25 de noviembre de 2018

ISLAS EN CELESTE Y BLANCO

Aun antes de efectivizarse la rendición del gobernador inglés, los soldados de la fuerza de desembarco comenzaron a colocar banderas argentinas en cuanto lugar fuera posible hacerlo.

Tal hecho se acentuó luego de la capitulación, aún antes de que la bandera nacional fuera izada oficialmente en la residencia del gobernador.


Como comentaría luego el Comandante de la fuerza de desembarco: “A estas alturas, prácticamente en todos los mástiles había banderas argentinas; a medidas que nuestros hombres se acercaban y veían un mástil, alguien se destacaba y colocaba una bandera. Creo que casi todos los que conocían el objetivo de la operación deben haber llevado escondida en su pecho alguna bandera argentina, porque la cantidad que apareció en ese momento fue increíble. Después los oficiales me confesarían que habían dejado agotados los depósitos de banderas en la Subintendencia de Puerto Belgrano. Se habían llevado todas las que pudieron conseguir porque estaban seguros de ejecutar la operación con éxito y de poder embanderar a su gusto la localidad de Puerto Stanley, como todavía se llamaba y que luego se modificó”.

Uno de los que pudo registrar tales momentos, fue el soldado Gilli Fernández, de 20 años, que escondió entre su rústico uniforme de infante de marina, una pequeña cámara de fotos instantáneas, con las que documentó ese día del 2 de abril en Malvinas.

Tales fotografías, y sus impresiones, fueron publicadas como parte de un documento especial en la revista Gente, bajo el título de “Las fotos que sacó un soldado”.

Allí comenta que la primera bandera argentina que observó izarse y fotografió, fue en el aeropuerto, puesta por un infante que se subió a la delgada torre metálica existente en el diminuto edificio de la terminal del “Stanley Airport”. Al verla flamear, comentó: “Fue uno de los momentos más emotivos, y algunos hasta lagrimeamos. Pensé en ese momento en todos los argentinos, en mi familia, en mis amigos, y decidí sacar la foto”.

No fue el único episodio de ese tipo que pudo retratar. Patrullando en un vehículo por la costanera, registró otro de tales izamientos. Pero se quedó un poco corto en el enfoque, y el resultado fue “una foto imperfecta”, como la denominó, pues no alcanzó a tomar la parte superior de la enseña patria, y esta salió cortada. Explicaría sobre ella: “¡Qué lástima que corté a la Bandera Argentina! Si hubiera levantado un poco más la cámara, me salía todo. Pero igual tomé lo que me interesaba: cuando tres compañeros izan la enorme y hermosa bandera, en el mástil principal, sobre Ross Road, frente al mar, y también al mundo. ¡Hacía tanto tiempo que esperábamos este momento!” 

En tanto, casi sobre el mediodía del 2 de abril, se realizó el izamiento oficial. También allí se hicieron presentes los gestos de emoción: “Solemnemente, a las 11:20 hs. La bandera británica fue arriada de su mástil, y en su lugar se izó la bandera celeste y blanca de la República Argentina ante conmovidos soldados que con lágrimas en los ojos entonaron las estrofas del Himno Nacional”, explica en su obra Rubén Moro.

Como comentaría luego uno de los infantes de marina participantes: “Una de las primeras grandes emociones del grupo fue contemplar la bandera argentina que ya había reemplazado a la inglesa y luego escuchar por radio por primera vez, transmitido desde la radio de Stanley, el Himno Nacional Argentino”.

Fuente: Fundación Malvinas, Malvinas Historias Ocultas de la Guerra, Ediciones del Boulevard, 2012

No hay comentarios: