Durante la guerra, los efectivos del Ejército que volaban helicópteros tuvieron un rol clave. ¿Cómo vivieron aquellos días?
En Malvinas, participaron miles de efectivos del Ejército Argentino y, en ese contexto, sus helicopteristas tuvieron un rol clave: fueron los encargados de transportar armamento, tropas y municiones.
Estas misiones los encontraron volando con valor a lo largo y ancho de las islas, a pesar del riesgo de ser encontrados por las patrullas aéreas británicas. En un nuevo video de DEF, Patricia Fernández Mainardi repasa el trabajo y las hazañas de las tripulaciones de los helicópteros de la aviación de Ejército en Malvinas.
En Malvinas, las tripulaciones volaron cerca de 1500 horas sin la cobertura aérea necesaria que requiere este tipo de vuelos (Foto: Archivo Compañía de Comandos 602)
Un poco de historia
Después de la Segunda Guerra Mundial, los helicópteros se posicionaron como aeronaves versátiles que ofrecían mayores posibilidades de maniobra. En la guerra de Malvinas, la Aviación de Ejército desplegó más de 20 aeronaves: los helicópteros UH-1H, los A-109 Augusta, los Puma y los Chinook. En aquella oportunidad, las tripulaciones volaron cerca de 1500 horas sin la cobertura aérea necesaria que requiere este tipo de vuelos.
“Los helicópteros son aeronaves muy vulnerables a los ataques aéreos, son muy fácilmente detectables y, digamos, son blancos fáciles para los aviones. Entonces, es importante tener cobertura aérea. Por aquellos días, eso era muy difícil porque la Fuerza Aérea, si bien se llenó de gloria y la Aviación Naval también, tenían sobre el Teatro (de Operaciones) muy poco tiempo de vuelo, pocos minutos”, explica el Veterano de Guerra de Malvinas, Horacio Sánchez Mariño.
Las misiones llevadas adelante por los helicopteristas de Aviación de Ejército los encontraron volando con valor a lo largo y ancho de las islas (Foto: Archivo DEF)
El ataque del 30 de mayo de 1982
Los helicópteros del Ejército volaron desde el inicio hasta el final de la guerra. Cuando los combates se incrementaron, rescataron a las tropas y transportaron a los heridos. En 1982, el Teniente Coronel retirado Pedro Obregón participó de Malvinas con el grado de Capitán. Por entonces, Obregón volaba los helicópteros Chinook y Puma.
El 30 de mayo de 1982 por la mañana, él y su tripulación, entre la que se encontraba el Cabo Primero Alfredo Romero, recibieron la misión de trasladar a efectivos del Escuadrón Alacrán de Gendarmería. Horas más tarde, a la altura del Monte Kent, todos ellos recibirían un ataque.
Cuenta Obregón que, tras aquella situación, el helicóptero cayó, y él -junto el resto de la tripulación- debieron evacuar rápidamente la aeronave. “Una vez que el fuego consumió el helicóptero y empezó a explotar toda la munición que había y llegó un poco la calma, ahí dijimos “¿qué hacemos?”. Entonces, agarré a una parte de los que nos salvamos del crash y salimos para el lado del este”, cuenta y agrega que así fue como atravesaron varios kilómetros atravesando campos minados hasta llegar a ponerse a resguardo.
En la guerra de Malvinas, la Aviación de Ejército desplegó más de 20 aeronaves: los helicópteros UH-1H, los A-109 Augusta, los Puma y los Chinook (Foto: Gentileza Telam)
Cuenta Obregón que, en las islas, uno de los efectivos que transportaba llegó a comunicarle que el desperfecto había sido ocasionado por el impacto de un misil inglés. Años más tarde, los británicos lo confirmaron.
Las hazañas de los helicopteristas del Ejército que cayeron en Malvinas fueron tan grandes que su legado sigue vivo en las nuevas generaciones. Un dato: el helipuerto presidencial que está en la Casa Rosada lleva el nombre del “Teniente Primero Roberto Mario Fiorito”, piloto que fue derribado el 9 de mayo de 1982, en una misión de rescate de los náufragos del pesquero argentino “Narwal”. Fiorito participaba de esa misión junto a el Teniente Primero Juan Carlos Buschiazzo y el sargento mecánico de aviación Raúl Horacio Dimotta. Todos héroes de Malvinas.
Fuente:
https://www.infobae.com
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