En la ceremonia hubo un intercambio de imágenes de
la Virgen de LujánEn la ceremonia hubo un intercambio de imágenes de la Virgen
de Luján Fuente: Reuters - Crédito: Remo Casilli
Por Elisabetta Piqué
Hubo mucha emoción, simbolismo y un clima de gran
hermandad hoy, cuando el Papa protagonizó una histórica devolución a la
Argentina de una imagen de la Virgen de Luján que había estado en Malvinas y de
la que se le habían perdido los rastros, que estuvo 37 años guardada en la
Catedral Castrense de San Miguel y San Jorge en Aldershot, en el condado de
Hampshire, 60 kilómetros al suroeste de Londres.
La histórica restitución tuvo lugar al término de
la audiencia general de los miércoles en la que esta imagen, que restituyó el
obispo castrense británico, monseñor Paul James Mason, estuvo en un lugar
privilegiado: al lado del crucifijo que presidió la catequesis y a metros del
Papa, en el sagrato de la Plaza de San Pedro.
La emoción del Papa al bendecir una imagen de la
Virgen de Luján que estuvo en Malvinas - Imágenes y producción: Elisabetta
Piqué
En señal de gratitud ante este gesto de reparación,
el obispo castrense argentino, Santiago Olivera, le regaló a Mason otra imagen
de la patrona de la Argentina. "Gracias, gracias", dijo el Papa, que
además de avalar este más que trascendente intercambio de imágenes,
materialmente realizó el intercambio y le dio una imagen al obispo castrense
británico y la otro al argentino. Todo ocurrió muy rápido y un poco
caóticamente en las escalinatas del sagrado de la Plaza de San Pedro, mientras
rodeaban a Francisco excombatientes con medallas colgadas al pecho, familiares
de caídos, monjas bonaerenses y laicos del grupo "La Fe del Centurión"
de la diócesis de Quilmes, que fueron clave a la hora de rastrear y localizar a
la imagen de la Virgen de Luján de las Malvinas que se había extraviado.
Como suele ocurrir en los momentos más solemnes el
Papa, que bendijo las dos imágenes, con su clásico sentido del humor distendió
el clima. "Es más linda", le dijo a monseñor Mason, señalando la
réplica de la Virgen que le fue donada. Al margen del humor, también hubo mucha
emoción y dolor, como cuando el exarzobispo de Buenos Aires rezó, concentrado,
en silencio, ante una placa de granito del cementerio de Darwin, con la leyenda
"Soldado argentino sólo conocido por Dios", que luego también tocó
con las manos y besó.
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Invitación a Malvinas
Sostenía la placa Daniel Doronzoro, laico del grupo
"La Fe del Centurión" -que ayuda a excombatientes-, quien contó a LA
NACION que le entregó al Papa una carta proponiéndole viajar a Malvinas en 2021
para presidir un encuentro ecuménico entre la Iglesia católica y la Iglesia
anglicana, del Reino Unido, cuya jefa es la Reina. "También le acercamos
la misma propuesta al obispo castrense británico", dijo Doronzoro.
María Fernanda Araujo, presidenta de la Comisión
Familiares de Caídos, detalló que la placa en la que se detuvo a orar el Papa,
que era una de las 121 cruces anónimas de las 230 del cementerio de Darwin,
acompañó durante más de 14 años la tumba de su hermano, Elvio Eduardo Araujo,
que finalmente fue localizado después de 36 años de la guerra.
El Papa oró frente a una placa que era anónima en
el cementerio de DarwinEl Papa oró frente a una placa que era anónima en el
cementerio de Darwin Fuente: Reuters - Crédito: Remo Casilli
En un clima de gran cercanía, Francisco aceptó con
gusto mates que le acercaron sus compatriotas, que le hicieron bendecir fotos,
rosarios, imágenes y le regalaron diversos obsequios. Se sacó fotos y abrazó a
varios excombatientes con boinas y medallas al pecho, como Jorge Palacios,
soldado del regimiento 25 de Infantería Sarmiento, que se salvó durante la
guerra gracias a "un milagro" de la Virgen. De hecho, existe una foto
histórica de él en la que lleva a la Virgen en procesión, el 8 de mayo de 1982,
porque cuatro días antes estuvo a punto de morir por una bomba que cayó a pocos
metros de él, cuando estaba de guardia cerca del aeropuerto. "La
repatriación de esta Virgen corona el milagro que yo viví", dijo Palacios,
conmovido.
Francisco también abrazó al sacerdote salesiano y
capellán de las Islas durante el conflicto, Vicente Martínez Torrens, autor del
libro Dios en la trinchera, que llevaba un chaleco con cuatro medallas
colgadas. "Es un día histórico, primero porque hemos estado más de 35 años
sin saber de la imagen y ahora regresa y con esta recepción: es un momento muy
especial. Y también para nuestro país: en este momento necesitamos de estos
gestos de unidad y de paz. Por eso pedimos que continúe ella la obra que
comenzó allí en Malvinas, la presencia fue constante y esperamos que se
repita", dijo.
El mismo concepto expresaron Alfredo Páez, Marcelo
Sánchez, Rubén Marchetti, Miguel Ángel Trinidad, José Luis Castellani y César
González Trejo, veteranos de guerra también muy emocionados, que vivieron un
momento único. "Esto reviste una simbología política más que especial, el
Papa nos reconoció como veteranos, es el Papa de todos y fue él que logró la
mediación para que el Reino Unido devolviera la Virgen", dijeron. "Es
importante que la Virgen traiga reconciliación y genere la unidad que
necesitamos en el país. Todos los veteranos tenemos ideas políticas distintas,
pero somos hermanos, tenemos una causa común mayor, la malvinidad, que supera
las divisiones internas", destacaron.
El mate estuvo presente en la histórica ceremoniaEl
mate estuvo presente en la histórica ceremonia Fuente: AFP - Crédito: Alberto
Pizzoli
Traslado
También quedó más que satisfecho el obispo
castrense británico, que confesó a LA NACION que como hace muy poco llegó a ese
cargo, desconocía que la estatuilla argentina se encontraba en la catedral
castrense. "Para mí es una gran oportunidad, porque es un gesto simbólico
de dos naciones que quieren entenderse y que comparten la fe porque somos
católicos", subrayó Mason, que llevó hasta el Vaticano a la Virgen
cuidadosamente embalada y metida adentro de un contenedor negro con ruedas que
arrastró por la via della Conciliazione. A la hora de los controles para
ingresar en la Plaza de San Pedro, el obispo inglés debió abrir el contender
ante gendarmes del Vaticano.
Mason, que en febrero viajará a la Argentina y que
espera visitar el Santuario de Luján para conocer a la verdadera imagen, estuvo
acompañado por una delegación que incluyó laicos y capellanes militares. Entre
ellos estaba el padre Alfred Hayes, que fue quien al final del conflicto
decidió llevarse la estatuilla de Luján a su país. "Nadie la robó, sino
que la Cruz Roja me dijo que me la llevara... Nadie sabía su significado",
comentó a LA NACION el padre Alfred, que también fue saludado muy cariñosamente
por el Papa.
Al final de la ceremonia, hubo escenas de devoción
hacia la estatuilla de Luján perdida y ahora recuperada, que volverá al país
este fin de semana. No solo argentinos presentes en la audiencia quisieron
tocarla y besarla, sino también fieles de otros países. "Fue una
experiencia de fe, de Iglesia", dijo el obispo Olivera, que, sin ocultar
la emoción, llevaba como si fuera un trofeo, en sus brazos, la imagen
restituida. "Fue un momento histórico, de una gran emoción y de
significado de fraternidad entre los pueblos y de la Madre, que nos une. Esto
es increíble, la Madre es Madre de todos, de ingleses y argentinos, y espero
que en esta hora los argentinos podamos elevar nuestra mirada hacia Jesús y María
y que ella nos recuerde que somos hermanos. Esta es la clave para seguir
trabajando en este tiempo que nos toca".
Fuente: https://www.lanacion.com.ar
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