Por Eduardo BARCELONA
El militar retirado, que comandó la Fuerza Aérea
Sur durante el conflicto, advirtió que "los ingleses dicen que fue una
guerra pequeña. ¡Qué pequeña!"
Aviones de la armada. "Los únicos que tenían
armamento para el combate eran los de la Armada.
Los pilotos navales eran muy buenos", dijo
Crespo.
El Brigadier (RE) Ernesto Crespo, jefe de la Fuerza
Aérea Sur (FAS) durante el conflicto del Atlántico Sur, advirtió que "la
Guerra de Malvinas fue una batalla aeronaval tan fuerte como nunca hubo, ni
siquiera en la II Guerra Mundial".
La autocrítica del jefe aeronáutico no es óbice
para señalar las responsabilidades internas de las Fuerzas Armadas que comenzó
como un conflicto diplomático y luego derivó en la guerra con la tercera
potencia naval del orbe, que envió a la zona de operaciones 120 barcos, 42 de
los cuales fueron naves de guerra, seis submarinos, tres nucleares, y el resto,
navíos mercantes reciclados como auxiliares.
"Yo diría que no fue meditada porque el día
anterior le dieron al Almirante Walter Allara, jefe de la escuadra naval en
1982, la orden de replegar la flota. ¡Qué clase de ocupación de las islas iban
a hacer! Es una cuestión apresurada de mirar las cosas que nos llevó a la
guerra", añadió.
Responsabilizó al jefe de la Armada, Almirante
Jorge Anaya, miembro de la junta militar del proceso, de haber dado la orden de
repliegue de la flota de mar al Almirante Allara. "La noche del 30 de
abril, a las 20:25, Anaya dio la orden a Allara de replegar las naves hacia
Puerto Belgrano".
Según el aviador, "Anaya dijo “lo que pasa es que,
si se pierde una fragata, no la puedo reponer y si pierdo un Capitán de Fragata,
tampoco”. Es triste, lamentó el ex jefe de la FAS.
Desde el punto de vista militar, ¿la decisión fue
correcta? "Le voy a dar un ejemplo, respondió. Había un barco, el
Santísima Trinidad, que era un destructor, tipo 42, igual al que tenían en ese
momento los ingleses. El destructor argentino se replegó tanto sobre la costa
que cuando bajó la marea quedó varado, encalló, reveló. Fue cerca de Puerto
Madryn, para evitar ser torpedeado por un submarino. Fue desafortunado replegar
la flota".
Durante el conflicto, la flota británica sufrió
siete barcos de guerra hundidos, otros cinco quedaron fuera de combate y 12
resultaron con averías de consideración. En total, sobre 42 naves de guerra, 24
fueron hundidas o dañadas, es decir, más de la mitad de las que llegaron para
combatir.
"Menéndez fue un error"
También reconoce que fue un error designar al General
Mario Menéndez al frente de las tropas desplegadas en el archipiélago.
"Era un ineficiente. No era el hombre adecuado para el puesto de mando. Yo
no hubiera puesto a Menéndez en el mando, no tenía ni idea de lo que tenía que
hacer".
Según Crespo, Menéndez había sido designado al
frente de las tropas en las islas, después de su participación en el operativo
Independencia, en los montes tucumanos, donde combatió con una fuerza irregular
de la guerrilla del ERP, en 1975.
Los comentarios posteriores de los jefes militares
británicos fue que "el error argentino fue no haber tratado de impedir la
cabeza de playa en la bahía San Carlos". Así lo manifestó el Coronel
Julian Thompson, jefe de la infantería inglesa que llegó a Puerto Argentino el
14 de mayo de 1982, día en que se produjo la capitulación. Otro aspecto que
destacó el Brigadier fue la descoordinación entre las armas. No hubo un jefe
militar único. Crespo no se subordinaba ante ningún otro jefe. "La Fuerza
Aérea no dependía de Menéndez, dependía de mí", subrayó. Por lo que se
conoce ahora, a tres décadas y media el conflicto, tampoco el presidente de
facto, General Leopoldo Galtieri, incidió en las operaciones militares y no
hubo un comando conjunto al que se subordinaran las tres Fuerzas. El plan
original fue entrar en Malvinas y luego negociar, partiendo de la base que los
Estados Unidos, con Ronald Reagan como presidente, iban tener una posición
neutral. Galtieri creyó en esa posibilidad tras la visita a los Estados Unidos.
meses antes de la guerra, oportunidad en la que un militar norteamericano lo
definió como "un General majestuoso".
Producida la recuperación de Malvinas el 2 de abril
de 1982, Gran Bretaña pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas (ONU), donde después de arduas negociaciones los ingleses
consiguieron la aprobación de la resolución 502, que era la derrota diplomática
de la Argentina. Aquí comenzó a perderse la guerra.
Estados Unidos, que había insinuado neutralidad
ante el diferendo, le dio la espalda a la Argentina y también al Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que había impulsado en 1947 para
que si un país americano era agredido/invadido por otro extracontinental los
demás debían asistirlo en solidaridad. Analistas militares del Reino Unido
revelaron en el curso de estos años, que en el mismo momento en que el Consejo
de Seguridad votó en contra de la Argentina, los Estados Unidos, a través del
departamento de Defensa, comenzó la asistencia militar y aprovisionamiento a la
Task Force británica, llevando misiles, armas de todo tipo y combustible a la
isla Ascensión, base logística en medio del océano Atlántico.
Otro aspecto que destacó Crespo relacionado sobre
la falta de coordinación de las fuerzas es la resolución militar del dictador y
presidente de la Nación, Juan Carlos Onganía, que en 1969 dispuso el ámbito de
funcionamiento de las Fuerzas Armadas. "El Ejército tenía la tierra, la
Armada tenía el mar y a la Fuerza Aérea le pusieron como coto de operaciones
las 15 millas marítimas, esto es, 28 kilómetros. De ahí en adelante, no
podíamos ir. Cuando se armó la guerra, salimos igual", dijo.
Crespo reconoce el error propio. "La Fuerza
Aérea también tiene la culpa, no sé si por no demostrar una desunión de las
Fuerzas Armadas ante la sociedad o qué. Eso fue una burrada del tamaño de una
casa, no se puede limitar el vuelo de un avión", observó. Crespo sostuvo
que la Aeronáutica no tenía las armas adecuadas, algunas naves, como los Mirage,
no podían reabastecerse en vuelo; los Skyhawk A4B y A4C eran naves sin misiles,
dos de los sistemas que llevaron el peso del combate aéreo.
"Los únicos que tenían armamento para el
combate eran los de la Armada. Por los aviones franceses Súper Etendard, que
portaron los misiles Exocet; por la flota, tenían dos destructores tipo 42
(Santísima Trinidad y Hércules). Los pilotos navales eran muy buenos, muy bien
entrenados y tenían cinco misiles Exocet. Y muy valientes. También la
infantería de marina, el BIN 5, cumplió una tarea excelente", ponderó
Crespo. "Nosotros teníamos bombas, no misiles. Salimos igual. Los Súper
Etendard tiraban los misiles a 40 kilómetros y luego se retiraban, nosotros
seguíamos y allí nos bajaban los misiles británicos. Todos nuestros pilotos,
eran oficiales", explicó.
Para Crespo, "la Guerra de Malvinas fue una
batalla aeronaval tan fuerte como nunca hubo, ni en la II Guerra Mundial pasó
nada parecido. Los ingleses dicen que fue una guerra pequeña. ¡Qué pequeña!
Inglaterra puso todos los medios que tenía, apoyados por la OTAN y por los
Estados Unidos".
"Nosotros peleamos contra el mundo. Sin ayuda.
Lo único que queda para rescatar es que la Fuerza Aérea no se rindió. Peleó
hasta el último día y nos pidieron que no siguiéramos luchando", terminó
el jefe de la Fuerza Aérea Sur (FAS) en la Guerra de Malvinas.
Antes de que finalizara el año de la guerra, el
presidente de facto, Reynaldo Bignone, firmó el decreto de creación de una
comisión investigadora de las acciones durante el conflicto que encabezó el Teniente
General Benjamín Rattembach, nombre con el que se conoce ahora el informe, y
compuesta por otros jefes militares que juzgaron a sus colegas al mando de las
tropas en Malvinas.
Las conclusiones fueron muy duras con el General
Galtieri, jefe del Ejército, y presidente de facto de la Argentina, con la
falta de profesionalismo del General Menéndez, por la rendición sin presentar
batalla de los hombres en las islas Georgias y Sándwich del sur, y con la
ausencia de coordinación entre las fuerzas durante el conflicto bélico.
"Peleamos contra el mundo. Sin ayuda. La
Fuerza Aérea no se rindió. Nos pidieron que no siguiéramos"
Fuente: https://www.lacapital.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario