El domingo 3 de noviembre llegará la imagen de la
santa patrona argentina que estuvo en las islas durante el conflicto bélico de
1982. La gestión estuvo a cargo del obispo castrense, monseñor Santiago
Olivera, en conjunto con su par inglés. La historia detrás de la restitución
Por Milton Del Moral
El 8 de mayo de 1982, en la jornada del día de la
Virgen de Luján, el capellán Torres la expuso ante los soldados argentinos. Las
imágenes de ese día son las últimas de las que se tengan registro
El 2 de abril de 1982 el gobierno de facto
argentino dispuso el desembarco militar en las Islas Malvinas. Asistieron, según
datos oficiales del Ministerio de Defensa de la Nación, 23.428 combatientes
argentinos, entre prefectos, gendarmes, Ejército, Fuerza Aérea y Armada.
No estuvieron solos. Siete días después llegó una
escultura venerada de 38 centímetros: la Virgen de Luján.
Su paradero, finalizada la guerra, parecía
incierto.
La imagen de la santa patrona de la Argentina que
estuvo en la guerra de Malvinas regresará al país 37 años después. Gran Bretaña
restituirá la Virgen tras gestiones coordinadas por el obispo castrense,
monseñor Santiago Olivera, en comunión con su par inglés, Paul James Mason.
En retribución al gesto británico, las autoridades
argentinas ofrecieron entregarles una réplica de la imagen en señal de
gratitud. Será recibida con honores en el aeropuerto de Ezeiza el domingo 3 de
noviembre a las siete de la mañana. Una procesión y caravana compuesta por
veteranos, familiares y devotos escoltarán su viaje a la Basílica de Luján,
donde a las 13 horas se realizará una misa especial.
Soldados argentinos posan con la Virgen de Luján en
las Islas Malvinas. Cuando finalizó el conflicto, la imagen fue enviada a una
catedral de Gran Bretaña
El intercambio se celebrará días antes: el 30 de
octubre en el Vaticano el Papa Francisco bendecirá ambas imágenes en el marco
de una audiencia general con motivo del V Curso de Formación de Capellanes
Militares Católicos.
Monseñor Mason describió el traspaso como un signo
de conexión, fe compartida y buena voluntad pacífica entre ambas naciones.
Monseñor Olivera, por su parte, dijo que en la guerra todos pierden y que en la
paz todos ganan, que el intercambio es un símbolo de fraternidad, de diálogo y
respeto.
“Sin lugar a duda que la imagen de Nuestra Señora
de Luján retorne a casa, a nuestro país, que vuelva a Argentina, es un motivo
de mucho gozo. También por lo que significa la Madre, la Virgen de Luján que se
hace cercana a los hijos en situaciones tan difíciles, como lo fue la guerra.
Hoy en este tiempo de paz, María nos vuelve a renovar y recordar el camino por
el encuentro, por el diálogo y por el respeto”, reflexionó.
La procesión de la Virgen comenzó a principios de
la década del 80. Se estima que la imagen había sido donada por una familia
argentina. Las investigaciones teorizan sobre la donación de una familia
llamada Benso, dado que su nombre reza en la base de la escultura.
Llegó a las islas por el entonces capellán mayor de
la Fuerza Aérea Argentina, monseñor Roque Manuel Puyelli, el viernes santo del
9 de abril de 1982. Habría permanecido en la Base Aérea Militar Malvinas hasta
su bombardeo: luego fue trasladada a la parroquia Saint Mary de las Islas Malvinas,
donde estuvo hasta el final del conflicto.
La Virgen llegó a las islas por el entonces
capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina, monseñor Roque Manuel Puyelli, el
viernes santo del 9 de abril de 1982
El 8 de mayo, el día de la Virgen de Luján, el
capellán Torres la sacó de la parroquia para llevarla en procesión. Concluida
la jornada, la devolvió. Las fotografías de ese día son las últimas de los
soldados argentinos venerándola.
Finalizada la guerra, recaló, mediante gestión del
monseñor Dan Spraggon, en la ventana oriental de la Catedral de San Miguel y
San Jorge de Aldershot, en el condado de Hampshire, sede del obispado castrense
británico.
La entronizaron en memoria de los caídos durante el
conflicto bélico, sin banderas, patrias ni distinciones.
El germen de esta restitución reside en el dirigente
laico Daniel Doronzoro, fundador y presidente del grupo “La Fe de Centurión”,
de la diócesis de Quilmes.
“Solemos hacer retiros para veteranos de guerra y
familiares de caídos en Luján. Hace un año vi una nota periodística en La
Gaceta Malvinense al médico militar inglés James M. Ryan, quien reveló que la
imagen se encontraba en la catedral castrense de Gran Bretaña. Miro el libro
Dios en la trinchera del padre Vicente Martínez Torrens, lo llamó y le pido
autorización para gestionar la devolución de la Virgen. Hablo con el sacerdote
Miguel de la diócesis de Quilmes que eleva el pedido a la autoridad máxima, el
obispo Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Él lo
deriva al obispado castrense, la diócesis que abarca a las Fuerzas Armadas y a
las fuerzas de seguridad. Finalmente, el monseñor Olivera manda una
comunicación formal al obispado británico”, recreó.
La imagen de la virgen y la placa en inglés de la
catedral de Aldershot que refiere a la historia de la santa patrona de
Argentina
Una placa instalada debajo de la imagen en la
catedral de Aldershot explica en inglés que “los argentinos invadieron las
Islas Malvinas en 1982 y llevaron con ellos esta estatua de Nuestra Señora de
Luján. Después de su rendición dejaron la imagen con el prefecto apostólico de
las islas, monseñor Dan Spraggon. Él se la presentó al padre Alfred Hayes,
quien estaba con las fuerzas británicas a lo largo de la campaña”.
Doronzoro investigó la razón que llevó a Gran
Bretaña a la Virgen de Luján. En la parroquia había dos imágenes: se presume
que una había sido entregada por turistas argentinos una década antes y que
estaba entronada en una sala cerrada sin conocimiento de las tropas argentinas.
Al haber dos, decidieron enviar una la catedral británica para rezar por el
descanso de las almas perdidas en la guerra.
“Los oficiales argentinos acompañados por gente de
la Cruz Roja le pidieron la imagen de la Virgen, pero ésta ya estaba embalada
en el Hércules dispuesta a emprender vuelo hacia Gran Bretaña. El sacerdote
entonces le ofreció darles la otra que tenían. Aún estamos investigando quiénes
la recibieron y a dónde se la llevaron”, relató Doronzoro.
El dirigente será uno de los siete integrantes de
la comitiva argentina que, solventados por Aeropuertos Argentina 2000, irá al
Vaticano. AA2, una vez más, acompaña a los familiares de los caídos y a los
veteranos, como lo hizo en los viajes a las Islas luego de la identificación de
los soldados y como se encarga de mantener cuidado el cementerio de Darwin.
Monseñor Santiago Olivera dijo:
Monseñor Santiago Olivera dijo: "Esta misión
la vivo con mucha alegría, con mucha gratitud, por sentirme un instrumento y
parte de este encuentro, en el cual el Santo Padre nos bendice y que en cierta
manera envía a nuestro hermano país, Inglaterra, a la Catedral Castrense de
Gran Bretaña, la imagen de Nuestra Señora de Luján donada por nuestra diócesis”
“Ella estuvo derramando sus gracias en el Reino
Unido por 37 años y ahora vuelve al país para transmitir un mensaje de unidad y
para tener presente a esas personas que ofrendaron su vida por la patria. Los
soldados fueron a defender algo que es nuestro. Somos todos una familia, somos
todos hermanos, pero ellos están por encima de nosotros, porque defendieron una
causa nacional que nos abraza a todos”, expresó Doronzoro.
La Virgen de Luján que estuvo en la guerra de
Malvinas y durante 37 años en una parroquia británica recorrerá el país tras la
misa en la Basílica. La idea es que visite los pueblos donde nacieron los
veteranos y caídos.
Fuente: https://www.infobae.com
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