Julio
Aro y Geoffrey Cardozo conmovieron al auditorio del King´s College, en la que
detallaron el proceso que le devolvió la identidad a los 127 soldados que
quedaron en cementerio de Darwin tras la guerra. “Los jóvenes escucharon con
los ojos llenos de lágrimas”, contó Aro.
Julio Aro y Geoffrey Cardozo (School of Security Studies de King´s College London)
Julio
Aro combatió a sus 19 años en Malvinas como soldado. Geoffrey Cardozo llegó a
la islas el día que la guerra había concluido: el Reino Unido enviaba al joven Capitán
para que contuviera a los soldados ingleses después de la batalla. El destino
los cruzó muchos años después, en 2008, cuando una asociación de veteranos
ingleses invitó al argentino, que buscaba ayudar a sus compañeros con Stress
Post Traumático, para compartir las secuelas que deja la guerra. Cardozo había
llegado a Coronel y su buen español lo llevó a ser traductor durante esas
jornadas. Allí supo la angustia que Aro llevaba sobre sus espaldas: cuando
había regresado a las islas, muchos años después del conflicto armado, había
encontrado que en el cementerio de Darwin muchos de sus compañeros no estaban
identificados: 122 tumbas tenían una leyenda que decía Soldado argentino solo
conocido por Dios.
“Enterré
a mis amigos y no los encontré”, resumió el argentino. Cardozo no le dijo nunca
hasta el día de la despedida que él había sido quien en 1982 fue encomendado
por el gobierno inglés para recoger los cuerpos de los campos de batallas y
darles digna y honorable sepultura. Él había creado el cementerio de Darwin, él
había colocado esas placas. Y antes del adiós le entregó el documento que contenía
todas las coordenadas de aquel minucioso trabajo.
Desde
ese momento Aro comenzó a trabajar por la identificación de los caídos, con el
apoyo de Cardozo. Así llegó el Plan Proyecto Humanitario y la identificación de
127 soldados argentinos.
A 40 años
de la guerra, en Londres, se sentaron frente a un auditorio colmado de
estudiantes del King´s College, organizado por la casa de altos estudios
británica, para contar el camino que recorrieron juntos.
“Había
muchos jóvenes que escucharon con los ojos llenos de lágrimas. Fue una
experiencia maravillosa junto a ellos”, le confió Aro a Infobae. “Habían tenido
tiempo de estudiar el conflicto, tenían un contexto contra el cual poner lo que
Julio y yo les dijimos”, amplió Cardozo.
En las
placas de los soldados no identificados se colocó la frase "Soldado
argentino solo conocido por Dios", en referencia a una frase de Rudyard
Kipling (Archivo DEF)
La
exposición
El
encuentro se realizó en una universidad pública de investigación de Londres,
que cuenta con un Departamento de Estudios de Guerra y que es una de las
instituciones más antiguas de Inglaterra, por cuyas aulas pasaron estudiantes
que más tarde se convirtieron en personalidades destacadas de la cultura, el
arte, la política y el deporte a nivel mundial.
Allí se
contó cómo el oficial inglés se encargó del armado del Cementerio de Darwin y
explicaron la compleja operación de buscar, recolectar e identificar los
cuerpos de los solados argentinos que habían quedado en tumbas comunes o
desparramados en los campos de batalla, “antes de brindarles el mismo funeral
digno con todos los honores militares dado a los soldados británicos unos pocos
meses antes”, contó Cardozo.
“La
historia es aleccionadora y ha hecho mucho para mantener los estándares éticos
que uno desearía pensar que son el sello distintivo de cualquier soldado;
esencialmente su deber hacia sus antiguos colegas, su compasión hacia sus
afligidas familias y la caballerosidad que muestra hacia su antiguo enemigo”,
dijeron en la Universidad.
Julio
Aro y Geoffrey Cardozo conmovieron a todo el auditorio (School of Security
Studies de King´s College London)
Luego
explicaron cómo fueron las negociaciones realizadas entre los gobiernos de la Argentina
y Gran Bretaña, los habitantes de las Islas Malvinas y el Comité Internacional
de la Cruz Roja. “Cada una de las partes tuvo presente que se trataba de un
acontecimiento humanitario y que era necesario concretarlo”, definieron. Y
subrayaron la colaboración de los isleños en todos los niveles y la importancia
de la diplomacia y las declaraciones de derechos internacionales para que esta
tarea fuera exitosa.
Además,
durante la conversación con Eleonora Natale, profesora de Historia
Internacional y promotora de esta disertación, los soldados repasaron los
acontecimientos que desde 1982 hasta hoy permitieron devolver la identidad de
127 caídos argentinos y destacaron como “figura central” de ese trabajo a las
Madres de Malvinas.
Durante
la charla, Morris Tidball-Binz, ex jefe de medicina forense del Comité
Internacional de la Cruz Roja, explicó cómo esta iniciativa conjunta entre el
Reino Unido y la Argentina implicó la planificación del diseño y la
implementación de una operación forense utilizando los Convenios de Ginebra y
el Protocolo de Minnesota, dos instrumentos clave en las normas de mejores
prácticas forenses. Para Tidball-Binz, el proyecto exigía "requisitos
excepcionales de garantía de calidad y control, por el trabajo a realizar”.
Julio
Aro junto a su familiaLos
estudiantes y la emoción del hijo de un caído británico
“Fue
una experiencia única, maravillosa. Era muy importante que la traductora
sintiera lo que yo quería decir, que lo viviera y se tomó el trabajo previo de
mirar algunas entrevistas que di, de hablarnos una hora antes para sentir mis
emociones y sensaciones para poderlas expresar”, le contó Aro a Infobae sobre
sus vivencias durante “Soldado conocido”, la conferencia en la que junto a Cardozo
intercambió preguntas y respuestas con los alumnos de todas las nacionalidades
que estudian en King´s y otras universidades del Reino Unido. Fue tal el
impacto para ellos que calificaron el evento como el “más importante al que
habían asistido en años”.
“Hubo
un público muy joven y hubo muchos diplomáticos. Hablamos solamente del amor al
prójimo, de la empatía, del trabajo realizado para poder identificar a nuestros
compañeros, y hablamos del amor por esta causa. Repito: la intérprete hizo muy
bien su trabajo, más que bien, porque al terminar todos estaban con los ojos
llenos de lágrimas”, explicó el veterano.
Geoffrey
Cardozo destacó: “La KCL preparó a sus estudiantes con un curso en las semanas
previas a la presentación para que estuvieran informados sobre la historia del
conflicto y pudieran asimilar mejor la presentación y aprovecharla al máximo.
Hubo algunas preguntas, pero la mayoría de ellas, las más íntimas y
escrutadoras, se hicieron durante la recepción informal que siguió a la
presentación”.
La
presentación “Soldado Conocido”/“Known Soldier” estuvo a cargo de un argentino
veterano del conflicto de 1982 y de un militar británico (School of Security
Studies de King´s College London)
“Hubo
chicos que pidieron disculpas por ser argentinos y no saber de este trabajo, de
este proceso. Todos estaban muy emocionados. Hubo uno que particularmente nos
quebró: habían organizado una especie de brindis en una mesa lateral, y no
podíamos llegar porque los chicos nos paraban para poder seguir hablando”,
agregó Aro.
Entre
ellos, llegó un hombre joven que los conmovió. “Estaba con los ojos llenos de
lágrimas y me dijo que él tenía 3 años cuando, en 1982, su padre murió en
Malvinas, que no quería ser militar sino médico, pero fue y cayó allí. Conocía
todo nuestro trabajo, nos ha seguido por años y solamente quería felicitarnos...
¡Hablaba y no paraba de llorar! Lo único que me salió fue abrazarlo”.
Ese
joven que lloraba era el maestro Ben Lovett, cuyo padre fue soldado en el
Tercer Regimiento de Paracaidistas. Entre 2009 y 2013, junto a su familia vivió
en las Islas, donde enseñó historia en la escuela. “Es importante reconstruir
el pasado fragmentado y darle algún sentido. El dolor y el sufrimiento de las
familias de ambos lados es evidente incluso hoy en día, y se ve cuando todos
ellos visitan las islas y recuerdan a sus seres queridos”, dijo Lovett.
Durante
la exposición estuvieron presentes diplomáticos de la cancillería británica,
funcionarios de varios ministerios, miembros del CICR del Reino Unido, el
representante de las Islas Malvinas en el Reino Unido y organizaciones y
profesionales argentinos con sede en Londres. También estuvo el embajador
argentino ante el Reino Unido e Irlanda, Javier Figueroa, y varias personas que
habían vivido y trabajado en las Islas Malvinas.
Fuente:
https://www.infobae.com