban integraban el lote subastado en eBay 

La casa de subastas se comprometió a colaborar en forma activa en la recuperación del documento militar del actual director del Museo Malvinas. “En parte, porque saben que es muy mala publicidad para ellos”, indicó el solicitor argentino, que en su carta tuvo que poner entre paréntesis el nombre que los británicos dan a las islas Malvinas. Días atrás, medios periodísticos británicos, como el Daily Mail y la agencia de noticias Merco Press, dieron a conocer el caso. “Falkland’s veteran left ‘in tears’ after discovering his ‘stolen’ wartime identity documents have been sold at auction for £1,750″, tituló el Daily Mail. El uso irónico de las comillas no es un recurso exclusivo de la prensa argentina. 

La carta que envió el abogado argentino residente en Londres a DNW se denomina letter before action, y se envía antes de realizar la denuncia a la policía, que luego debe elevar el caso al fiscal hasta llegar a la corte. Cincotta se mostró optimista. “Aunque no sabemos si ‘Harry Pitt 69′ vendió el documento a un tercero, creo que la casa de subastas va a entregar el documento”, dijo. Representantes de DNW se comunicaron por teléfono con el estudio de Cincotta, que contó con la colaboración, en Londres, de Jonathan Gould (barrister de Blackfriars Chambers) y del abogado y profesor Damián Loretti, desde Buenos Aires. “Cuando estalló la guerra, yo recién empezaba la escuela primaria”, reveló el abogado argentino, que en estos días vio con su familia la temporada 4 de la serie The Crown, donde el conflicto bélico del Atlántico Sur que se desarrolló entre abril y junio de 1982, y que tantas vidas costó, forma parte de la trama. 

“Hacer la gestión con un abogado en el Reino Unido me permitirá recuperar el documento sin tener que pagar, porque es algo que me pertenece, que es mío, y que no corresponde que haya sido rematado en dos oportunidades -dijo Esteban al ser consultado por LA NACION-. Hay cierta buena predisposición de los subastadores, pero más allá de eso quiero que me devuelvan el documento. Si no hay una respuesta inmediata, haremos la denuncia en la policía y la Justicia”. Aunque están al tanto de esta negociación, el funcionario prefiere que ni la Cancillería ni la embajada argentina en Londres intervengan en el asunto. Cincotta, por su parte, anticipó que el desenlace del caso del “trofeo de guerra” rematado en eBay podría darse en los primeros días de 2021.

 

Fuente: https://www.lanacion.com.ar

28 de diciembre de 2020

COMBATIÓ EN MALVINAS, FUE RESCATADO EN UNA BALSA, AÑOS DESPUÉS CONOCIÓ LA MÚSICA DE LOS BEATLES Y TERMINÓ EN UNA OBRA DE TEATRO

 

Rubén Otero era parte de la tripulación del crucero General Belgrano hundido por un submarino inglés el 2 de mayo de 1982. Años después del conflicto, lo invitaron a tocar en una banda tributo a los Beatles. Muchos años después, lo invitaron a formar parte del elenco de una obra sobre Malvinas, Campo Minado, y recorrió el mundo contando su historia 

Por Joaquín Sánchez Mariño

Rubén Otero nunca llegó a Malvinas: participó del hundimiento del crucero General Belgrano y estuvo 41 horas arriba de una balsa esperando el rescate 

-4.01. Siento un estruendo como si el crucero hubiese chocado contra una montaña. Se apagan las luces. Busco mi salvavidas, voy hacia la cubierta principal. El buque está inclinado, y como está cubierto de petróleo, es imposible caminar. Pero tengo que llegar a mi balsa agarrándome de donde pueda. Entonces llega la última orden: abandonen el Belgrano… Bueno, así lo cuento en la obra, pero ahora te lo voy a decir como tiene que ser. 

Rubén Otero está sentado frente a la computadora. Las paredes que se ven detrás suyo están cubiertas de goma espuma gris, la que se usa para contener el sonido. Se ven algunos instrumentos de fondo y Rubén -58 años, veterano de Malvinas y uno de los protagonistas de Campo Minado, la obra de Lola Arias- explica que está conectado desde su sala de ensayo personal. Es que una de sus grandes pasiones es tocar la batería, y aunque cuando cuenta su historia todos le preguntan por la guerra, a veces él también piensa en la música. 

Y no en cualquier música, porque si bien en la adolescencia era fanático del rock nacional, desde mediados de los noventa toca casi exclusivamente canciones de la banda inglesa más famosa de todos los tiempos: los Beatles. Es que Rubén es uno de los integrantes del grupo tributo Get Back, y aunque suene paradójico haber peleado en Malvinas y dedicarse, años después, a tocar música inglesa, la verdad es que es una paradoja falsa. 

Después de casi un año sin presentarse en vivo por la pandemia, el trío Get Back, con Rubén en la batería, volvió a tocar en un bar. Completan la banda Sergio Fernández en guitarra y voz, y Carlos Chiavetto en bajo y voz (Gustavo Gavotti) 

“La música de los Beatles y Malvinas son cosas que llevo dentro de manera separada. No porque yo toque música de los Beatles estoy a favor de los ingleses, por supuesto que no. Incluso mis compañeros ingleses de la obra lo saben bien. Para los argentinos las Malvinas son argentinas desde el primer día, y la música es una cosa internacional”, dice.  

-¿Te han hecho reproches de por qué siendo ex combatiente de Malvinas tocás música inglesa? 

-Sí, me lo han dicho algunas veces en algún escenario. Antes de la pandemia con Get Back tocábamos mucho en una feria que se llama Feria de las Colectividades, que va por todo el conurbano bonaerense, y en alguno de esos shows alguno me dijo: “¿Cómo sos ex combatiente y tocás música de los Beatles?”. Y bueno… En el momento uno tiene que ponerse en el rol de artista y tratar de ignorarlo, uno no puede estar dando explicaciones a cualquiera en cualquier momento. Entonces hago como que no lo escucho. 

-¿Y otros veteranos te han dicho algo? 

-Sí, también me han preguntado. Pero ahí lo explico, porque siento que ellos sí tienen el derecho a saber, porque son mis compañeros y les debo una explicación. Algunos lo entienden y otros no, y algunos incluso me vienen a ver y me felicitan. 

-¿Cuándo te encontraste con la música? 

-La música la vivo desde que iba a la primaria. Yo tengo dos hermanos mayores, y al del medio siempre le gustó tocar la batería. Y cuando él era adolescente yo era muy chico, y compró una batería, y estaba en nuestra habitación. Él se iba a trabajar, yo volvía de la escuela y me sentaba a tocar. Y a partir de ese momento no me pude despegar más. 

Enero de 1982. Rubén Otero descansa en tierra firme en Ushuaia con el crucero General Belgrano de fondo 

La batería, o más bien Rubén sentado a la batería es una de las escenas más impactantes de Campo Minado. Se trata de una obra teatral que recupera la historia real de seis ex combatientes de Malvinas, tres argentinos y tres ingleses. Los mismos veteranos son quienes protagonizan la obra, que ya lleva muchos años de gira por el mundo. Allí Rubén cuenta su historia a bordo del Crucero General Belgrano, hundido el 2 de mayo de 1983 por un torpedo inglés lanzado desde un submarino, mientras el buque se encontraba por fuera de la zona de exclusión. De los 1093 tripulantes que había a bordo, 323 argentinos resultaron muertos (casi la mitad de las bajas argentinas en el conflicto) y 770 fueron rescatados. Entre los sobrevivientes estaba Rubén. 

-¿Cuándo empieza tu historia con Malvinas? 

-Bueno, yo técnicamente no fui nunca a Malvinas, es decir, jamás pisé las islas, no las conozco. Yo entré en la Marina como colimba en octubre de 1981. Hice dos meses de instrucción en Puerto Belgrano y después me tocó el Crucero Belgrano como destino. Y ahí fui: el primero de diciembre de 1981 me sumé a la tripulación. A partir de ahí pasé a ser de la dotación permanente. El 2 de abril de 1982 pasa lo de Malvinas y tenemos que arrancar para el sur, primero a hacer un chequeo técnico del crucero y si estaba todo bien para entrar en combate, seguíamos viaje. El 16 de abril entonces zarpamos para Malvinas. Bah, más bien para el sur. Fuimos a Ushuaia y desde ahí nos movíamos. Estábamos fondeados abajo de la Isla de los Estados. 

-¿Cómo fue que partieron para la misión que deparó en el hundimiento? 

-El 1 de mayo a la mañana ya estábamos navegando rumbo a la flota inglesa en Malvinas (aunque yo de esto me enteré después, porque en ese momento solo cumplíamos órdenes sin saber los planes). Íbamos a hacer un ataque en pinzas a la flota inglesa, ese era el plan. Y el 2 de mayo a la madrugada recibimos la orden de dar la vuelta y navegar rumbo al continente porque no estaban dadas las condiciones climáticas. Entonces se abortó la misión y cambiamos de rumbo para esperar las nuevas órdenes. Y a las cuatro de la tarde, mientras volvíamos, fue que recibimos los dos torpedos del submarino inglés. 

A bordo del General Belgrano navegando por el canal de Beagle. Rubén tenía solo 19 años y había sido reclutado apenas unos meses antes 

-Eso lo contás en la obra… ¿no? 

-Sí: 4.01. Siento un estruendo como si el crucero hubiese chocado contra una montaña. Se apagan las luces. Busco mi salvavidas, voy hacia la cubierta principal. El buque está inclinado, y como está cubierto de petróleo, es imposible caminar. Pero tengo que llegar a mi balsa agarrándome de donde pueda… Así lo cuento en la obra, pero ahora te lo voy a decir como tiene que ser. 

-¿Cómo fue? 

-Yo estaba en el comedor y tenía que ir a tomar la guardia a proa, al cuarto de agua dulce. Salí del comedor, y cuando iba por el pasillo me crucé con el colimba al que tenía que reemplazar, que me dijo que me quedara tranquilo, que estaba todo bien en la sala. Desde ahí a donde tenía que ir había como 50 metros, el crucero medía 186 metros de largo, eran dos cuadras. Entonces aproveché que estaba todo en orden para afeitarme, porque tenía un poco de barba y no quería que me echaran la bronca. Agarré la máquina de afeitar y la brocha y encaré para el baño en lugar de ir a la guardia. Y entonces sucedió: 4.01, pega el torpedo. Yo tendría que haber estado en mi puesto, en el cuarto de agua dulce, y si hubiera estado ahí el torpedo me hubiera pegado justo. 

-Te salvó la decisión de afeitarte… 

-Sí. Y ahí se cortó la luz, saltaron las camas, saltó todo por el aire, se hizo un caos, como si el crucero hubiera chocado contra una montaña en serio. Y agarré mi gabán, mi salvavidas, y me fui para cubierta principal a ocupar mi lugar de abandono, que es donde tenía que estar en una situación así. Llegué y nos dieron la orden de empezar a tirar por la borda todo lo que tenía peso, porque el buque se inclinó y había que intentar equilibrarlo. Empezamos a tirar toda la munición, cajas, de todo. No hubo caso, y nos tuvimos que trasladar todos a la banda de estribor. La sección de control de averías estaba tratando de tapar lo que había provocado el torpedo, pero no hubo caso. Entonces dieron la orden de abandono, tiramos las balsas al agua y nos empezamos a tirar todos contra las ellas. Había un problema porque las balsas se pegaban al crucero, y empujábamos para separarnos, porque nos podíamos hundir con el Belgrano si se iba para abajo. Nos podía chupar. 

-¿Cuántas veces recordaste esta escena después? 

-Durante muchos años me despertaba de noche, soñaba que estaba en la balsa. Tuve muchas pesadillas sobre ese tema. No fue un momento lindo para vivir. Se te cruzan muchas cosas por la cabeza. Fueron 41 horas arriba de una balsa en la que el tiempo se hacía interminable. En la balsa te asomás y no hay nada, solo agua. Lo único que quería era que llegáramos a una playa, no importaba dónde, pero en un lugar con tierra firme, eso era todo lo que deseaba. 

Rubén a bordo del crucero General Belgrano, en Puerto Madryn, un tiempo antes de salir para las islas 

-¿Qué pasó cuando se hundió el crucero? 

-Esto lo cuento en la obra: sale una burbuja gigante y hace una ola que nos desplaza como cinco o seis metros. A partir de ahí la corriente ya nos empieza a separar. Y ahí empieza la travesía en la balsa, la espera a que nos vengan a rescatar. 

-¿Cómo fue eso? 

-Pasó la primera noche, veíamos luces en el mar, pensamos que venían a buscarnos. Nos habíamos atado con otra balsa, así que no estábamos solos. El capitán de la balsa decía: “a la cuenta de tres, gritamos todos juntos”. Y gritábamos. Pero nadie nos escuchaba. Había unas olas tremendas, un frío. Es la zona donde se empiezan a congelar las aguas, imaginate… Hasta que se hizo de madrugada. Estábamos las dos balsas únicamente, no había nada ni nadie alrededor. 

-¿Nadie dormía? 

-No. El capitán de la balsa no nos dejaba. “El primero que se duerme lo cago a remasos”, decía. No sabíamos por qué, pero después supe que dormirse es empezar a morirte por el congelamiento. Así que pasamos toda la noche del domingo al lunes, todo el lunes, y toda la noche del lunes. El martes a las 11 de la mañana apareció el destructor Bouchard y nos rescató. Unos días después, ya estaba en mi casa en Mataderos. 

Rubén, junto a otros veteranos también rescatados del Belgrano, en el hangar del destructor Bouchard unos minutos después de que encuentren su balsa 

-¿Cuánto tiempo después de Malvinas volviste a tocar música? 

-Creo que fue inmediatamente, porque la batería seguía en casa. 

-¿Y cuánto tiempo después entraron los Beatles en tu vida? 

-Yo no escuchaba los Beatles, yo escuchaba música nacional, siempre. La mejor época musical para mí fue justamente la época de Malvinas, porque cualquier radio que prendías tenía música nacional. Estaba prohibido pasar música en inglés en todas las radios argentinas. Y para mí estaba buenísimo porque era lo que me gustaba. Pero después pasó la guerra, pasó el tiempo, y se empezó a autorizar. Y en el año ’95, más o menos, mi profesor de batería le habló de mí a una persona que buscaba un baterista para una banda que tocaba música de los Beatles, se llamaba Get Back. Yo no sabía si ir, estaba dudando, y me insistió mucho mi profesor y finalmente fui. Hice la prueba y me eligieron y recién entonces comencé a conocer la música de los Beatles. En el ’95 o ’96… ya bastante viejito el tipo. 

-¿Cómo siguió todo? 

-Bueno, en el año 2000 cambió un poco la formación y nos convertimos en un trío. Y así participamos en la semana Beatle de Latinoamérica, en el The Cavern de Paseo La Plaza. Llegamos a la final, pero no ganamos. En el 2004 volvimos a participar y ganamos como mejor banda Beatle latinoamericana, y fuimos a Liverpool a tocar en el año 2005. Eso fue lo más trascendente que hicimos con la banda. 

-¿Fue la primera vez que viajaste a Inglaterra? 

-Sí, fue mi primera vez. 

-¿Significó algo Malvinas en ese viaje o estuvo muy disociado? 

-Estuvo disociado, no lo mezclé para nada. Pero sentí en momentos en algunos shows que alguna gente entraba como si fueran inspectores, sentí que tenían registrado que yo era veterano de Malvinas. No sé cómo es la inteligencia británica, capaz fue persecuta mía. Yo fui a tocar y listo, en ningún momento me quise hacer el guapo ni a decir nada por fuera de lo que era la música. 

Rubén junto a sus compañeros de Campo Minado, la obra de teatro de Lola Arias que lo llevó a recorrer el mundo junto a otros cinco ex combatientes de Malvinas 

-¿Y cómo fue que llegó la propuesta de la obra de teatro? 

-En el año 2015 Lola Arias me contactó porque me quería hacer una entrevista. Fui, le conté mi historia: lo del Belgrano, que hacía música de los Beatles, otras cosas de mi vida, de mi familia… Ella quería saber absolutamente todo de nosotros. Y en el 2016 me volvió a llamar y me dijo que para ella era muy importante que estuviera en la obra. Y yo le agradecí, pero le dije que no tenía intenciones de viajar, de hacer una obra… Nada de eso. Pero ella me insistió, me dijo que me tomara el fin de semana para pensar, y que fuera al lunes siguiente a su casa con mi señora. 

-¿Fuiste? 

-Sí, fuimos el lunes y me convenció. Vi que estaba tan entusiasmada que me sentía mal de decirle que no, sentía que la estaba cagando, no sé. Ella lo iba a hacer de otra forma seguro, porque es una genia, pero vi que realmente quería que estuviera y acepté. Y hoy con los chicos del elenco, los ingleses y los argentinos, ya de algún modo somos otra banda. 

-Y viajaron a Inglaterra juntos también, ¿no? 

-Sí, varias veces. E incluso conocimos el cuartel de instrucción de los Royal Marines, no lo podíamos creer. Fue muy impactante. 

-Última: ¿discutiste con tus compañeros ingleses de la obra sobre el hundimiento del Belgrano? ¿Hablaron de si fue un acto de guerra o fue un crimen de guerra, dado que estaba fuera de la zona de exclusión? 

-Discusión discusión no tuvimos, no, ellos nunca me dijeron nada. Yo siento que más allá de todo, los héroes del Belgrano son los héroes del Belgrano. Eso no va a cambiar nunca. 

Fuente: https://www.infobae.com

26 de diciembre de 2020

UN LIBRO RECUPERA EL DIARIO DE UNA MUJER SOBRE EL PRIMER POBLAMIENTO ARGENTINO EN MALVINAS

 


 

"En esa tierra había soberanía encarnada en hombres y mujeres, había vida latiendo allí", explica en diálogo con Télam Clara Vernet, hija del autor Marcelo Luis Vernet, quien en el libro "Malvinas, mi casa" recopila relatos del diario de María Sáez de Vernet, esposa del primer gobernador de las Islas Malvinas. 

Por Diana López Gijsberts 

El primer poblado argentino instalado en la Isla Soledad allá por 1829 tenía unos 100 habitantes, era un pueblo de trabajadores, sin presencia militar, dedicados a la pesca, a la cría de ganado y a la siembra de hortalizas sobre verdes pasturas, según relató en su diario María Sáez de Vernet, esposa del primer gobernador de las Islas Malvinas, que sus descendientes acaban de publicar con el objetivo de probar que ese puñado de hombres y mujeres encarnaban un proyecto de país vinculado al continente. 

"Hay un discurso que quiere hacer creer que las islas eran dos pedazos de tierra flotando, a la que nunca el gobierno de esa época dio pelota, que no había nada allí que interesara y el Diario de María Sáez y los documentos recopilados por mi padre, Marcelo Luis Vernet, demuestran lo contario: en esa tierra tan al Sur del Sur había soberanía encarnada en hombres y mujeres que construyeron casas, tuvieron hijos, había vida latiendo allí", explicó a Télam Clara Vernet, descendiente de María y Luis Vernet. 

Clara se refirió así al libro de investigación histórica que escribió su padre Marcelo Luis Vernet, que le demandó 20 años de trabajo y acaba de ser publicado por la editorial EME, de La Plata, con el título "Malvinas, mi casa. Diario de María Sáez de Vernet y Apostillas". 

El libro se compone de dos tomos, articulados por el Diario de María; en el primero se relata desde las primeras crónicas sobre el avistaje de las islas Malvinas hasta la víspera del viaje de María junto a Vernet; y un segundo tomo con Apostillas, que amplían y fundamentan 15 temáticas abordadas por María en su diario. 

"Había un pueblo unido y atado a un proyecto de colonización en Malvinas por parte del gobierno de Buenos Aires, de quien dependían en ese entonces las islas, un proyecto estratégico en cuanto a la defensa de los recursos naturales del país" 

La mujer lamentó que su padre, Marcelo Luis Vernet, poeta, escritor y educador nacido en 1955 en La Plata, no podrá estar presente en la presentación del libro, ya que falleció en agosto de 2017. Tendrán que ser su hermano José Luis y ella quienes presenten la obra y hagan suyo el sueño de su padre de recorrer el país contando que en las Islas Malvinas antes de la usurpación británica había un pueblo de 100 habitantes. 

"Había un pueblo unido y atado a un proyecto de colonización en Malvinas por parte del gobierno de Buenos Aires, de quien dependían en ese entonces las islas, un proyecto estratégico en cuanto a la defensa de los recursos naturales del país", afirmó Clara. 

Destacó que "ese proyecto de poblamiento, económico y geopolítico no fue una aventura de un día, Luis Vernet le dio continuidad desde 1823 a 1833; en 1831 cuando sorprende a goletas norteamericanas que pescaban en el mar, Vernet las apresa y en represalia el gobierno norteamericano destruye el pueblito que nos describió María y deja así terreno fértil para la posterior ocupación británica". 

Serán ella, Clara Vernet, y su hermano, José Luis, quienes presenten la obra junto al secretario Daniel Filmus. 

"Malvinas, mi casa" demandó una exhaustiva investigación de documentos del Archivo General de la Nación donde está el Fondo Luis Vernet, que la familia cedió a la Nación, en que él están los escritos de Vernet sobre su gestión en las islas y el diario de su esposa, que si bien ya había sido publicado anteriormente en esta oportunidad se lo publica completo, sin alterar la redacción original y con un apartado denominado Apostillas que amplía y precisa los datos aportados por María. 

"En esta publicación cuidamos que la voz de María esté intacta, es la primera vez que se respeta la voz de María completamente", destacó Clara, quien definió a su antepasada como "una mujer que pone el cuerpo, que se anima a sentir la travesía, la aventura. Ella viaja a Malvinas con sus 3 hijos y embarazada de 2 meses de una niña que nacerá en las islas y que si bien le ponen Matilde siempre será llamada Malvina". 

En su diario, que abarca de julio a diciembre de 1829, María Sáez describió la llegada a la isla Soledad junto a su esposo e hijos, y unas 23 familias que poblaron ese territorio, contará cómo se levantaron las casas, cómo era su día, que descubría en sus exploraciones por los alrededores de su casa, cómo fue el primer casamiento en la isla, la pesca, las aves, entre otras. 

"Era una mujer uruguaya, de la sociedad de Buenos Aires y de Montevideo, que viajó con su piano, con su loza, que tocaba música todas las noches, pero que rompía ese esquema tradicional y se lanzaba a explorar, a veces sola o con su esposo, y dejó registro de esa geografía, de las plantas, los animales que encontraba, los sembradíos, dónde estaba la casa del panadero, del pescador, donde se salaba la carne, datos con los que se puede ´dibujar´ esa colonia", puntualizó Clara. 

"Nos sigue sorprendiendo cuando María cuenta que no era tierra yerma, que vivía y latía una colonia, que había niños, mujeres y hombres que se casaron ahí, otros que se murieron, todavía nos sigue sorprendiendo los negros en Malvinas porque se ocultó la vida de ese pueblo" 

"Todavía nos sigue sorprendiendo cuando María cuenta que no era tierra yerma, que vivía y latía una colonia, que había niños, mujeres y hombres que se casaron ahí, otros que se murieron, todavía nos sigue sorprendiendo los negros en Malvinas porque se ocultó la vida de ese pueblo en Malvinas", apuntó Clara. 

La mujer, que acompañó a su padre en esta investigación, remarcó que "Luis Vernet era muy meticuloso y en un documento escribió todas las cosas que se compraron para ir a Malvinas, y hay guitarras, sombreros, medias, harina, clavos y con cada objeto te imaginás acciones: si hay clavos, es que hay corrales y madera para construir ciudades; si hay guitarras es que había fiestas". 

"El discurso de que ahí (las islas Malvinas) no había nada, que a Argentina no le interesaba, que no había pueblo, rápidamente se desarticula y todos nos sentimos identificados con ese pueblo que latió en el Sur del Sur", dijo. 

Clara Vernet aseguró que su papá "creía firmemente que en el Diario de María podíamos hallar una clave no belicista para el diálogo, que, en esta experiencia de poblamiento argentino, heterogénea en su conformación, y de proyecto argentino en Malvinas podíamos encontrar las claves para pensarnos en el futuro en Malvinas". 

"Mi papá creía que al desempolvar esa historia este libro ayudaría a pensar el futuro y podía aportar a una solución (de la cuestión de la soberanía en Malvinas) a través del diálogo; y ojalá así sea", deseó con emoción. 

Fuente: https://www.telam.com.ar

BUENAS NOTICIAS PARA LA ARGENTINA: EL NUEVO ACUERDO DEL REINO UNIDO CON EUROPA DEJÓ AFUERA A LAS MALVINAS

 

Trabajadores descargan pescado de un barco en Puerto Stanley, en las islas Malvinas, el 14 de marzo de 2013. Foto AP Foto/Paul Byrne


Por Natasha Niebieskikwiat

 

Es que en el acuerdo de libre comercio que acordaron Londres y Bruselas dejaron fuera a los Territorios de Ultramar. Clima de satisfacción y cautela por parte del Secretario del Área en Cancillería, Daniel Filmus.

 

El acuerdo de libre comercio alcanzado por el Reino Unido y la Unión Europea en las horas previas a la última Nochebuena representa un duro golpe para los habitantes isleños de las Malvinas, y una buena noticia para la Argentina porque la deja en condiciones de repensar su estrategia en reclamo de soberanía que sostiene desde 1833. 

 

Ocurre que esta última parte del acuerdo del Brexit, que regirá a partir del próximo viernes 1 de enero, se excluyó a los llamados Territorios de Ultramar que sigue poseyendo Gran Bretaña: entre ellos las Islas del Atlántico Sur, que le disputa la Argentina.

 

Al excluir a las Malvinas de lo acordado entre Londres y Bruselas en materia comercial, los productos de las islas ya no gozarán de los privilegios que tenían cuando el Reino Unido formaba parte del mercado común europeo. Ahora pagarán aranceles y, en todo caso, dependerán de los nuevos acuerdos que logren para ellas ante Bruselas los británicos, que siguen a cargo de sus Relaciones Exteriores y de su Defensa.

 

"La no incorporación de las Islas Malvinas al acuerdo del Brexit fue uno de los temas que el canciller Felipe Solá puso en las conversaciones con Josep Borrell (Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad), y con todos los cancilleres europeos con los que ha conversado este año y a los que ha ido  planteando la posición argentina respecto a la vigencia de la resolución 2065 de la ONU y a la existencia de una controversia respecto al ejercicio de la soberanía, que de acuerdo a nuestros derechos y a nuestra constitución corresponde a la Argentina", dijo a Clarín este sábado el secretario del Área Malvinas e Islas del Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus. "La decisión de la UE de no incluir a las Malvinas, a las Georgias del Sur y Sándwich del Sur respeta esta mirada", agregó.

 

Desde que por una leve mayoría los británicos decidieron en un referéndum separarse de la Unión Europea (2016), los kelpers comenzaron a prepararse para una posible pérdida del acceso de sus productos (pesca principalmente y carne de ovino en segunda medida) al mercado europeo con arancel cero. Este reclamo al primer ministro Boris Johnson ahora se acentuó a medida que se veían venir una negociación desfavorable. A decir verdad, no eran la parte más importante para los británicos en sus intereses ante Bruselas.

 

Por cierto, en las horas más frenéticas de finales de este último acuerdo comercial que se cerró el miércoles 24, el premier Johnson lo anticipó. Fue en el mensaje de fin de año que mandó a las islas.  

 

"La UE fue absolutamente intransigente a la hora de excluir a la mayoría de nuestros territorios de ultramar de las negociaciones comerciales de este año. Pero no ha sido olvidado ni dejado atrás. Vamos a trabajar con el gobernador Phillips y sus MAL para apoyarlos durante el cambio. Y a más largo plazo, nuestra política comercial independiente abrirá la puerta a todo tipo de nuevos mercados para las exportaciones de las Malvinas, de modo que en los meses y años venideros el mundo será si no su ostra, ciertamente su calamar", señaló respecto al recurso estrella que sostiene al erario público de Malvinas.

 

Los ingresos por la concesión de licencias pesqueras a buques extranjeros constituyen entre el 50% y el 60% de los ingresos fiscales de las islas.  Y a partir del 1 de enero, las islas están a las puertas de pasar de arancel cero a pagar entre 6 y el 18 por ciento por los productos que meten en Europa, aunque igualmente Londres buscará negociarlo.

 

La letra textual del acuerdo alcanzado el miércoles 24 dice lo siguiente:

 

En la parte siete, de Provisiones finales, artículo sobre "ámbito territorial" señala: "1- Este Acuerdo se aplica a: Los territorios a los que son de aplicación el Tratado de la Unión Europea y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, y en las condiciones establecidas en dichos Tratados, y b: Territorio del Reino Unido".

 

Después de referirse en el punto 3 a Gibraltar y otros casos, dice en el punto 4: "Este Acuerdo no se aplica a los territorios de ultramar que tienen relaciones especiales con el Reino Unido: Anguila, Bermuda, Territorio Antártico Británico, Territorio Británico del Océano Índico, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Islas Falkland, Montserrat, Pitcairn, Islas Henderson, Ducie y Oeno, Santa Helena, Ascensión y Tristan da Cunha, Georgia del Sur y Sandwich del Sur, e Islas Turcos y Caicos"

 

Fuente: https://www.clarin.com

4 de diciembre de 2020

MALVINAS DESCONOCIDA: EL ARTILLERO DESCENDIENTE DE UN CACIQUE DIAGUITA QUE LUCHÓ 36 HORAS SIN DORMIR PARA NO RENDIRSE ANTE LOS INGLESES

  

Hoy, 4 de diciembre, se celebra el día de Santa Bárbara, patrona de la artillería y los mineros. Vale rescatar una historia poco conocida del bautismo de fuego de los artilleros argentinos y la historia del Teniente Primero Carlos Alberto “el Indio” Chanampa quien, junto a sus hombres, soportó una lluvia de balas de ametralladora y morterazos británicos, apenas protegido por pequeños escudos y ruedas de goma de los obuses 

Por Gustavo Adolfo Druetta 

"Indio" Carlos Alberto Chanampa (a la izquierda) en Malvinas 

Los artilleros del Ejército Argentino tuvieron su bautismo de fuego en combate el 27 de mayo de 1982 a las 22:00 horas sobre las posiciones de partida para el ataque inglés a unos 3.000 metros de distancia. La santa explosiva vería la noche iluminarse. 

Participaron dos grupos de Artillería de Defensa Aérea, el de Mar del Plata y Ciudadela con cañones Oerlikön bitubo de origen suizo y dos radares de tiro, y dos Grupos de Artillería de Campaña provistos cada uno de dos baterías de 6 obuses 105 mm. (12 piezas) Otto Melara, de origen italiano: el GA4 Aerotransportado de Córdoba y el GA3 de Paso de los Libres. En la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral y en el Colegio Militar de la Nación, los malvineros, desde el Cabo al Teniente Coronel, habían recibido de muy jóvenes en los años 50, 60 y 70, intensa instrucción artillera para una guerra convencional. 

En Malvinas, la inteligencia inglesa sabía que los Otto Melara tiraban a 10 km y medio, un par de kilómetros menos que sus propias piezas, y que sólo tres cañones pesados de 155 mm. de 20 km. de alcance, fabricación argentina, desembarcaron en las islas (habría más de 100 disponibles, pero se desplegaron en la frontera con Chile). La eficacia de nuestra artillería de campaña y antiaérea, aún frente a imprevisiones logísticas, dependía de que sus servidores soldados y Cabos, los Sargentos jefes de pieza, y los suboficiales, oficiales y jefes de baterías y radares -entre 18 y menos de 30 años de edad-, cumplieran sus roles de combate al pie de la letra, bajo implacable y superior fuego enemigo terrestre, aéreo y naval. 

A un Teniente Primero artillero retirado como Capitán en 1987 -desalentado por la grieta entre camaradas en Semana Santa y descorazonado por la ausencia de sentido común en los altos mandos, le había tocado explorar Pradera del Ganso-Darwin en la isla Soledad, avanzado mayo de 1982. Era Carlos Alberto Chanampa, nacido en Tupungato, Mendoza, en 1955. Su padre Eleuterio, Suboficial Mayor músico, era hijo natural de Celia Chanampa, indígena de la etnia Diaguita originaria del noroeste, entre Catamarca y La Rioja. 

Con sus abuelos maternos nacidos en el Líbano, el “Indio” Chanampa expresa el crisol de razas del conglomerado indígena-criollo-inmigratorio que fue construyendo la Argentina. Tal fue el apodo que le pusieron sus compañeros de la promoción 106 egresada en diciembre de 1975, meses antes del golpe de 1976 y en medio de la sangrienta guerra revolucionaria y contrarrevolucionaria. Un Coronel profesor, al pasar lista a los cadetes, había comentado su ascendencia en los pueblos originarios. Ese apellido que llevan 2.700 personas en Argentina puede provenir de Miguel Chanampa, un gran cacique de la etnia diaguita que habitó la región de Tinogasta hasta el Siglo XVIII; quizás connote el que manda. Y es también posible que derive del vocablo quichua Ch´anpa, transformado en Champa, cuyo significado es “un pedazo de tierra trabado por las raíces del césped que brota encima”. Significado que hablaría del arraigo ancestral a la tierra de las etnias americanos, diezmadas para absorber aquella fertilidad en beneficio del “granero del mundo”. 

El cañón habla sin descanso. El humo prueba su trabajo a destajo. El artillero abre la cámara para eyectar la cápsula servida; otros dos, alcanzan nueva munición; un cuarto, fija la posición de tiro y el último, simplemente muestra los efectos del bombazo tapándose los oídos (Foto: Eduardo Farré) 

El 25 de mayo llegó la tardía orden del comandante de brigada Omar Parada, más ocupado por hacer cortar el pelo y barba crecidos de los cuadros que por la sabiduría estratégica. Chanampa debía dejar su unidad en Puerto Argentino, que estaba al mando del Teniente Coronel Carlos A. Quevedo, y concurrir a Pradera del Ganso a cargo de una batería de tiro “mixta” (parte de la “A” que él mandaba y parte de la “B” que había partido el 22 de ese mes). Parada dividía y sustraía subunidades de su mando orgánico táctico contra toda regla de conducción. Cuando requirió medios de arrastre de las piezas, la respuesta del General “allá encontrará” le provocó una risa nerviosa. Sabía que no los había. 

El destacamento de la Fuerza Aérea asentado en el istmo de Darwin tenía un helipuerto con dos tractores requisados cuya disponibilidad y uso operativo no serían óptimos. Cuando el helicóptero cargó las dos piezas de fuego (las otras dos habían ido por mar), Chanampa junto su oficial de batería, el Subteniente Jorge Zanella -que las había arrastrado con un vehículo provisto-, le gritó al piloto “¡el jeep también va!”. Ante la duda inicial le rogó: “¡Hacéme la pata!”. Y lo convenció de desarmar una ametralladora pesada para hacer lugar al vehículo, contradiciendo la orden superior. Una advertencia chistosa circulaba entre los cadetes del Colegio Militar: la iniciativa es la madre de todas las “tipas” (arrestos). 

Posición de fuego de la batería de tres obuses Otto Melara 105 mm. del GAA4, a órdenes del. Cap. Chanampa, con unos 60 hombres entre oficiales, suboficiales y soldados 

Chanampa, con la misión de dar apoyo de fuego a los infantes del RI12 y una compañía del RI5, puso en práctica lo que considera las bases de un mando virtuoso: “el sentido común, la imaginación y la iniciativa”. Sin esa actitud, hubiera tenido que mover sus obuses a pulso y sólo a cortas distancias. Lo mandaron a última hora a Darwin sin tiempo de fortificar la posición principal de sus piezas y el plan de apoyo de fuegos. No contaba con observador adelantado, ni centro de dirección del tiro. Usó cartografía kelper muy precisa y la información de la infantería adelantada. Más aún, sin otra arriesgada iniciativa de sus subalternos, hubiera dispuesto sólo de los dos obuses helitransportados. Los otros dos se habían perdido por el ataque de dos Harrier que semi hundieron al guardacostas de la Prefectura Naval “Río Iguazú” que los transportaba. De los 17 tripulantes, dos fueron mal heridos. El Cabo Julio Benítez murió al pie de su ametralladora y el Cabo maquinista José Ibáñez lo reemplazó con rabia, averiando seriamente al avión del Capitán Batt luego fallecido. Junto a los 25 artilleros nadaron hasta un islote cercano y más tarde los auxilió un helicóptero. 

En tanto, los dos obuses fueron rescatados pieza por pieza de las heladas aguas, gracias al Subteniente Eduardo Navarro que los había desarmado para meterlos en la bodega. A uno le falló una parte y no pudo ser usado. Hazaña lograda con la providencial ayuda del Subteniente de Infantería y buzo Gómez Centurión. Y la del soldado Rodolfo Sulín que había navegado con su padre de la marina mercante. Sin previo aviso, Navarro lo vio volver a nadar los 30 metros en aguas heladas desde el islote hasta la parte emergente del buque. Rescató, infló y cargó dos balsas salvavidas con ropa seca, alimentos y remedios. Así evitó el congelamiento e infección de las heridas, animando al rescate del material. Como él, los 240 soldados conscriptos de las clases 62 y 63 de las tres baterías del GAA4, habían dado un paso al frente en Córdoba como voluntarios. No eran apenas “chicos” de la guerra. 

Chanampa integró al grupo que se conoció como "Los 12 del Patíbulo". Oficiales y suboficiales de las tres fuerzas que combatieron en Malvinas y que hasta el 14 de julio de 1982 -un mes después de la rendición- permanecieron como prisioneros de los ingleses en las islas. En el histórico dibujo: en primer plano, en el centro, Tomba; a la izquierda, Chanampa, Zanela, Navarro, Lema. A la derecha, Camiletti, Calderón, Carrasco, Potocsnyak, Moreno, Rivas y Flores 

“Los que llamamos valientes son sólo personas que aprenden a manejar el miedo”, medita Chanampa. Por caso, el joven Teniente Alberto Ramos, observador adelantado del GA 3: una vez cesado el fuego por desperfectos de las piezas o falta de munición, mandó retirarse al Sargento Quinteros y protegió con una ametralladora el repliegue del regimiento de infantería con el que compartía trinchera, cayendo heroicamente. Su coordinador de fuego desde el Monte Wireless Rigde, Mayor Emilio Nani (el mismo que en 1989 como Teniente Coronel perdería un ojo y casi la vida en La Tablada), fue herido por mortero y un disparo en el tobillo de la misma pierna. Caído, inmovilizado y con hipotermia, los soldados Cisneros y Panisardi lo cargaron y llevaron al hospital de sangre. 

Chanampa también vio llorar a un camarada jefe de otra batería. ¡No quería ir a la guerra! “Tengo muchas horas de terapia por stress postraumático”, dice. Dueño de una PYME familiar vive en Villa Allende, Córdoba, con su esposa, hijos y nietos. Uno de tantos ejemplos de ascenso social por educación, mérito y esfuerzo que la Argentina prohíja. Cuando logró ser jefe del equipo de paracaidistas del ejército, poco tiempo después de regresar de Malvinas, la analista le advertía sobre su nostalgia de adrenalina. Dice orgulloso que el desafío al peligro es un “plus” de los paracaidistas. 

Cnl. Zanella, Gral. Navarro y Cap. Chanampa hoy. Los dos primeros fueron los dos Subtenientes del Grupo de Artillería Aerotransportado 4 de Córdoba, que lucharon a sus órdenes en Darwin-Pradera del Ganso en mayo de 1982

No recibe un retiro como oficial; cobra una pensión como “soldado” veterano de guerra. “Me fui con una mano atrás y otra adelante después de 15 años y 7 meses de servicio. Estaba en primer curso de la Escuela Superior de Guerra y no podía soportar la hipocresía de algunos profesores”. La guerra de Malvinas partió las aguas y pujó por devolver a las FF.AA. su misión principal: prepararse para el combate. Mientras tanto pueden distribuir comida, agua o vacunas. 

En la noche previa a la rendición de la “Fuerza de Tareas Mercedes”, el 29 de mayo, con 36 horas casi sin dormir, los artilleros hacían fuego directo a 200 metros frente a una lluvia de balas de ametralladora y morterazos de los ingleses, apenas protegidos por los pequeños escudos y ruedas de goma de los obuses. “La mejor defensa es el propio fuego”, era la consigna. Sólo dos soldados fueron heridos. A Rynaldi una esquirla de mortero le arrancó la piel de un pómulo y Sulín salvó su pierna de otra que chocó con la cartuchera y pistola. 

¿Las divinidades diaguitas protegían la tropa guiada por un bravo descendiente de aquel célebre cacique tinogasteño?, quizás se preguntó el artillero en medio del combate. Y hubo algo más: Chanampa, luego de su exploración en Pradera del Ganso, había decidido no cambiar de buque para regresar a Puerto Argentino. Dejó ir el primero, que se hundió bajo fuego británico y donde murieron el Capitán Novoa, un suboficial y un soldado. Las divinidades de sus antepasados, tal vez, también lo protegieron a él. 

Fuente: https://www.infobae.com

23 de noviembre de 2020

MALVINAS: FILMUS PIDIÓ QUE EL REINO UNIDO "DISCUTA UN MECANISMO DE TRANSFERENCIA DEL EJERCICIO DE LA SOBERANÍA"

 

El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur exigió que el gobierno británico acate las resoluciones de la ONU. Destacó la "presión de los organismos multilaterales". 

 

El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería, Daniel Filmus, aseguró que el Reino Unido "debe discutir un mecanismo de transferencia del ejercicio de la soberanía" sobre las Islas del Atlántico Sur, tal como lo dispone la resolución 2065 de la Organización de Naciones Unidas (ONU). 

En una entrevista con Télam, Filmus destacó que "Argentina avanza de varias formas" para lograr la soberanía de las usurpadas Islas Malvinas, y subrayó que "la más importante es a través de la presión de los organismos multilaterales". 

En ese sentido, el funcionario de Cancillería sostuvo que "prácticamente todo el mundo ha manifestado la necesidad de que el Reino Unido cumpla con la resolución 2065 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que cumple 55 años e insta al Reino Unido a sentarse con la Argentina a discutir un mecanismo de transferencia del ejercicio de la soberanía". 

Aprobada el 16 de diciembre de 1965, esa resolución reconoció la existencia de una disputa de soberanía entre el Reino Unido y la Argentina en torno a las Islas Malvinas e invita a ambos países a entablar negociaciones para encontrar una solución pacífica a la controversia, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas. 

De igual manera, reconoció que el caso de las Malvinas se encuadra en una situación colonial, que debe ser resuelta teniendo en consideración lo expresado en la resolución 1514 (XV) del 14 de diciembre de 1960, donde se estableció el objetivo de eliminar toda forma de colonialismo. 

Desde entonces, más de 40 resoluciones de la Asamblea General y del Comité Especial de Descolonización han reiterado el llamado a las partes para lograr una solución diplomática a la disputa por la soberanía de las islas. 

Además de las sucesivas resoluciones de la Asamblea General y el tratamiento de la Cuestión en el Comité de Descolonización, la Argentina cuenta con el firme respaldo de los países de América Latina a sus legítimos derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, y el llamado a la reanudación de negociaciones es compartido por la Organización de Estados Americanos, el G77 más China, y otros foros multilaterales y regionales. 

Filmus destacó la importancia de proteger los derechos de soberanía en una zona de "inmensa riqueza" en materia de recursos del lecho y subsuelo del mar y evitar que siga "siendo explotada por aquellos que usurparon las islas, con las riquezas que son de 45 millones de argentinos y argentinas". 

"Estamos hablando de una usurpación que, para tener una dimensión, si uno toma en cuenta la zona económica exclusiva, es decir las 200 millas marinas alrededor de las islas, de 2,2 millones de kilómetros cuadrados, es diez veces más que la extensión que tiene el Reino Unido", graficó. 

Para Filmus, "claramente no hay ahí ninguna otra intención, por parte de Reino Unido, que no sea la de tener una puerta de entrada a la Antártida, contar con las riquezas hidrocarburíferas e ictícolas que hay en esa región, buscar el control del paso bioceánico, que es el único paso natural al Pacífico desde el Atlántico, y al mismo tiempo contar con la posibilidad de instalar una base militar de un país de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en un lugar estratégico". 

El funcionario contó que este año Argentina "logró enormes decisiones de distintos organismos" en favor del reclamo sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. 

Enumeró los respaldos recibidos por parte del Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Comité Especial encargado de Examinar la Situación con respecto a la Aplicación de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales (C 24) de la ONU -conocido también como Comité Especial de Descolonización- y el Grupo de los 77 + China. 

"Ese trabajo que hizo la diplomacia argentina a lo largo de todo el mundo es el que nos genera las condiciones para decir que no es una causa nacional, es una causa regional y mundial", remarcó el funcionario. 

En ese contexto destacó la decisión del G 77 + China del 12 de noviembre pasado, en la cual "134 países del mundo le dijeron al Reino Unido, por un lado, que tiene que sentarse a discutir con la Argentina y, por otro, reivindicar los derechos de nuestro país sobre los recursos naturales que hay en esa región". 

Fuente: https://www.ambito.com

19 de noviembre de 2020

LA RESPUESTA DE AMAZON A UN USUARIO SOBRE LAS ISLAS MALVINAS QUE GENERÓ SORPRESA EN LAS REDES SOCIALES

 

Una respuesta de Amazon relacionada con las Islas Malvinas se viralizó en Twitter (Foto REUTERS/Marcos Brindicci)
 

Un cliente pidió ayuda en Twitter al soporte de la empresa al no poder ver una transmisión deportiva desde las islas y la empresa se disculpó por no poder resolverlo: el comentario se viralizó.  

Una curiosa respuesta por Twitter desde una de las cuentas oficiales de Amazon llamó la atención en las redes sociales. Ante la solicitud de un usuario, con su comentario la empresa estadounidense de comercio electrónico evidenció que las Islas Malvinas no pertenecen al Reino Unido. 

Todo comenzó días atrás cuando el usuario @make_it_snow se contactó con representantes de la compañía frente a la imposibilidad de ver desde sus dispositivos un evento deportivo: "Hola @AmazonHelp Estoy tratando de ver la Copa de Naciones de Otoño de Rugby en Stanley, Islas Malvinas. ¿por favor ayuda?". 

El mismo 14 de noviembre, y solo siete minutos después, llegó la réplica que levantó revuelo virtual: “¡Hola! Nos disculpamos, pero al revisar su ubicación se encuentra en las Islas Malvinas. La cobertura de la Copa de Naciones de Otoño de Rugby está disponible exclusivamente para miembros Prime con base en el Reino Unido. No tenemos derechos sobre otros territorios”. 

De esta manera, con su respuesta la empresa negó soberanía inglesa sobre el territorio en cuestión y la lectura “política” del tuit generó sorpresa y todo tipo de comentarios en las redes sociales. Miles de citas, retuits, memes y “me gusta" provocaron la viralización del contenido.

 El curioso intercambio de Amazon Help con uno de sus clientes (Captura Twitter) 

El de las Islas Malvinas no fue el único caso. Ese mismo día Amazon también dio a entender que Irlanda del Norte tampoco formaba parte del Reino Unido. El suscriptor Chris Jones se comunicó al no poder acceder al partido de rugby entre Inglaterra y Georgia. 

“Solo necesito que alguien mire mi cuenta y me diga si se me considera un cliente del Reino Unido o no. Si es así, ¿por qué el rugby no está disponible en eventos en vivo en Prime? Si no es así, ¿se puede cambiar esto ya que ahora resido en el Reino Unido?”, tuiteó. La respuesta fue similar a la esbozada sobre las Islas Malvinas. “No poseemos derechos sobre otros territorios que no pertenezcan al Reino Unido”.  

La compañía reconoció su error. The Guardian citó el comunicado: “Pedimos disculpas por el error en la respuesta de nuestro colega. Nuestros suscriptores a Prime Video en Irlanda del Norte y el resto de territorios de Reino Unido pueden ver los partidos de la Rugby Autumn Nations Cup”, señalaron en esa oportunidad. 

"No tenemos derechos para territorios que no pertenezcan al Reino Unido", aclaró Amazon Help en Twitter (Foto REUTERS/Carlos Jasso) 

En los últimos días, la plataforma fundada por Jeff Bezos ya había sido noticia por el lanzamiento de “Amazon Pharmacy”, su propio servicio online para la compra y entrega de medicamentos recetados. Sin embargo, muchos usuarios argentinos se acordaron de la compañía por otra razón, y festejaron la intervención de @AmazonHelp. 

El reclamo argentino por las islas no cesa. A principios del mes, el 6 de noviembre, el presidente Alberto Fernández ratificó la soberanía sobre Malvinas con un gran acto por los 200 años del primer izamiento de la bandera argentina en las islas. 

Se trató de la toma de posesión del territorio por parte de David Jewett, comandante de la marina de guerra argentina, quien izó ese mismo día, pero de 1820, por primera vez la bandera argentina en las islas. Coincidió, además, con el primer avistaje hace 500 años de las Malvinas, según documentación de la Cancillería argentina. 

Fuente: https://www.infobae.com