El apoyo menos pensado. Representantes de familiares de soldados caídos en combate cuyos restos yacen en el cementerio de Darwin, pidieron “respetar a los isleños” que prohibirán el ingreso a Malvinas a quienes ellos consideren “provocadores”.
En polémicas declaraciones, familiares de caídos en Malvinas pidieron “respetar a los isleños” cuyo ilegítimo gobierno acaba de disponer que visitantes podrían ser declarados “personas prohibidas” en nuestras islas, si entienden que están actuando provocativamente.
La declaración fue publicada por el medio Vía País, que dialogó con la presidenta de la Comisión de Familiares de Caídos argentinos en la guerra de 1982, María Fernanda Araujo, cuyo hermano, Elvio Eduardo Araujo, cayó en el combate de Monte Longdon la noche del 11 de junio del ’82 y sus restos yacen en el cementerio de Darwin.
El pedido parece dirigirlo Araujo directamente a los veteranos de guerra.
“Se sabe bien, por ejemplo, que desplegar la bandera argentina o hacerla flamear en cualquier parte de las islas, o incluso exhibir leyendas o consignas identificadas con la Argentina es tomado como algo agresivo para la comunidad local”, expresó Araujo oficiando casi de vocera de las autoridades de la usurpación.
“Si queremos ser respetados cuando viajamos a las islas, sobre todo los familiares de los soldados cuyos restos yacen en el cementerio argentino de Darwin, entonces tenemos que respetar a los habitantes, a los isleños”, agregó luego no sin lógica, pero desconociendo la escalada de desaires que la usurpación ejerce sistemáticamente ante nuestros legítimos reclamos.
Arbitrariedad
El Consejo Ejecutivo de los ocupantes de Malvinas creó en fecha reciente un nuevo marco de evaluación de personas totalmente arbitrario, por el cual pueden unilateralmente considerar actos de provocación, y arrestar, deportar y declarar “prohibidas” en las islas a quienes así identifiquen. Desplegar una bandera argentina, por ejemplo, puede implicar esas consecuencias.
Araujo se refirió al cementerio argentino de Darwin, cuyo cuidado y mantenimiento está a cargo de la Comisión de Familiares porque así lo autorizaron los usurpadores. “Los veteranos de guerra, que son quienes tuvieron la suerte de volver de la contienda bélica, deben comprender que ese privilegio cobra pleno sentido al ayudar a los familiares de quienes fueron sus compañeros a poder visitar su tumba”, advirtió.
La presidenta de la Comisión aceptó y hasta justificó las nuevas exigencias de los isleños en relación con argentinos en las islas: “Al hecho de desplegar una bandera argentina por encima de la cintura o hacerla flamear es algo que ellos toman como un gesto político, que excede lo humanitario, por lo cual se pide no hacerlo; incluso, dentro del predio del cementerio. Nosotros hemos comprendido y aceptado eso”, dijo.
Tras resaltar Araujo que “la comunidad isleña (sic) cuida muchísimo los detalles que tienen que ver con nuestra necesidad, justamente humana, de visitar el sitio donde están enterrados nuestros seres queridos”, improvisa una pretendidamente oficial y severa advertencia a quienes vayan a visitar el cementerio: “Quisiera que cada veterano de guerra, o todo aquel que pueda viajar a las islas, piense antes de actuar en qué le diría un soldado que ofrendó su vida en un gesto pleno de amor. Seguramente, le pediría que hiciera todo lo posible para que su familia pueda seguir visitándolo. En su tumba. En su cruz”.
Fuente:
http://agendamalvinas.com.ar
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