Cuatro excombatientes contaron los detalles de la
firma del documento que estableció la rendición de las fuerzas nacionales
Por Nicolás Tosi
Hace 37 años, el gobernador militar de las islas
Malvinas, el General Mario Benjamín Menéndez, firmaba el acta de capitulación
que puso fin al conflicto bélico que dejó un saldo de 635 muertos argentinos y
255 británicos. La Fuerza Aérea Argentina compartió con LA NACION, en forma
exclusiva, el documento en el que un grupo de cuatro excombatientes cuentan los
detalles de las negociaciones previas a la firma de la rendición de las fuerzas
argentinas.
A las 09:00 de la mañana del 14 de junio de 1982,
los británicos controlaban los límites de Puerto Argentino, donde se
encontraban replegadas las fuerzas nacionales, casi sin municiones.
El informe revela que Menéndez recibió la oferta de
rendición mientras el General Leopoldo Fortunato Galtieri, el presidente de facto,
ajeno a los problemas de las fuerzas nacionales, instaba al General argentino a
"sacar a los soldados de los pozos" y contraatacar.
"Creo que usted no me entiende, mi General",
replicó Menéndez. Y continuó: "Ya no tenemos los apoyos propios, aéreo ni
naval, y ante eso debemos asumir una gran responsabilidad: no tengo más
espacio. Todo el esfuerzo que se podía hacer se hizo".
Los grupos de artillería habían sido neutralizados,
el aprovisionamiento de munición estaba cortado y la infantería estaba en pleno
repliegue sin capacidad de responder ni comunicaciones.
Menéndez pasa revista de las tropas, en Malvinas
Menéndez pasa revista de las tropas, en Malvinas Fuente: LA NACION
Pero Galtieri insistió en que no podía aceptar la rendición.
Menéndez manifestó que era "lo único que quedaba antes de la derrota,
porque si no puedo esperar nada de usted, no sé qué va a ser de la guarnición
Malvinas en la noche de hoy" y expresó que estaba preparado para
"asumir las responsabilidades que me corresponden".
Galtieri le dijo: "Actúe según su
criterio". A lo que Menéndez contestó: "Mi General, si no tiene nada
más para decir, corto y fuera".
El General argentino tomó la decisión de capitular
y ordenó al Capitán de Navío argentino Barry Melbourne Hussey que se comunicara
con los británicos, quienes prometieron enviar una delegación en helicóptero
previo un alto el fuego, para evitar mayor derramamiento de sangre.
Se realizaron dos reuniones. En la primera se
establecieron las condiciones de la rendición y en la segunda se firmó el acta
de capitulación. Menéndez pidió mantener las banderas, aunque estas debían
retirarse enfundadas de la isla. Además, se requirió que no hubiera desfile de
rendición, mantener el mando de las tropas hasta el embarque y que los
oficiales conservaran sus armas de puño hasta el embarque, entre otras.
Las condiciones fueron aceptadas y el único rechazo
fue que los ingleses rechazaban en el documento la denominación
"Falklands-Malvinas".
Demandas británicas
Los británicos plantearon tres demandas: evacuar la
ciudad en el menor tiempo posible, entregar el armamento y un reaseguro de que
la Fuerza Aérea no atacaría más.
La segunda reunión se celebró con la presencia del General
Jeremy Moore, que manifestó su reconocimiento profesional hacia los aviadores
argentinos, que le habían hecho pasar horas muy difíciles.
Luego exhibió dos textos mecanografiados, uno en
inglés y el otro en castellano, en los cuales se instrumentaba la capitulación
de las fuerzas argentinas mediante una rendición incondicional. Manifestó que
el único que tenía valor legal era el texto en inglés. Menéndez dijo que no
estaba dispuesto a firmar una rendición incondicional y luego de una discusión
Moore aceptó sacar del texto la palabra incondicional para "preservar
vidas humanas". Los argentinos se ofrecieron a mecanografiar el nuevo
texto, pero el General británico dijo que no era necesario porque los
reglamentos de guerra en el frente de batalla contemplan correcciones a los
textos que pueden salvarse sin necesidad de confeccionar uno nuevo. Luego,
Moore planteó la necesidad de que cesaran los ataques de la aviación argentina
porque era indispensable para poder regresar al continente. Se lo puso en
conocimiento de que para terminar con los ataques aéreos era necesario
contactar al comandante de la Fuerza Aérea Sur, el Brigadier Ernesto Crespo,
que tenía su asiento en Comodoro Rivadavia.
A Crespo se le informó por radio de la situación.
Pero ajeno a la capitulación aseguró que "mientras tuviera un avión y un
piloto, iba a continuar bombardeando a los británicos, sin
contemplaciones". Aunque finalmente, cuando le ampliaron la información,
se comprometió a no atacar los buques británicos. Se firmaron varios ejemplares
del acta de capitulación. Uno de ellos se encuentra en el Museo Nacional de
Aeronáutica de Morón.
El acta de capitulación
Se encuentra en el Museo Nacional de Aeronáutica de
Morón
El documento firmado por los Generales Menéndez y
Moore establecía una rendición incondicional. El término
"incondicional" fue tachado y salvado con ambas firmas. Los ingleses
tampoco aceptaron la denominación "Falklands-Malvinas".
Fuente: https://www.lanacion.com.ar
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