11 de diciembre de 2022

LA VISITA DE JUAN PABLO II AL PAÍS, EL ENOJO DE GALTIERI CON EL PAPA Y LOS TENSOS DÍAS ANTES DE LA RENDICIÓN

 

El 11 de junio de 1982, tres días antes de la caída de Puerto Argentino en las islas Malvinas, el Sumo Pontífice llegó al país como “Mensajero de la Paz”. Qué se habló en Casa de Gobierno, la posición de la Iglesia y lo que le dijo Galtieri al autor de la nota en la intimidad: “Es evidente que su presencia, en los momentos trascendentales nos perjudicó”. Los tensos días en el poder antes del final. 

Por Juan Bautista Tata Yofre 

Soldados británicos abandonan sus barcos bombardeados en Bahía Agradable

En Londres, el gobierno británico tuvo que reconocer que el martes 8 de junio había sido uno “de los peores días para la flota británica en esta campaña”. Había perdido la fragata HMS Plymouth, los buques RFA Sir Galahad y RFA Sir Tristram estaban seriamente dañados. Muchos hombres murieron y muchos más sufrieron serias quemaduras. Se hablaba de que los aviones argentinos habían tirado bombas de napalm (bomba incendiaria). Al estallar el barco Sir Galahad, las esquirlas alcanzaron a una gran cantidad de efectivos. 

“Ahora es impensable un arreglo”, declaró Margaret Thatcher. Las ediciones matutinas también mostraban a un Ronald Reagan cabalgando, con “breeches” y botas, al lado de la reina Isabel por los jardines de Windsor. En esas horas volvió a reiterar su más firme apoyo a Gran Bretaña en el conflicto de Malvinas.

Cabalgata del presidente Reagan con la Reina Isabel II en Windsor

Mientras se conversaba en voz baja de los rumores de la City, pocos le prestaron debida atención a un discurso, televisado en directo, de Ronald Reagan ante el Parlamento británico el 8 de junio de 1982. El informe de la Junta Militar subrayó, expresamente, el siguiente párrafo: “El tono del discurso fue de llamamiento a las democracias del mundo y en particular al Reino Unido para lanzarse en una cruzada destinada a fortalecer y expandir las formas democráticas de gobierno”. 

En el mismo lugar, también el presidente de los EEUU dijo: “Los jóvenes soldados británicos no están combatiendo por un mero territorio de rocas y tierra, ellos pelean por una causa, por la creencia que la acción armada no debe triunfar y que la gente debe participar en las decisiones del gobierno bajo el imperio de la ley. Si hubiera habido un más firme apoyo por estos principios hace 45 años, quizás nuestra generación no habría sufrido el desangramiento de la Segunda Guerra Mundial”. 

Horas más tarde, durante una comida en Downing Street 10, Ronald Reagan fue más explícito en su apoyo a Gran Bretaña: “Permítame decirle que he cruzado el océano con un mensaje: América está con Gran Bretaña”

Raúl Ricardo Alfonsín y Bernardo Grinspun y sus contactos castrenses

El Teniente General (RE) Alejandro Agustín Lanusse cree que “después de Malvinas se van a desatar pujas internas militares muy fuertes”, anotó el autor después de visitar al ex presidente, el 8 de junio de 1982. Otros sostienen que el General de División Juan Carlos Trimarco, Comandante del Cuerpo III, piensa que es posible que el régimen militar perdure después de Malvinas, siempre y cuando cambie radicalmente sus políticas. El General Trimarco se ve a sí mismo como una alternativa. Bernardo Grinspun, quizá el de mayores contactos militares en el círculo íntimo de Raúl Alfonsín, comentó: “Hay una conspiración en marcha, en particular con la oficialidad que está en el Sur. Ellos tienen mando de tropa en situación de combate. El generalato de división quedará superado”. 

Aunque el General de División José Antonio Vaquero podría ser el candidato de la transición hasta las elecciones, se habla de cambios totales de las políticas. Grinspun no rechaza una participación de la Unión Cívica Radical en el golpe, si se dan garantías “revolucionarias”, “por ejemplo si ‘el gordo’ (General Ricardo Flouret) entra en el ‘asunto’”. 

El contacto parece ser el Coronel Luis Carlos Sullivan y contó que le pidieron consejos para la elaboración de un plan económico. Para Grinspun el gran problema económico se sitúa en la deuda externa: “Costará mucho pagarla y se necesitarán los dólares para comprar insumos vitales para la industria. Por otra parte, movilizar el mercado interno requerirá una fina operación financiera, ya que las empresas necesitan invertir. A su vez, los empresarios no podrán distribuir salarialmente las ganancias dentro de los márgenes requeridos por las necesidades sociales y para elevar el poder de consumo de la población”. 

El miércoles 9 de junio los matutinos informaban que las fuerzas británicas habían sufrido serios reveses el día anterior en Malvinas, cuando intentaron desembarcar soldados a 30 kilómetros de Puerto Argentino. “Estamos muy fuertes [...] los argentinos debemos sentirnos líderes de Occidente”, dijo el ministro del Interior, Alfredo Saint Jean, durante la ceremonia de posesión del cargo como director general del Archivo General de la Nación de César García Belsunce. 

“La Argentina está dispuesta a retirar sus efectivos en la medida que Gran Bretaña retire los suyos y asuma el gobierno del archipiélago un delegado administrador de las Naciones Unidas”, dijo Leopoldo Fortunato Galtieri al Ya de Madrid.

Juan Pablo II es recibido por Leopoldo Fortunato Galtieiri en Ezeiza, el 11 de junio de 1982 (Michael Brennan/Getty Images)

Ese día se conocía que Monseñor Paul Marcinkus, responsable de la seguridad de Juan Pablo II, había llegado a Buenos Aires para ultimar los detalles de la visita papal que comenzaría el viernes 11. En coincidencia, se publicó que el Santo Padre había designado obispo de Mercedes a Monseñor Emilio Ogñenovich y el PEN liberó 128 detenidos, bajo el régimen de “libertad vigilada” y la Cámara en lo Contencioso Administrativo ordenó devolverle al sindicalista Lorenzo Miguel sus bienes incautados por la Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial (CONAREPA). 

El jueves 10, fue el Día de Afirmación de los Derechos Argentinos en las Malvinas y en Buenos Aires se lo celebró con escenas que manifestaban un gran sentimiento patrio y enorme entusiasmo. Quizá fue el gran día de Nicanor Costa Méndez, el personaje central en los matutinos del viernes 11, en los que aparece sonriente abrazado a Galtieri y apretujado por la multitud. 

A las 11 horas dirigió una arenga en el Salón Dorado del Palacio San Martín, rindiendo un homenaje a los argentinos caídos en las islas “por una guerra justa: por la Patria”. Homenajeó a Latinoamérica que se impuso en la OEA en dos oportunidades a los Estados Unidos “condenándolo en este hecho que no tiene ningún vestigio ideológico, que no puede ser enmarcado por nadie de buena fe en el enfrentamiento Este-Oeste”. Y finalmente señaló que “a la emocionante y apasionada adhesión de América Latina siguió la no menos emocionante y apasionante adhesión del Tercer Mundo”. 

Tras sus palabras, hizo leer a su jefe de Prensa la declaración final del Movimiento de Países No Alineados aprobada en la Cumbre de La Habana. A las 18, en la Plaza de Mayo, se encendieron las luces de la fachada del Banco de la Nación Argentina, mientras la multitud ensayaba cánticos contra Gran Bretaña y los Estados Unidos. Con el paso de los minutos, la gente comenzó a corear: “Borombombón, borombombón, salí Galtieri, salí al balcón”. No salió al balcón, pero en la puerta de Balcarce 50, de viva voz, dijo: “Yo siento la palabra del pueblo, al observar esta gente que llegó a la Plaza de Mayo”. Luego, con Costa Méndez y otros funcionarios, se dirigió al centro de la plaza para arriar la bandera nacional. 

El Teniente General Galtieri y Costa Méndez en la Plaza de Mayo

Entre los que estaban ese día en la Casa Rosada, el Coronel Bernardo Menéndez era uno de los más activos. Era el segundo hombre en importancia en el Ministerio del Interior. Se destacaba de muchos uniformados por su inclinación permanente a escuchar y dialogar. “Parecía un civil” sabían decir los dirigentes políticos. Precisamente, después del acto en la Plaza de Mayo, Menéndez y Costa Méndez entraron juntos y se pararon en el Patio de las Palmeras de la Casa de Gobierno. Desde hacía un tiempo, “Canoro” sabía que Menéndez planteaba muchos signos de interrogación sobre el manejo diplomático del problema. De allí, entonces, la frase que le dirigió el canciller al Coronel Menéndez: “Coronel, yo sé que usted tiene resquemores de cómo se lleva la cuestión de las Malvinas. Yo, como canciller, le digo que esto está controlado y no va a terminar mal”.

Unos párrafos de los apuntes del autor del 10 de junio de 1982

En otro lugar de Buenos Aires se hablaba así: “Si se rechazara el ataque inglés sobre Puerto Argentino, la Fuerza Aérea pedirá negociar directamente con Gran Bretaña”, fue el concepto pronunciado el 10 de junio de 1982 por un Brigadier en actividad, durante un almuerzo con Raúl Alfonsín en el departamento de la avenida Alvear 1598 del Ministro de Embajada Oscar Torres Ávalos. 

Por la noche del mismo día, a escasas cuadras del lugar, en el Luna Park, una Comisión Popular de Defensa de la Soberanía de las Malvinas, con la heterogénea presencia de Simón Lázara, Luis Brandoni, Humberto Volando, Néstor Vicente y Vicente Solano Lima, realizó un acto donde se pronunciaron innumerables discursos. En la mañana había arribado la delegación sindical que concurrió a la asamblea de la Organización del Trabajo (OIT), en Ginebra. “Cumplimos con los objetivos”, declaró Saúl Ubaldini. Faltaban pocas horas para que llegara a Buenos Aires el Papa Juan Pablo II y a Menéndez le tocó organizar su seguridad y otros detalles con Monseñor Paul Marcinkus, “el banquero de Dios”, en la sede de la Nunciatura. 

Londres anunció que el viernes 11, a la noche, inició el ataque final a Puerto Argentino a través de golpes de comando. Las páginas principales de los matutinos del viernes 11 de junio se dedicaron a ensalzar la llegada del “Mensajero de la Paz”, Juan Pablo II, su misa en Palermo y la multitudinaria celebración religiosa que ofrecería en Luján por la tarde. También haría una visita protocolar a la Junta Militar en el Salón Blanco de la Casa Rosada. El vespertino La Razón del viernes 11 dedicó casi todas sus páginas a su llegada a Buenos Aires, esa mañana, y su visita, revestida con mensajes de paz en tiempos de guerra. El presidente Leopoldo Fortunato Galtieri lo esperó en Ezeiza; gente de todas las condiciones sociales se volcó a las avenidas para vitorearlo. Pasó por General Paz, 9 de Julio, Rivadavia, Callao, Alvear, Libertador.

El Papa Juan Pablo II saluda desde la Casa de Gobierno bajo la atenta mirada de la Junta

“En diversos sectores, incluso gubernamentales, existe hoy una mezcla de esperanza y de temor, de cara a la influencia que Juan Pablo II pueda ejercer en Buenos Aires, bien como hacedor determinante de una paz poco menos que incondicional —algunos la calificarían de rendición—, bien como una especie de mediador en nuestro conflicto con Gran Bretaña, que permita una solución honorable para ambas partes. Grupos de la curia y de algunos partidos políticos, como el peronismo, han puesto ya en marcha una campaña titulada ‘viva la paz’”, escribió en La Prensa Jesús Iglesias Rouco. “La visita relámpago del Papa a Buenos Aires es proféticamente un viaje de paz”, escribió L’Osservatore Romano. 

El Santo Padre dio dos misas públicas. Una en Luján en la tarde del mismo día en que arribó y otra al día siguiente, frente al Monumento de los Españoles. Ambas fueron multitudinarias, pero el gobierno, junto con algunos obispos, desalentó la de Luján. “En realidad, lo que aquellos dirigentes han querido poner de manifiesto es que la misa de Palermo, con sus palcos colmados de funcionarios, habría de tener, respecto de la celebrada anteayer, un tinte de mayor compromiso con el nivel gubernativo”, se escribió en La Nación del 13 de junio en su página 8. 

El diario Crónica reproducía: “Si cayera Puerto Argentino, que no caerá, recuerden Dunkerque”, dijo Galtieri a la periodista italiana, mientras la revista Tiempo, de España, reprodujo una entrevista a Amadeo Frúgoli en la que decía que “el conflicto puede hacer variar el curso de la historia”. 


"Es evidente que su presencia, en los momentos trascendentales (viernes y sábado previos a la caída de Puerto Argentino) nos perjudicó", le dijo Galtieri al autor de la nota

Preguntado, el 12, sobre la impresión que le había dejado la visita de Su Santidad, el Teniente General Galtieri dijo: “Me siento espiritualmente feliz e interpreto que así lo está nuestro pueblo”. El 18 de agosto de 1982, dos meses más tarde, me diría todo lo contrario: 

—¿Cómo se concertó la visita del Papa? 

—Como recordará, Juan Pablo II tenía previsto –desde antes de la recuperación- una visita a Gran Bretaña. Da la casualidad que la misma se realiza justo cuando nos encontrábamos en pleno enfrentamiento. A mí, personalmente, me cae mal que él no postergue el viaje. Entonces, por aquellos días, es llamado al Vaticano el Cardenal (Raúl) Primatesta, quien lleva la inquietud de la Iglesia argentina en el sentido de que el Papa no podía aparecer avalando con su presencia en Gran Bretaña la posición de la señora Thatcher. Es allí, en ese momento, que Juan Pablo II decide venir a Buenos Aires. Él no podía aparecer, con su viaje a Londres, dando la sensación que se hallaba lejos espiritualmente de la Argentina y de América Latina. 

—¿Cuál fue para usted la posición de la Iglesia argentina durante la guerra? 

—La Iglesia se encontraba espiritualmente, ideológicamente, de acuerdo con el Gobierno. 

—¿El Papa trató con usted el tema de Malvinas? 

—No, no hizo ninguna referencia. Sólo conversó conmigo, en la corta entrevista que mantuvimos en el aeropuerto, el tema del Beagle, pues éste era su problema. Me pidió que aceleráramos una respuesta. Yo dije que era cuestión de sentarnos en una mesa con los chilenos y no levantarnos hasta que se produjera una “fumata”. Es evidente que su presencia, en los momentos trascendentales (viernes y sábado previos a la caída de Puerto Argentino) nos perjudicó.

La multitudinaria misa en la Basílica de Luján en plena guerra de Malvinas (AP Photo/Mark Foley)

“Durante los pocos minutos que estuvo a solas con las autoridades argentinas —con la Junta Militar o con el Presidente— el Papa habló de la paz ‘como un bien y un deber supremos de los cristianos’, y para conseguirla —habría dicho— ‘deben hacerse todos los esfuerzos posibles, aunque sea a costa de sacrificios’”, escribió Joaquín Morales Solá, el domingo 13 de junio. Luego sorprendió a sus lectores relatando, en la misma columna, que la Multipartidaria pensaba reclamar elecciones a fines del 1983 y entrega del gobierno a los pocos meses. Para Galtieri “no hay cronograma ni plazos (...). No lo había antes del conflicto con Gran Bretaña y los militares creen que la situación nacional no ha cambiado tanto como para dar un giro en ese estratégico flanco del régimen”.

La bendición de Juan Pablo II a los argentinos en la misa que se celebró en Palermo (Bettmann Archive)

Mientras se libran cruentos combates en las proximidades de Puerto Argentino, informan los matutinos dominicales: “Fuentes militares precisaron que la actual táctica de los ingleses está constituida por ataques nocturnos con empleo de material muy sofisticado para las operaciones en la oscuridad”. Sin decirlo abiertamente, para no revelar el estado de desamparo de las tropas argentinas, se informaba del uso de visores infrarrojos por los comandos británicos. Sólo bastaba para conocer de su existencia buscarlos en las revistas especializadas de caza. 

En la segunda edición de La Nación del domingo 13 se publicó en la tapa el comunicado que emitió el Estado Mayor Conjunto a la 01:20, en el que informa que el día anterior los británicos “conquistaron Monte Dos Hermanas y parte de Monte Harriet. [...] El enemigo en su avance ha penetrado 3,5 km dentro del dispositivo de seguridad propio; esta situación no configura por sí un hecho determinante de éxito o fracaso, pues depende de la concepción operativa de la defensa”. Se estaba peleando en las puertas de Puerto Argentino. No se lo decía y el gran público no lo intuía. 

Fuente: https://www.infobae.com

MALVINAS: EL AUDIO INÉDITO DE GALTIERI CON EL SECRETARIO DE LA ONU, QUE LO ACUSÓ DE NO ESTAR “SOBRIO”

 

El diálogo telefónico sucedió el miércoles 19 de mayo de 1982 a las 17:45 de la tarde, entre el entonces mandatario argentino y el peruano Javier Pérez de Cuéllar. El fracaso del intento de mediación entre la Argentina y Gran Bretaña y el fin, para el organismo multilateral, de cualquier posibilidad de negociación por la paz. 

Por Juan Bautista Tata Yofre 

El martes 18 de mayo de 1982 la Argentina presentó un proyecto de acuerdo al Secretario General de las Naciones Unidas. El documento volvía a insistir que “los tres párrafos de la Resolución 502 son indivisibles en su tratamiento y por lo tanto el retiro de tropas es parte de las negociaciones y no condición previa para negociar”. A renglón seguido consideraba que “el ámbito geográfico dentro del cual deberá cumplirse el retiro de tropas abarca las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur”. El tercer punto del preámbulo era: “El retiro de las fuerzas de ambas partes deberá ser gradual y simultáneo. En un plazo máximo de treinta días todas las fuerzas armadas deberán hallarse en sus bases y áreas normales de operación”. 

“Pesimismo por las gestiones en la UN”, tituló La Nación el mismo martes. Y Carlos W. Otero en la columna de tapa se hizo eco de una opinión de Javier Pérez de Cuéllar: “El tiempo no está del lado de la paz”. La CEE renovó por una semana las sanciones comerciales a la Argentina, pero esta vez no adhirieron Italia e Irlanda. Mientras se negociaba en las Naciones Unidas, aquí aparentemente había tiempo para discutir lo que sobrevendría: “Después del conflicto se deberá retornar al cumplimiento del plan económico, elaborado por Roberto Alemann. De lo contrario algunos funcionarios quedarán de sobra. Mucha gente quiere que se quede el ministro de Economía, pero no el plan. Y eso no es posible”, confesó en la intimidad Jorge Eduardo Bustamante, integrante del equipo económico.

Javier Pérez de Cuéllar, que en 1982 era Secretario General de la ONU

El miércoles 19 de mayo, mientras los ingleses atacaban Puerto Argentino, Alberto Grimoldi, entonces director del Banco Central, fue llamado por Irene Philippi, una ex funcionaria suya y en esos momentos esposa de Álvaro de Soto, un estrecho colaborador de Pérez de Cuéllar. Durante la comunicación le dijo que su esposo quería hablar con él, en nombre del Secretario General de Naciones Unidas. Por la tarde, Grimoldi y Álvaro de Soto establecieron contacto telefónico y el funcionario peruano de las Naciones Unidas le dijo que en ese instante le estaban enviado a la cancillería argentina una propuesta que había encontrado receptividad en la señora Thatcher y que era “sumamente satisfactoria” para la Argentina. Álvaro de Soto se quejó por el estilo extremadamente detallista del negociador argentino, embajador Enrique Ros, y pidió abrir, a través de él, “un camino alternativo” porque “Pérez de Cuéllar temía que el presidente Galtieri no fuera bien informado de la propuesta”, relató años más tarde Manuel Solanet, testigo de esta gestión. A partir de ese momento se realizaron ingentes conversaciones en la Casa Rosada y en el Palacio San Martín. En un momento, Grimoldi hablaba con Álvaro de Soto desde la Cancillería y, en paralelo, Costa Méndez hacía lo propio con Pérez de Cuéllar. El canciller argentino se comprometió a responder a las 22 horas (de Nueva York). La respuesta nunca llegaría, y esa misma noche, en una conferencia de prensa organizada por Rodolfo Baltiérrez, Costa Méndez se expresó con un fuerte tono belicista. 

Según Manuel Solanet, desde Nueva York, Eduardo Roca explicó que “el 17 de mayo recibimos la conocida propuesta británica”, casi “un ultimátum” y que “sólo podía alcanzar modificaciones cosméticas”. Lo que no sabía Solanet, ni contaba Roca, era que entre el 17 y 20 de mayo se realizaron otras negociaciones paralelas que incluyeron al empresario Wenceslao Bunge y el Brigadier Basilio Lami Dozo, analizando la propuesta británica en la residencia de la embajadora Kirkpatrick, con los embajadores Enrique Ros y Roca (ocasión en la que Kirkpatrick opinó reservadamente que la impacientaba la manera minuciosa y lenta de negociar del vicecanciller Ros). Fueron tan extenuantes esas horas que en plena negociación, en la residencia de la embajadora norteamericana en las Naciones Unidas, Eduardo Roca se quedó dormido. En esas mismas horas, Javier Pérez de Cuéllar habló telefónicamente con Margaret Thatcher y Galtieri. En la intimidad comentó que cuando habló con el presidente argentino percibió, por el tono de su voz, que no estaba “sobrio”; un hecho absolutamente falso. Basta escuchar la grabación –realizada a las 17:45 del miércoles 19-- para darse cuenta que el presidente argentino hablaba con propiedad. 

Alexander Haig, Galtieri y Costa Méndez

JPC: “Mucho me complace y me honra saludarlo”. 

LFG: “El placer es mío Sr. Pérez de Cuellar, escucharlo y agradecer la ocurrencia de llamarme.” 

JPC: “Al contrario, es para mí una gran satisfacción no solamente como Secretario General sino como peruano. Señor Presidente yo me permití llamarlo para que tal vez cambiar con usted algunas impresiones como yo la veo ahora y naturalmente con una mezcla de angustia por el tiempo que transcurre con una velocidad peligrosa para la causa de la paz y por otro lado con un poco de esperanza de tal vez poder obtener en estas horas que me quedan una solución para este problema que no solamente emociona a su país y a la Gran Bretaña sino en realidad a todo el mundo.” Luego del prólogo el secretario de Naciones Unidas explicó: “Sé que los británicos consideran que la negociación está terminada para ellos pero no está terminada para mí, porque yo, como Secretario General de las Naciones Unidas no tengo en la mira el interés de alguna de las partes, sino el interés de la paz…”. 

LFG: “La Argentina –usted lo sabe—ha ido progresivamente flexibilizando la posición hasta límites que son, diría yo para ciertos sectores importantes de la opinión pública argentina, y me atrevería a decirle de la opinión pública latinoamericana, extremos de flexibilización”. Durante el mismo contacto telefónico Pérez de Cuellar le propuso a Galtieri enviar a Buenos Aires un hombre de su confianza (el subsecretario Cordovés) para tratar las cuestiones más sensibles de su propuesta. En particular cuando se hablaba de la aplicación del artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas y la autodeterminación de los kelpers. Para el canciller Costa Méndez aceptar este punto equivalía a devolver las islas a los británicos. 

El diálogo se extendió por varios minutos y seguidamente, a las 18:30, Galtieri lo relató en la reunión del Comité Militar (COMIL) que se realizó en el edificio del Estado Mayor Conjunto. Oportunidad en la que se trató el viaje del canciller en el caso de una reunión del Consejo de Seguridad.

El General Galtieri en una reunión de gabinete en plena guerra de Malvinas

El jueves 20, Javier Pérez de Cuéllar anunció en el Consejo de Seguridad el fracaso de su gestión mediadora y daba por terminada su gestión. Y el Reino Unido, a través de sus canales diplomáticos notificó extraoficialmente al Secretario General de las Naciones Unidas que no había más razones para seguir negociando. En la misma jornada, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas mantuvo un encuentro informal porque Gran Bretaña se opuso a la realización de una reunión formal. En la ocasión, los Estados Unidos sugirió la conveniencia de invitar a la Argentina a una reunión informal. La Argentina rechazó el convite y Panamá pidió que se realizara una convocatoria formal al Consejo de Seguridad, que fue aprobada. Mientras se realizaban los escarceos diplomáticos, la embajadora Kirkpatrick le comentaría a un negociador argentino: “Londres ya dio la orden para el ataque final”. 

“Durante muchos años tal vez durante siglos, se discutirá en nuestro país para establecer si fue o no el momento preciso para hacerlo (la recuperación). Pero entendemos que la justicia y la reivindicación contenidas en este acto de gobierno, merecen que la decisión sea compartida por todos los habitantes de la República Argentina”, afirmaron, el 24 de mayo de 1982, Deolindo Felipe Bittel y Antonio Cafiero, en una declaración pública que fue registrada en la Memoria de la Junta Militar (Anexo 1195). “Ese mismo día, la Secretaría de Información de la Presidencia, recibió el último sondeo a la opinión pública. A la pregunta sobre si se debía ceder en algo para preservar la paz SIN COMPROMETER LA SOBERANÍA 40.4% de los entrevistados afirmaron que sí, mientras que el resto de los entrevistados respondió que en nada a costa de una guerra”, dejó asentada la Junta Militar. El 25 de mayo, durante un ataque masivo de aviones argentinos, fueron averiados varios barcos de guerra británicos. Entre otros el destructor “Coventry” (gemelo del “Sheffield”) y el portacontenedores “Atlantic Conveyor” que cargaba aviones “Harrier” y helicópteros de transporte de tropas. Para el comandante de la Brigada 3, Julián Thompson, fue un día negro para Gran Bretaña: Él esperaba recibir del Atlantic Conveyor 4 helicópteros Chinook y 6 Wessex con los cuales desplazar sus tropas y materiales de apoyo. Los aviones Harrier que transportaba habían sido retirados antes del ataque. Apenas cuarenta y ocho horas más tarde, en la reunión de gabinete que comenzó a las 10 de la mañana del 27 de mayo, Galtieri explicó que “los ingleses han desembarcado en la zona de San Carlos” y “no extrañó pues las Malvinas son de un perímetro muy extenso.” Pérez de Cuéllar comentaría que “mis esfuerzos ya no sirven al objetivo de la paz”.

 

Fuente: https://www.infobae.com

UN CURA MALVINERO Y MÁS DE DOS SIGLOS DE HISTORIA ARGENTINA: ¿QUÉ HAY EN EL MUSEO DEL EJÉRCITO?

 


En el partido de Tres de Febrero está el Museo del Ejército. Allí, detrás de unos muros con acento medieval, se encuentra parte de nuestra historia bicentenaria. En el lugar, el conflicto del Atlántico Sur se respira –y recuerda– en cada rincón. Uno de ellos, el más reciente, cuenta la historia de un sacerdote que estuvo en la guerra. 

Por Patricia Fernández Mainardi 

Museo del Ejército (Fernando Calzada)

Corría abril de 1982 y, en las Malvinas, ya flameaba la celeste y blanca como resultado de la Operación Rosario. Así como cientos de argentinos partieron hacia el archipiélago para defender nuestras islas, 22 sacerdotes dejaron el continente para acompañarlos en la guerra. Puede resultar contradictorio por lo violento del escenario, pero es en este tipo de situaciones cuando los soldados se aferran con más fuerza a la fe. De hecho, son numerosos los testimonios que señalan que el rezo del Rosario y las celebraciones religiosas fueron un ingrediente clave para el espíritu de aquellos hombres que dieron todo de sí en defensa de nuestra soberanía. 

Para recordar a los clérigos castrenses, el Ejército Argentino inauguró una capilla en el museo que tiene la Fuerza en el partido de Tres de Febrero, que integra a la figura del padre Santiago Mora. Allí, DEF pudo conocer sobre su vida, pero también sobre otros tantos detalles históricos de una institución bicentenaria. 

Capilla Nuestra Señora de las Victorias (Fernando Calzada)

Una capilla con sello malvinero 

“Nuestra Señora de las Victorias” es el nombre de la capilla que posee el Museo del Ejército, reinaugurada y puesta en valor días atrás por las autoridades del organismo, no sin antes tomar la decisión de que también este sea un lugar para recordar la guerra de Malvinas. Por ello, quienes la visiten, hoy pueden encontrar en ella a la figura del sacerdote Santiago Mora, a quien el museo eligió como referente de los capellanes que participaron del conflicto. 

Mora fue un sacerdote italiano que, al instalarse en el país, se sumó al clero castrense. “Fuimos muchos los bendecidos al tener al ‘curita’, como lo nombrábamos todos los integrantes de la defensa de Pradera del Ganso-Darwin. Sus formas humildes, su hablar lento en español con acento italiano y su incansable manera de recorrer las posiciones –de día y de noche– lo convirtieron en una fuente de fortaleza espiritual para las tropas, en la espera y durante el combate”, cuenta el General retirado y veterano de guerra de Malvinas Oscar Reyes. Para él, la presencia del sacerdote fue la garantía de contar con la palabra profunda y alentadora que requiere el espíritu de los soldados. Incluso, dice Reyes, junto a quienes cubrían las posiciones de la primera línea, Mora asistió, cuidó y contribuyó a fortalecer las acciones de la defensa. “Lo recuerdo con su hábito negro, agazapado, dando misa, y abrazando a algún soldado”, cierra el veterano del Regimiento 25. 

Figura del sacerdote Santiago Mora (Fernando Calzada)

Otra anécdota, esta vez del encargado del museo, Suboficial Mayor César Silva, profundiza en la vida de Mora: “El sacerdote prestó varios años de servicio en la Escuela ‘General Lemos’. Durante este tiempo, no solo dio clases, sino que creó el hogar del aspirante con el objetivo de brindarles un lugar a aquellos jóvenes de todo el país que se trasladaban para estudiar en este Instituto de la Fuerza y que no tenían donde alojarse durante los días que no asistían a la Escuela”. 

Una decena de salas, un mismo denominador 

A poca distancia de la autopista General Paz, se encuentran unas fortificaciones de estilo medieval que llaman la atención de los transeúntes. De hecho, fueron estas las que le dieron el nombre a la localidad donde se encuentran: Ciudadela. 

Si bien originalmente fueron destinadas a ser cuarteles del Ejército, hoy en sus instalaciones se ubica el Museo Histórico de la Fuerza. El lugar es una visita obligada para aquellos que quieran recorrer los más de 200 años de historia del país, ya que sus salas abarcan desde el nacimiento de nuestra Patria hasta la guerra de Malvinas. De hecho, al conflicto del Atlántico Sur le destinaron varios metros cuadrados. Entre fotografías, maquetas, y documentos de la guerra, el visitante puede encontrar un objeto que interpela a todos: la bandera que flameó en las Malvinas una vez que fueron recuperadas. Frente a ella, se encuentra otra británica: la que supo pertenecer a la casa del gobernador. 

Sala Malvinas Argentinas del Museo del Ejército (Fernando Calzada)

Son varias las organizaciones y personas que colaboran con este sitio y sus muestras, estáticas e itinerantes. Entre ellos, un grupo de veteranos de guerra de Malvinas. Uno de ellos es el soldado conscripto clase 62 Ricardo Zarza. Él, junto a otros tantos, partió desde Ciudadela hacia las islas integrando el Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea 101. “Para mí, el cuartel de Ciudadela es mi segunda casa. Tenemos un lugar para nosotros, lo cual es una inyección de vida, porque no solo nos ayuda a recordar, sino también a conmemorar a nuestros compañeros que quedaron allá”, confiesa Zarza. Cabe señalar que, en Malvinas, el grupo tuvo tres bajas: los Soldados Claudio Romero y Marcelo Planes, y el Cabo Adrián Bustos. 

El museo puede ser recorrido de lunes a viernes y sábados por la tarde. Y, quienes lo hagan durante el fin de semana, pueden finalizar la visita con un paseo en vehículos militares. 

Fuente: https://www.infobae.com

11 de noviembre de 2022

EL REINO UNIDO NEGOCIARÁ LA SOBERANÍA DE UNA ISLA Y LA CANCILLERÍA EXIGE QUE HAGA LO MISMO CON MALVINAS

 

Gran Bretaña se presentará a una negociación para la devolución de la isla de Chagos a la República de Mauricio, en el continente africano; los habitantes de Malvinas dicen que no son situaciones comparables

Los residentes de las Malvinas piden que se respete el referendo de 2013

La Argentina volvió a insistir en su reclamo por la soberanía en Malvinas, luego de conocerse que el Reino Unido se presentará a una negociación para la devolución de una isla a la República de Mauricio, en el continente africano. Se trata de un pedido avalado por la resolución 2066 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en favor de la restitución de Chagos. Sin embargo, ante la presión de la Cancillería, los habitantes de las islas Malvinas comunicaron que se debe respetar el referendo de 2013 en el que el 99,8% votó para que el territorio siga vinculado a Gran Bretaña. 

En su cuenta de Twitter el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería argentina, Guillermo Carmona, se refirió de esta manera a la intención manifestada por el Reino Unido de cumplir con sus obligaciones internacionales y negociar con la República de Mauricio la devolución de Chagos, una pequeña isla cerca de Madagascar, que controla desde 1814. 


“El camino seguido por la República de Mauricio, apelando a todas las herramientas que las relaciones internacionales y el derecho internacional ofrecen, es el mismo que la comunidad internacional y nuestro país vienen impulsando para la cuestión de las Islas Malvinas”, dijo el secretario en la red social. 

Explicó que la Argentina debe insistir en que se cumpla la resolución 2065, que también quedó firme en la asamblea de la ONU para negociar entre ambos países la soberanía de las Islas. “Reiteramos, nuevamente, el llamado al Reino Unido a reanudar las negociaciones de soberanía por la cuestión Malvinas”, indicó Carmona. Y añadió: “La Argentina debe seguir buscando, como lo estamos haciendo, aprovechar las oportunidades que brinda el escenario internacional para lograr el objetivo de recuperar el ejercicio pleno de soberanía sobre Malvinas. Con este antecedente, hoy estamos más cerca”. 

Ante una consulta de LA NACION, un vocero del Foreign Office marcó diferencias respecto de la situación en Malvinas. “Se trata de dos asuntos muy diferentes, con historias y circunstancias muy distintas. El BIOT (Territorio Británico del Océano Índico) no tiene una población permanente, mientras que las Islas Falkland [Malvinas] están pobladas y los isleños han dejado en claro su visión en el referéndum de 2013, cuando el 99,8% votó en favor de que las islas sigan siendo un territorio de ultramar británico autogobernado”, señaló 

Las expresiones de la Cancillería y del secretario Carmona tuvieron su respuesta por parte de la población local de las islas. Mediante un comunicado de la Asamblea Legislativa advirtieron que la situación entre ambas colonias “no puede ser comparada” y que el “gobierno argentino probablemente intente usar esta oportunidad para respaldar sus aspiraciones coloniales”.



“La decisión tomada con respecto al archipiélago Chagos, si bien está relacionada con la soberanía, no puede ser comparada con las islas Falkland [Malvinas], dice el escrito. Y para ello, recuerda que el referéndum celebrado en 2013, expresa claramente el deseo de los isleños “de seguir siendo parte de la familia de ultramar de Reino Unido, cuando el 99,8% votó que las islas continúen como territorio de ultramar británico autogobernado”. 

Por otro lado, la asamblea malvinense alertó sobre la posibilidad de que “el gobierno argentino probablemente intente usar esta decisión como una oportunidad para respaldar sus aspiraciones coloniales sobre nuestro hogar. Sin embargo, nadie puede reescribir o sobrescribir la evidencia histórica o los derechos humanos de los isleños”. 

La situación en la isla Chagos 

La República de Mauricio consideró por mucho tiempo que el Reino Unido es un “invasor colonial ilegal”, ya que ignoró en 2019 un plazo que le dio la ONU para devolver a la nación isleña el control de un disputado territorio: las islas Chagos. 

Se trata de un archipiélago de más de 50 islas en el Océano Índico, que la República de Mauricio reclama como parte de su territorio. Tal vez el nombre de las islas no sea familiar para muchos, pero se encuentran en el centro de esta acérrima disputa de descolonización con el Reino Unido. 

La Asamblea General de la ONU le dio al gobierno británico en 2019 un plazo de seis meses para que renunciara al archipiélago a favor de Mauricio, pero ese periodo ha expirado. Un total de 116 Estados votaron en mayo de ese año a favor de la resolución, seis votaron en contra y 56 se abstuvieron, entre ellos Francia y Alemania. 

El gobierno británico considera que la soberanía de las islas es “un asunto bilateral que debe ser resuelto entre el Reino Unido y Mauricio”. El origen de la disputa data de 1965, tres años antes de que Gran Bretaña concediera la independencia a Mauricio. 

Fue entonces cuando el gobierno británico decidió separar de su colonia en el Océano Índico a las islas Chagos y darles un destino diferente. Los más de 1500 habitantes locales fueron deportados del archipiélago para que la mayor de las islas, Diego García, pudiera ser arrendada hasta 2036 a los Estados Unidos para una base militar. 

Foto de archivo de Louis Onesime, refugiado de Chagos en territorio de Mauricio, en un hogar compartido por más de 20 miembros de la familia. Muchos chagosianos se quejan de condiciones de miseria

El territorio de Diego García fue uno de los sitios usados por Washington en el controvertido programa de la CIA de vuelos secretos y transporte clandestino de prisioneros, conocido en inglés como “rendition”. 

El Reino Unido jamás permitió el regreso a sus hogares de los chagosianos, como se conoce a los habitantes originarios de las islas. Los chagosianos viven ahora, fundamentalmente, en Mauricio, donde junto a sus descendientes conforman una comunidad de cerca de 5000 personas. Muchos han expresado su desesperación por volver a las islas Chagos y aseguran vivir en condiciones de miseria. 

Fuente: https://www.lanacion.com.ar 

DURO COMUNICADO DE LOS ISLEÑOS POR MALVINAS: ACUSAN AL GOBIERNO ARGENTINO DE TENER "ASPIRACIONES COLONIALES"

 

La Asamblea Legislativa de las islas ratificó la autodeterminación de los pobladores, después de que Reino Unido aceptó negociar con la república de Mauricio la cesión de las Chagos. 

Los isleños volvieron a expresar su deseo de seguir siendo parte de "la familia de ultramar de Reino Unido. Foto: Reuters/Marcos Brindicci/Imagen de archivo.

El gobierno local de las Islas Malvinas ratificó el jueves su autodeterminación y su decisión de seguir perteneciendo a la comunidad de territorios de ultramar de Reino Unido. 

La Asamblea Legislativa de Malvinas emitió un comunicado luego del anuncio del Gobierno Británico de iniciar el proceso de negociación con la república de Mauricio sobre el futuro traspaso de las Islas Chagos, que revierte una política sostenida durante años de resistencia y derrotas legales en tribunales internacionales. 

"La decisión tomada con respecto al archipiélago Chagos, si bien está relacionada con la soberanía, no puede ser comparada con las islas Falkland", comienza el comunicado, difundido este jueves poco después de conocerse la determinación británica sobre las Chagos. 

Y utiliza como argumento el referendo celebrado en 2013, en el que según el comunicado los isleños claramente expresaron su "deseo de seguir siendo parte de la familia de ultramar de Reino Unido (...) cuando el 99,8% votó que las islas continúen como territorio de ultramar británico autogobernado". 

En referencia al anuncio de Londres, la Asamblea acusó que "el Gobierno argentino probablemente intente usar esta decisión como una oportunidad para respaldar sus aspiraciones coloniales sobre nuestro hogar. Sin embargo, nadie puede reescribir o sobrescribir la evidencia histórica o los derechos humanos de los isleños". 

"La invasión ilegal argentina a nuestras pacíficas islas hace 40 años, que resultó en la pérdida de casi 1.000 vidas, no ha sido olvidada. Nosotros hemos asegurado que en el 40º aniversario de nuestra liberación hemos celebrado cuán lejos hemos llegado como una isla-nación al mismo tiempo que integramos la familia británica de ultramar", agrega el comunicado. 

El archipiélago de Chagos, en el océano Índico.

Por último, las autoridades ratifican que la posibilidad de que haya un cambio en el estatus de la soberanía isleña es muy lejana. 

"El Gobierno británico respeta constantemente el derecho de la gente de las islas Falkland a la autodeterminación. No habrá conversaciones sobre el estatus de las Islas Falkland a menos que los isleños de las Falkland deseen que esas conversaciones ocurran", concluye el comunicado. 

El gobierno argentino instó nuevamente al Reino Unido a negociar por la soberanía 

El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería Argentina, Guillermo Carmona, celebró que el Reino Unido aceptara negociar con la república de Mauricio la cesión de las Chagos. 

"Hoy es un día trascendental para todos los pueblos que luchan por poner fin al colonialismo en todas sus formas y que como nuestro país desde hace más de 189 años, defienden sus legítimos derechos soberanos", dijo Carmona. 

"Del mismo modo deben cumplir con la resolución 2065 sobre la Cuestión Malvinas", aseveró el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.

La Cancillería que conduce Santiago Cafiero respondió

"El camino seguido por la República de Mauricio, apelando a todas las herramientas que las relaciones internacionales y el derecho internacional ofrecen, es el mismo que la comunidad internacional y nuestro país vienen impulsando para la Cuestión de las Islas Malvinas", agregó Carmona. 

El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur celebró "este triunfo de la justicia, la paz y el derecho internacional por sobre la intransigencia de las potencias coloniales”. “Reiteramos, nuevamente, el llamado al Reino Unido a reanudar las negociaciones de soberanía por la Cuestión Malvinas".

Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería Argentina. Foto: EFE

“La Argentina debe seguir buscando, como lo estamos haciendo, aprovechar las oportunidades que brinda el escenario internacional para lograr el objetivo de recuperar el ejercicio pleno de soberanía sobre Malvinas. Con este antecedente, hoy estamos más cerca” sentenció Carmona. 

El comunicado de Cancillería destaca que en junio de este año y "en el marco de la sesión dedicada exclusivamente al tratamiento de la Cuestión Malvinas en el Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas, el canciller Santiago Cafiero hizo un fuerte reclamo al Reino Unido para que reanude las negociaciones bilaterales con nuestro país a fin de encontrar un solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía en las islas". 

"El mundo no puede permanecer indiferente ante el objetivo de alterar la estabilidad en América Latina y el Caribe, una de las zonas de paz más consolidadas del planeta", sostuvo Cafiero. 

Y concluyó: "Es hora ya de que el Reino Unido escuche a la comunidad internacional y retome las negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía con la República Argentina. Que no le tenga miedo a la paz. Que pierda el temor al diálogo dentro del derecho internacional”, sostuvo Cafiero.

 

Fuente: https://www.clarin.com

GUERRA DE MALVINAS: DOCUMENTOS BRITÁNICOS REVELAN EL MISTERIO DEL HELICÓPTERO ARGENTINO QUE DESAPARECIÓ EN UNA MISIÓN DE RESCATE

Exclusivo: documentos ingleses desclasificados y testimonios de veteranos de ese país revelan que el helicóptero Puma de Aviación de Ejército, tripulados por Juan Carlos Buschiazzo, Roberto Fiorito y Horacio Di Motta no cayó al mar durante la difícil misión de rescatar a los náufragos del Narwal. La larga historia que ocurrió en un solo día, pero que lleva 36 años esperando su final.  

Por Adrián Pignatelli 

El Alfa Eco 505

Guerra de Malvinas. A las 9:05 horas del 9 de mayo se recibió el siguiente mensaje: "Aquí Narwal. Somos atacados por aviones ingleses en la latitud 52 45' Sur y longitud 58 02' Oeste. Tenemos heridos graves". 

El Narwal era un barco pesquero perteneciente a la Compañía Sudamericana de Pesca. De 1350 toneladas, operaba en aguas argentinas desde febrero de 1975 y tenía una dotación de un capitán y 24 pescadores. Simulaba realizar tareas de pesca al este de Puerto Argentino, pero su misión era la de efectuar tareas de inteligencia sobre la flota británica. Para ello, a bordo estaba el teniente de navío Juan Carlos González Llanos. 

Para los ingleses, la del Narwal no era una presencia nueva. Según recuerda en sus memorias el Almirante Sandy Woodward, su oficial de guerra le había informado: "Es ese maldito barco pesquero otra vez, señor. Acaban de identificarlo. El Narwal, el mismo que debimos alejar hace diez días, la noche anterior a que llegáramos a la zona". 

Dos Sea Harrier, armados con bombas de 500 kilos y con sus cañones de 30 mm fueron enviados a detener la nave. A pesar que dos bombas cayeron a los costados del barco, una tercera impactó sobre la cubierta de popa, hiriendo gravemente a uno de los marineros, Omar Rupp. 

Luego, los aviones ingleses hicieron varias pasadas disparando 200 proyectiles. Como el barco se hundía, el capitán ordenó abandonarlo. Antes de hacerlo Rupp, con su pierna destrozada, alcanzó a pedir que cuidasen a su familia y murió. En el barco tenía un triciclo para su hijo que había nacido cuando ya estaba embarcado. 

Ya en las balsas, los marineros escucharon, sobre las nubes, el motor de un helicóptero grande. Pensaron que era argentino. Era un Sea King inglés. 

De Moody Brook a Monte Kent 

A esa misma hora, el Batallón de Aviación de Combate 601 del Ejército Argentino apuraba la mudanza de su base que habían establecido en Moody Brook. Una semana antes, fuerzas argentinas habían avistado un helicóptero inglés que transportaba comandos de la SAS. Su misión era la de localizar la base de helicópteros argentinos, darles las coordenadas a la flota para así destruirla. De esta manera, cortarían el principal transporte con que contaban las fuerzas argentinas. Si bien el ejército envió un grupo de comandos para realizar una contraemboscada, no hubo un encuentro entre ambos grupos. 

El bombardeo sobre Moody Brook produjo la destrucción de un helicóptero Puma de Prefectura y dañó a un Bell UH-1H (el Alfa Eco 410) que, si bien podría haberse reparado, no había tiempo ni recursos para hacerlo. 

A primera hora de ese 9 de mayo el batallón se establecía, en mejor resguardo, en Monte Kent. 

Uno de los pilotos más experimentados con el que contaba la unidad era el Teniente Juan Carlos Buschiazzo. Había realizado cuatro campañas antárticas, siempre piloteando un helicóptero. Era un piloto civil que se había asimilado al Ejército, haciendo el curso en la Escuela de Combate General Lemos y además había asistido a clases de perfeccionamiento en Francia. 

El 2 de abril lo sorprendió haciendo trabajos administrativos en una oficina del Comando de Arsenales. "A mí no me van a mandar a Malvinas porque estoy en Arsenales. Me presento como voluntario" -le dijo a su esposa. 

Otro era el Teniente Primero Roberto Mario Fiorito, de 30 años, fanático de San Lorenzo. Apenas egresado del Colegio Militar, fue destinado a Jujuy y luego a Tucumán; posteriormente pidió el pase a Córdoba para hacer el curso de paracaidista y de ahí solicitó ingresar a Aviación de Ejército para ser piloto de helicóptero. 

Roby, como se lo llama en la familia, había participado dos veces en la campaña antártica, también como su amigo Buschiazzo, piloteando un helicóptero. En noviembre de ese año tenía fecha para casarse. 

La dotación estaba conformada por dos Chinook, cinco Puma, tres Augusta y nueve Bell Uh-1H. Los oficiales más antiguos volaban los Chinook, que son los helicópteros más grandes, con dos rotores; los Tenientes Primero piloteaban los Puma; y los recién egresados, con pocas horas de vuelo, lo hacían en los Bell UH-1H. Los que poseían un poco más de experiencia volaban los Augusta. 

El Narwal fue hundido por un misil británico lanzado desde el Coventry

Los pilotos estaban ayudando a descargar el equipo que traían desde Moody Brook cuando se recibió la orden de que un helicóptero bimotor debía dirigirse al Centro de Operaciones de Vuelo, ubicado en la zona del hipódromo, para recibir órdenes sobre una nueva misión: localizar a los sobrevivientes del Narwal, y pasar las coordenadas a un buque mercante, anclado en el Estrecho de San Carlos, para que los náufragos fueran rescatados. 

La misión se la adjudicaron a Buschiazzo, pero su helicóptero había sufrido un desperfecto de último momento. Entonces, fue convocado Fiorito. Pero debía hacerlo con un copiloto. 

En medio de una sobremesa todos pujaban por ser voluntarios. Hasta que apareció Buschiazzo y dijo que como la misión se la habían dado primero a él, sería el copiloto. A Fiorito lo alegró, quien estaba un poco deprimido ya que el día anterior se había hecho tiempo para llamar a su mamá por el día de su cumpleaños. Buschiazzo pudo haberse hecho el distraído y quedarse en tierra, pero acompañó a su amigo. 

Como mecánico iría el Sargento Horacio Raúl Di Motta. Había nacido en Goya, pero desde chico la familia se había radicado en Gualeguaychú siguiendo a su padre, Suboficial enfermero. De chico había aprendido a querer la milicia. Le decían Lito, y ya de pantalones cortos lo recuerdan haciendo la venia. 

"Los días más felices de nuestra infancia eran cuando mi papá nos llevaba a almorzar al regimiento", recuerda su hermana Nora. A los 15 años, comenzó a estudiar Mecánico de Aviación. Le había tocado estar en Tucumán y fue movilizado cuando la Argentina estuvo por ir a la guerra con Chile por el conflicto limítrofe del Canal de Beagle. Su hermana aclara que "él amaba todo esto. Acompañamos su decisión. Iban a recuperar lo que era nuestro". 

Los protagonistas de esta historia, Buschiazzo, Fiorito y Di Motta

La del rescate era una misión suicida. No solo porque el piloto de helicóptero de Ejército no estaba instruido en rescates en el mar, sino que la máquina no contaba con el equipamiento adecuado para semejante tarea e iba a estar a merced de la aviación y artillería naval enemiga. Y con un estado del tiempo pésimo. 

La nave que se usaría es la única que había cruzado volando desde el continente. La cargaron con sogas, botes y chalecos salvavidas y víveres. Además, llevaban dos handy con frecuencia naval para poder comunicarse con los náufragos, una vez que fueran localizados. 

Sabían el peligro que corrían. Di Motta se quitó su gorra y se la dio a un compañero, de apellido González. "Esta te la dejo a vos, porque la vas a necesitar más que yo". Años más tarde, un anciano González le daría a la hermana de Di Motta la insignia que llevaba esa gorra. 

Di Motta corrió a alistar al helicóptero, mientras que el resto del grupo se tomó una fotografía. En el extremo derecho, aparece parado Buschiazzo y agachado, Fiorito. Sería su última foto. 

La última foto que se tomó la dotación. Al extremo derecho está Buschiazzo parado y agachado, Fiorito. El que falta es Di Motta que en esos momentos estaba poniendo a punto el helicóptero.

Cerco sobre Puerto Argentino 

A las 5 de la mañana de ese mismo 9 de mayo, el destructor Coventry y la fragata Broadword tomaron posición al sur de Puerto Argentino para formar parte de una trampa misilística y evitar que aterricen o despeguen aviones desde la pista de Puerto Argentino. Desde las islas avistaron a estos buques ingleses, con lanchones de desembarco y con capacidad misilística. 

Entonces se ordenaron misiones de ataque contra estas naves. En esa circunstancia, dos aviones A4C Skyhawk, piloteados por los Tenientes Jorge Eduardo Casco y Jorge Ricardo Farías -que formaban parte de una escuadrilla que integraban el Capitán Jorge Osvaldo García y el Alférez Gerardo Guillermo Isaac-, el mal tiempo les jugó una mala pasada y se estrellaron en unas islas cercanas al intentar atacar a los buques. 

El hundimiento del Coventry. Desde allí se disparó el misil Sea Dart contra el helicóptero argentino

A las 11 de la mañana dos Lear Jet, pertenecientes al Escuadrón Fénix, que carecían de armamento, intentaron una maniobra de diversión. Fue cuando desde el Coventry se disparó, por primera vez en la historia, el misil Sea Dart. En realidad fueron dos proyectiles, lanzados a una distancia de 165 millas (unos 265 km), el límite máximo de su alcance. Uno pasó entre medio de los dos Lear Jet, los que descendieron abruptamente y emprendieron regreso a la base. 

El comandante del Coventry David Hart-Dyke aseguró que el blanco detectado se trataba de un Hércules, escoltado por Skyhawk. Cuando el capitán del Coventry le informó a Woodward de "un derribo probable", el Almirante le respondió: "Tranquilo, David. No dispare hasta que les vea el blanco de los ojos". 

La misión y el misil Sea Dart 

Minutos antes de las 4 de la tarde, en medio de una espesa niebla, el helicóptero con Buschiazzo, Fiorito y Di Motta despegó. Inmediatamente comunicó su plan de vuelo para no ser blanco de la artillería argentina. La última comunicación que se recuerda es a Fiorito decir "estamos en zona de trabajo", aunque pudo haber dicho "proa al trabajo". No quedaron grabaciones. 

Desde el radar 967 de la Broadword fue detectado un blanco lento, en movimiento sudeste. Por data link le pasó al Coventry los datos de posición, se asignó el blanco al radar de control de tiro 909 y se lanzó un solo misil Sea Dart. Luego de navegar 13 millas (21 km), impactó en ese blanco que se movía lentamente. Era el primer Sea Dart que hacía blanco. 

El recorrido realizado por el Afa Eco 505

Al día siguiente, se mandaron tres vuelos de búsqueda, un Augusta de Ejército, después un Pucará y por último un Aeromacchi. Todos bordearon la costa, pero sin divisar nada. 

Durante 36 años, en la Argentina se creyó que el helicóptero había caído al mar. Pero otra podría ser la historia. 

El misterio del helicóptero argentino 

En mayo de este año salieron a la luz valiosos datos que revelarían el lugar donde el helicóptero Puma fue derribado. No es en el mar, como se suponía, sino en tierra. Y los documentos señalan que aún estaría allí. 

El mérito de este hallazgo le corresponde al Coronel Luis Bennardi, jefe de personal de Aviación de Ejército y al Subteniente de Reserva Mariano Sciaroni, dos estudiosos de la especialidad a la que pertenecen. Ellos pacientemente fueron reconstruyendo los hechos y recopilando valiosos documentos que obtuvieron en Gran Bretaña y que, posiblemente, sirvan para comprobar que otra fue la historia. 

Bennardi y Sciaroni le relataron a Infobae que el 22 de junio de 1982, el Mayor Ewen Southby-Tailyour recibió la orden de recorrer en helicóptero y detectar la presencia de restos donde se habían producido derribos. Este militar es el que encontró en la isla Borbón el Lear Jet que piloteaba el Vicecomodoro Rodolfo de la Colina. Más restos del mismo aparato se hallarían años después, por casualidad, luego de que una gran sequía en la zona los dejara al descubierto. 

El Subteniente Mariano Sciaroni y el Coronel Luis Bennardi, responsables de la investigación sobre el helicóptero Alfa Eco 505

En 1978, Southby-Tailyour fue designado comandante de guarnición de los Royal Marines, en Malvinas. En las islas fue ascendido a Mayor. Uno de sus hobbies era el de navegar por las costas de las islas en su yate. Entusiasmado escribió un libro sobre las costas del archipiélago y se lo ofreció a una editorial inglesa para su publicación, aunque no les interesó. 

Cuando estalló la guerra, recuperó el manuscrito y se lo llevó al comandante de brigada. Se lo cedió con la condición de ser parte de la expedición militar al Atlántico Sur. Él asegura que se eligió el estrecho de San Carlos para desembarcar gracias a los datos que en su momento había relevado. "Fue la persona que más colaboró para la recuperación de las islas", lo elogiarían en Gran Bretaña. Este Teniente Coronel retirado lleva escritos 15 libros sobre una variada temática que incluyen historia militar, yachting y novelas. 

La isla Bouganville, también conocida como Lively Island, recuerda a Louise Antoine de Bouganville, un francés que en 1763 fundó la colonia de Port St. Louis, hoy Puerto Soledad. En esa isla, Southby-Tailyour halló restos de un Puma y de un Skyhawk. Así lo pudo reconfirmar gracias al oficial de vuelo de la HMS Avenger. Según ellos, estaba perfectamente visible su tren de aterrizaje. "Estaba muy quemado, no vi restos humanos, por suerte", remarcó. Así se lo hizo saber al Subteniente Sciaroni. 

Luego de reportar el hallazgo, el día 24 los ingleses enviaron a una patrulla de Gurkas al lugar. El parte elaborado dice "habiendo encontrado numerosas piezas de una aeronave destrozada y equipos como botes salvavidas, pero no restos humanos…". 

Dos fuentes coincidían en el hallazgo de restos de un helicóptero Puma en la isla Bouganville. 

Los detalles 

¿Puede ser posible que el Puma se encuentre en tierra? La minuciosa investigación que está desarrollando Aviación de Ejército señala que el horario de derribo fue a las 16:07 y que, como mucho, el helicóptero voló un total de 17 minutos. 

Asimismo, pudieron confirmar la posición de los buques y, de esta manera, calcular la distancia desde la que se lanzó el misil. Cuando estos datos se asocian a la distancia del blanco, coinciden con el lugar donde estarían los restos del Puma. 

Otro elemento que enriquece la investigación es la bitácora del oficial de guerra aérea del Coventry, documento que salió a la luz este año. En su entrada 39 escribió: 

"Más tarde ese día, mientras operábamos otra vez en la línea del Sea Dart al sur de Stanley, Broadword nos indicó (vía Link) que una aeronave volaba lentamente hacia el sudeste, en las cercanías de Puerto Harriet. Un solo misil Sea Dart fue disparado que impactó en el blanco. Fue visto explotar en una manera espectacular y fue posteriormente identificado como un helicóptero Puma argentino. El momento del incidente fue en las cercanías de Port Pleasant, probablemente sobre tierra". 

Mapa de dónde podría haber caído el helicóptero


El lugar en tierra donde podría estar la nave

De todas maneras, los datos precisos los guarda el radar del Coventry, que está en el fondo del mar desde el 25 de mayo de 1982, cuando fue hundido por dos bombas de 250 kilos arrojadas por aviones Skyhawk que impactaron debajo de su línea de flotación. 

El Coronel Bennardi ya tomó contacto con el Agregado militar en la embajada británica en Buenos Aires, quien hoy tiene en su poder lo que hoy revela Infobae en exclusiva. El plan de máxima es el de viajar a las islas para comprobar in situ la presencia de los restos del Alfa Eco 505 y los de su infortunada tripulación. 

Las familias 

Los familiares de la dotación del Alfa Eco 505 viven estas revelaciones con ansiedad y expectación. Ana Buschiazzo, viuda del piloto, dijo conmovida: "Es muy duro cerrar una historia sin tener la evidencia de lo que ocurrió". 

Y siente con claridad que si se encuentran restos humanos, estos deben permanecer en las islas. "Mi marido no hubiera querido otra cosa. Me había dicho que si le pasaba algo, quería quedar allá". 

Nora Di Motta, también habló sobre el hallazgo: "Agradezco a la familia de Aviación de Ejército por su contención. No importa el resultado, lo que vale es que hay personas que se están ocupando. Es una caricia al alma". 

Hoy el Sargento Di Motta sería abuelo. Christian, su hijo de dos años que quedó esperándolo, hoy tiene un hijo de 8. 

Mario Gabriel Fiorito no conoció a su padre. "Fue una sorpresa después de tantos años enterarnos de que su helicóptero no cayó en el océano, como pensábamos". 

Mario está casado, tiene un hijo de 23 y una hija de 19 y se alegra cuando habla con amigos de su papá. "Todos hablan maravillas de él; me siento muy orgulloso". 

Los helicópteros del Ejército en las Islas

Hoy, el helipuerto presidencial lleva el nombre de Fiorito, y en la placa se aclara que perdió la vida junto a Buschiazzo y Di Motta. Hay una plaza en Gualeguaychú que recuerda al Sargento mecánico; a fines de 1982 también se colocó una placa en una plaza del barrio de Constitución que homenajeaba a Buschiazzo, que lamentablemente a la semana ya había sido vandalizada. 

De todas formas, el 9 de mayo Aviación de Ejército conmemora el Día del Veterano de Malvinas en honor a sus únicos tres caídos. 

Durante 36 años Malvinas es una herida abierta tanto para los que lucharon como para los familiares de los que quedaron en las islas. La probable solución al misterio del derribo del Alfa Eco 505, así como la identificación de un centenar de tumbas del cementerio de Darwin, podría ser el punto de reconstrucción de una historia que merece contarse con todas las letras. 

Fuente: https://www.infobae.com