8 de enero de 2019

MISIÓN DE BÚSQUEDA Y RESCATE - 13 DE JUNIO DE 1982




B.A.M. SAN JULIAN
HELICÓPTERO BELL-212 MATRICULA H-86
INDICATIVO “CHACO”
DESPEGA EN AUXILIO DEL NENE 4- AVIÓN A4-B DEL ALFEREZ GUILLERMO DELLEPIANE

Por Brigadier Guillermo LOZADA ACUÑA

Ese día, como era habitual, cumplíamos turno de emergencia en Helicóptero de Búsqueda y Rescate dado que había una escuadrilla de 4 aviones A4-B, con indicativo NENE, que había despegado a las 10:35 en misión de combate hacia las islas, más precisamente, llevar a cabo ataque a blancos terrestres, en la base del monte Dos Hermanas.

En San Julián había un helicóptero Hughes 500D su piloto era el Alférez Seco, estaba designado para realizar enlace y reconocimiento cercano. Dos helicópteros B-212 uno de la provincia del Chaco, integrante del escuadrón “FENIX”, matrícula LQ-CHP, cuya tripulación estaba compuesta por: Piloto Capitán (Convocado) Ezequiel Martínez, Copiloto Héctor Tesio y su mecánico, Agustín Colombres. 

Para la misma tarea de Búsqueda y Rescate en mar estaba el helicóptero Bell 212 matrícula H-86 de la Fuerza Aérea, seleccionado para estar de emergencia, por la aptitud que poseía; por tener tripulación con rescatistas y fundamentalmente grúa de rescate, elemento sin el cual es casi imposible rescatar un piloto del mar con olas de dos o tres metros y sobre todo si esta malherido o inconsciente.

Aquel 13 de junio siendo las 13:00 horas aproximadamente, nos encontrábamos en las proximidades del helicóptero parte de la tripulación y veo al Cap. (Conv). Ezequiel Martínez correr hacia nosotros exclamando:

-          ¡¡Alarma Alarma!! ¡Un A4-B en emergencia por pérdida de combustible!

Pusimos en marcha en forma inmediata y en escasos minutos estábamos ya en el aire con rumbo a las islas, salimos con indicativo de Radio “Chaco”, no con el indicativo de radio habitual “Pala” o con la matrícula “H-86”. 

La tripulación de aquella misión del 13 de junio de 1982 estuvo conformada por los siguientes miembros:
Piloto: Teniente Guillermo Lozada
Copiloto: Capitán (Conv.)  Ezequiel Martínez
Mecánico: Cabo Principal Pedro Pereyra
Operador de grúa: Cabo Principal Rodríguez
Pararescate: Cabo Primero Cuello, Cabo Principal Cabrera

 Motivaba que Ezequiel Martínez integrara la tripulación  del Bell 212 de Fuerza Aérea, el hecho que el Comandante del mismo, Primer Teniente Francisco Gómez, con quien habíamos desplegado desde la VII Brigada Aérea de Morón, por orden superior, había sido enviado a Santa Cruz para integrar otra tripulación, de los helicópteros Sikorsky S-61N LV-ONG y LV-OCL, convocados ambos a tareas de Búsqueda y Rescate. Eran aeronaves pertenecientes a la empresa de Helicópteros Marinos, ahora destinados en la Base Aérea de Santa Cruz.

A poco del despegue y a nuestro requerimiento, la torre nos proporcionó un radial de alejamiento el cual seguimos mientras ascendíamos para alcanzar una altura que nos permitiese ahorrar combustible, aprovechar en viento de cola y asegurar las comunicaciones.

A los 15 minutos de vuelo pudimos ya escuchar modular por VHF a la tripulación C-130 matrícula TC-69, probablemente el Vicomodoro Litrenta o el Mayor Destefanis, quienes hablaban con el Nene 4, A4-B matrícula C-221 al mando del Alférez Dellepiane.  En todo momento le transmitían palabras de aliento, dándole tranquilidad, confianza y le comunicaban que iban a su encuentro, que se quedara tranquilo.

Luego de algunos minutos, ya podíamos escuchar nítidamente la voz del Alférez Dellepiane, preguntándole al KC, y también a nosotros, donde estábamos expresando que no tenía el KC-130 a la vista y que estaba solo con 600 libras de combustible. Ezequiel Martínez se comunicó con él y trató de tranquilizarlo, diciéndole que estábamos en camino. La situación se puso más tensa, un instante de silencio que pareció un siglo y otra vez lo escuchamos al Nene 4, en una situación más desesperada, ya casi sin combustible y con la inmensidad del mar abajo, preparándose para una eyección inminente. De pronto, la tripulación del KC-130 exclamó: ¡Lo tenemos a la vista!

En ese momento, Dellepiane miró por última vez el liquidómetro: ¡marcaba 200 libras!, según su propio relató después no los miró más. Divisó al KC-130, descendió, se colocó en posición, dio un último “empujoncito de potencia para lograr “empupar” (encestar) la manga del KC-130 en el primer intento; pese a su poca experiencia, afortunadamente lo logró cuando los indicadores de combustible estaban prácticamente en cero.

Todos explotamos de alegría y de alivio por la frecuencia, sabiendo que el Nene 4 regresaba a San Julián reabasteciendo, así lo hizo, casi hasta la vertical de la Base.

Nosotros continuamos el vuelo manteniendo el rumbo unos minutos más, tratando de dar cobertura durante los instantes iniciales del trasvase de combustible, pero, a los 40 minutos de vuelo aproximadamente los vimos nítidamente, contrastando en el cielo azul, al A4-B enganchado al KC-130, con una larga estela de combustible que salía por los orificios producidos por impactos sufridos durante el ataque. Continuando con nuestro vuelo, realizamos un viraje de 180 grados e iniciamos el descenso para minimizar los efectos del viento de frente, con rumbo a la Base, lugar de donde habíamos partido, estábamos lejos de costa y sin verla, pero afortunadamente recibíamos aún señal del VOR SJU.

Llegamos a la Base San Julián luego de casi 01:40 de vuelo. Próximo al aterrizaje en el lugar habitual que teníamos asignado, vimos al KC-130, matrícula TC-69 en la plataforma, y al A4-B matrícula C-221 del Alférez Dellepiane en la Y que forma la calle de rodaje con la pista; el A-4B estaba estacionado sobre la tierra, con un agujero en el plano que lo pasaba de lado a lado y perdiendo aún, algunos restos de combustible. Nos enteramos después que fue tanto el combustible que le tuvo que trasferir el KC-130 al A-4B de Dellepiane que “La Chancha” aterrizó en San Julián, con mínimo nivel.

Fue el reencuentro, un momento de gran alegría, pero no podíamos evitar pensar en nuestros camaradas que estaban en las islas, estaban combatiendo con los ingleses en las afueras de Puerto Argentino.

Con gran pesar veríamos al otro día, concluir las acciones bélicas.

Fuente: http://www.escuadronfenix.org.ar

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