La Fuerza Aérea Sur (FAS) tenía el problema que enviaba a las islas a los aviones cazabombarderos sin saber la posición de los buques ingleses que estaban desplegados como alerta radar, un rápido análisis determinó que la marcación de blancos navales era otra tarea que podían cumplir los C-130, pese a que la lenta y pesada aeronave tenía como su única posibilidad de supervivencia volar debajo del lóbulo del radar británico y ascender para que lo detecten, sin embargo el Escuadrón tenía tripulaciones que iban a estar a la altura de las circunstancias.
La marcación de blancos navales consistía en tratar de ubicar buques enemigos que actuaban de alerta radar y operaban próximos a las islas e informar sus coordenadas a la Fuerza Aérea Sur (FAS), este comando decidía si enviaba escuadrillas a enfrentar a esos buques o si las enviaba por otra ruta para eludirlos y atacar a otros objetivos materiales.
El procedimiento era enviar un C-130H en vuelo bajo a 50 pies hasta una zona próxima a las islas, llegado a una determinada posición se debía acelerar hasta aproximadamente 310 nudos para iniciar un ascenso hasta 10000 pies; a medida que aumentaba la altitud se iba reduciendo la velocidad al llegar a 110 nudos (lo que tardaba entre uno y medio a dos minutos) con la aeronave casi en pérdida de sustentación la única alternativa era iniciar un rápido descenso.
Durante el ascenso se activaba el IFF (identificador amigo/enemigo, en sus siglas en inglés), el que al iluminarse indicaba que había un radar encendido en las proximidades o sea un buque enemigo. A su vez, se encendía el radar de a bordo para ubicar el eco y obtener las coordenadas geográficas del enemigo que se transmitían a la FAS, mientras la aeronave descendía en picada tratando de alejarse.
El vuelo exigía el máximo de la tripulación y la aeronave, ya que se trataba de volar casi al límite de lo estipulado por el Manual de Procedimientos Operativos del C-130, de ahí que en el Escuadrón 1 se identificó a esta tarea como “los vuelos LOCO”.
Alejado del lugar de la operación se ejecutaba nuevamente el procedimiento de detección.
Diferentes tripulaciones realizaron esta misión los días 27, 28, 29 y 30 de mayo hasta el vuelo del 1 de junio, casi todos ubicaron blancos navales y transmitieron las coordenadas geográficas a la FAS.
El 1 de junio a las 0630 horas despegó de Comodoro Rivadavia el TC-63 indicativo TIZA, para ejecutar la misión de marcación de blancos navales, poco después regresó por una falla técnica y volvió a despegar a las 0853 horas y arribó al área ordenada a las 1015 horas.
Los tripulantes eran:
Capitán Rubén H. Martel
Capitán Carlos E. Krause
Vicecomodoro Hugo C. Meisner
Cabo Principal Miguel A. Cardone
Cabo Principal Carlos D. Cantezano
Suboficial Principal Julio J Lastra
Suboficial Ayudante Manuel A. Albelos
El TIZA ejecutó el primer procedimiento sin novedad, pero al iniciar la siguiente maniobra de ascenso a 80 millas náuticas al norte de las islas y con una altitud aproximada de 10000 pies, fue detectado por la fragata HMS Minerva que se hallaba al norte del estrecho San Carlos cumpliendo funciones de alerta radar, quien informó la detección a una PAC de dos Sea Harrier del 81 NAS que patrullaban la zona.
Uno de los cazas desciende en busca del blanco y el otro se queda en espera sobre las nubes, el primero descubre al Hércules y le dispara un misil sin dar en el blanco, mientras el segundo desciende para formarse al que disparó.
El que hizo primer disparo inmediatamente lanza un segundo misil que pega en el plano derecho entre los dos motores, pese al impacto el TIZA sigue volando y cuando entra en viraje escarpado hacia la izquierda y en descenso, el Sea Harrier descarga toda la munición de sus cañones contra el blanco, el comandante de aeronave Capitán Martel alcanza a transmitir “estamos en emergencia”.
La aeronave cae sin control y la punta del plano derecho toca el mar, desintegrándose en las coordenadas 50°00 S 59°39º O eran las 10.50 horas.
La misión que cumplían no era una tarea específica de la Fuerza Aérea y tampoco estaba contemplada en los procedimientos del Escuadrón 1, pero en la guerra todo esfuerzo es poco, CUMPLIERON CON SU DEBER.
Sirva este relato de homenaje para la tripulación TIZA, con el TC-63 partieron hombres a los que apreciaba y con los cuales había compartido muchos momentos de amistad, camaradería, vuelos y trabajos administrativos.
HONOR Y GLORIA
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