Después de 37 años, sigue sin saberse con firmeza
quiénes y cuántos excombatientes se quitaron la vida luego de la pelea bélica
del 82.
La enfermedad eje que se presenta en el caso de los
suicidios encubiertos, es el estrés postraumático. Quien padezca de tal tuvo
que haber vivido un hecho puntual en el cual haya presenciado la posibilidad de
su muerte o de la muerte de un allegado. Sin embargo, esta enfermedad suele
disfrazarse detrás de otras como la depresión y adicciones. El suicidio encubierto, término aplicado por
el oficial Martín Bourdieu, Director del Centro de Salud de veteranos de
guerra, está ligado con este tipo de enfermedades.
Hace 37 años, el estrés postraumático recién
asomaba su significado a nivel mundial. El oficial y también psiquiatra, relata
que aquellas personas que viven una guerra suelen quedar dependientes al sentimiento
de adrenalina. Ellas sienten una necesidad de vivir situaciones límites para
encontrarle sentido a la vida. El exsoldado de Malvinas reflexiona: “Estás
permanentemente caminando por el filo de una cornisa, con la finalidad de
sentirte vivo”.
Cuando una persona padece un estrés postraumático,
generalmente suele dejar de cuidarse a uno y comienza a “quitarse la vida de a
poco”. Por esta misma razón, las personas que han sido víctimas de un
acontecimiento trágico, como la Guerra de Malvinas, sufren enfermedades en las
que no se encuentran dentro de su rango determinado de prevalencia. Es decir,
atraviesan enfermedades que afectan a un grupo poblacional en particular en el
que ellos no son parte. Esto se debe a la vulnerabilidad y mayor exposición causados
por el estrés.
Las conductas de riesgo
El oficial Bourdieu apunta las reacciones
biológicas provocadas luego de un trauma. Los niveles de estrés están
incrementados debido a que el veterano vive permanentemente bajo una sobre
adaptación a la vida. De esta manera se produce un agotamiento en el organismo.
Una de las características principales de los ex combatientes de la Guerra de
Malvinas es que viven teniendo conductas de riesgo. Ellas logran que el
individuo se vaya matando poco a poco. “Es un suicidio, porque el veterano no
decide cuidarse, sino que está rendido y desganado“, explica.
Las conductas de riesgo pueden ser por ejemplo el
consumo problemático de sustancias, comida chatarra o actividades que estén
ligadas a un alto nivel adrenalínico. El consumo de alcohol o drogas es una
conducta que suele elevar las probabilidades de suicidio. Si a una persona con
ideación suicida se le suma el consumo problemático, se potencian tres veces
las chances de que se quite la vida. Las adicciones suelen predominar en los
veteranos de guerra, relacionándolas con la evasión y la calma para tapar el
dolo vivido.
Esteban Lamadrid, integrante del Comité de Salud
Mental de las Fuerzas Armadas, afirma que luego de Malvinas hubo un gran número
de suicidios encubiertos. Ejemplifica su argumento con el caso de un
excombatiente amigo suyo. A sus 54 años se compró una moto de alta cilindrada y
al regresar de un asado de veteranos, cruzó borracho la ruta 5 a 120 kilómetros
por hora. Consecuentemente, chocó contra un camión de hacienda y perdió la
vida. “Para la justicia y certificado de acción, murió traumáticamente en un
accidente. Para la salud mental eso se llama suicidio encubierto. Porque,
¿quién se compra una moto a sus 54 años sin nunca haber manejado una, se emborracha
y sale a los piques por la ruta? Un adolescente. Nuestro trauma fue en la
adolescencia, por lo tanto, un señor adulto presenta una actitud adolescente
derivada del estrés postraumático”, relató el coronel Lamadrid.
El veterano en este caso no se está matando en el
sentido estricto de la palabra, pero aun así pone su vida en constante riesgo.
Eso es un suicidio encubierto. El oficial Bourdieu conforma un grupo de
WhatsApp de soldados de Malvinas. Relata que recibe constantemente mensajes de
excombatientes que han fallecido antes de lo esperado, alrededor de los 50
años. En 2018, el número de difuntos alcanzó aproximadamente los 70.
La depresión posguerra
La depresión es una de las enfermedades que
atormenta a mucho ex combatientes. El abandono, el olvido y la falta de
reconocimiento social después de la Guerra de Malvinas, fueron sus principales
causas. Martín Bourdieu habla sobre un segundo desastre, luego del primero que
claramente fue la guerra. El segundo desastre hace referencia a la incomprensión
social, la falta de asistencia. Éste potencia al primero y torna al veterano en
una persona altamente vulnerable e indefensa en cuanto a su estado mental. Por
esta razón, a veces se dice que lo peor no fue la guerra en sí, sino la vuelta
y recepción. El descuido social determinó una identidad de los veteranos. Ellos
eran los “loquitos de la guerra”, lo que generó un empeoramiento en sus estados
psicológicos. De esta manera, se agudizaron no solo las enfermedades sino
también los suicidios explícitos y encubiertos.
Según Lamadrid, el suicidio de agarrar un arma y
quitarse la vida lo llevaron a cabo alrededor de 100 a 150 soldados del 82. Sin
embargo, reflexiona que, si el Estado hubiese estado presente y dado las
herramientas necesarias para tratar el trauma, ni uno sólo hubiese tenido tal
trágico final. No obstante, nunca se sabrá el número exacto de suicidios
encubiertos posguerra.
Fuente: https://radiomitre.cienradios.com
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