4 de julio de 2019

SU HIJO COMBATIÓ EN MALVINAS Y DESPUÉS DE 37 AÑOS, SU FAMILIA RECIBIÓ UNA EMOTIVA SORPRESA


Jorge Roldán fue uno de los combatientes de Malvinas. Su familia debió esperar 37 años para volver a tener noticias de él.

Su hijo combatió en Malvinas y después de 37 años, su familia recibió una emotiva sorpresa
Su hijo combatió en Malvinas y después de 37 años, su familia recibió una emotiva sorpresa

El 2 de abril de 1982, desembarcaron los militares en Malvinas para dar comienzo a una guerra contra Gran Bretaña. En la isla hay muchas tumbas que aún se desconocen y tienen una leyenda que dice: “Soldado solo conocido por dios” y otras que tienen el nombre del soldado que murió en combate.

A 37 años de terminada la guerra, Manuela Roldán recibió una emotiva carta de parte de su hijo que murió en la guerra. “Queridos padres: les escribo estas líneas, para decirles que estoy bien y espero que sepan dónde estoy y que no se hagan problemas porque no va pasar nada, rogándole a Dios“, comenzó la carta de Jorge.

El cordobés le escribió a su familia en 1982 desde las Islas Malvinas, donde había sido llevado en calidad de Cabo.

Sin embargo, algo pasó y el 20 de mayo de aquel año, a menos de un mes de ser convocado para librar la guerra contra los ingleses, Jorge murió a causa del hambre y el frío que padecieron cientos de soldados.

Por ese motivo, la carta tampoco llegó a destino, hasta ahora. El papel había quedado entre las pertenencias del Suboficial Miguel Ángel Gaete, que falleció sin encontrar el domicilio de los Ludueña.

Este año, los hijos de Gaete la encontraron entre las pertenencias de su padre durante una mudanza y decidieron buscar a los familiares de Jorge, con el objetivo de entregarles esta carta escrita 37 años atrás.

Tras una intensa búsqueda, lograron ponerse en contacto con uno de sus primos, que les anunció que la madre del soldado aún vivía.

“Estoy muy decaída, porque esto no me lo esperaba“, dijo Manuela Roldán a La Nación. “Mi sobrino contactó a mi nieta y le preguntó si yo iba sentirme fuerte para recibirla. Yo no la pude leer, por la emoción, la leyó mi nieta, que era su ahijada“, añadió.

“Nos dijo que tenía mucho frío y nos pidió que le mandemos chocolate y ropa, yo no sé si recibió lo que le mandamos. La carta la voy a encuadrar, no tuve el coraje de leerla bien”, comentó conmovida. Actualmente, vive en la localidad cordobesa de San Francisco.

Los restos de Jorge descansan en el cementerio de Darwin, en la Isla Soledad, a casi 2300 kilómetros de distancia de su familia.

Fuente: https://radiomitre.cienradios.com

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