A una semana del desembarco británico, mientras en
Nueva York el Secretario de las Naciones Unidas intentaba llegar a una solución
diplomática entre la Argentina y el Reino Unido, el General Menéndez y el Vicealmirante
Lombardo intentaron explicar sin éxito a la Junta Militar los problemas y las
carencias de todo tipo del componente militar en Malvinas. Los documentos
secretos
Por Juan Bautista Yofre
Leopoldo Fortunato Galtieri con los altos mandos
militares
El jueves 13 de mayo de 1982, a las 9.15 de la
mañana se reunió el Comité Militar en la sede del Estado Mayor Conjunto, Paseo
Colón 255, con la presencia del canciller Nicanor Costa Méndez. Las constancias
documentales de ese día reflejan el interés argentino por las "acertadas y
favorables" gestiones, a favor de la Argentina, que realizaban en
Washington, en ocasión de una visita oficial, el presidente y el canciller de
Brasil, João Baptista de Oliveira Figueiredo y Ramiro Elísio Saraiva Guerreiro.
Así pudieron conocer, a través del relato del
canciller y del embajador argentino Esteban Takacs, que Saraiva había hablado
con Alexander Haig. En este encuentro el Secretario de Estado expresó su deseo
de recomponer el cuadro de relaciones con la Argentina y que creía que Gran
Bretaña demoraría un ataque a las islas, un desembarco, y que no atacaría el
continente.
El ataque se consumaría el 21 de mayo.
Además, la Junta Militar va a asentar en su Informe
íntimo que se habló sobre "un buque soviético que había encontrado tres
cadáveres del ARA General Belgrano y pidió puerto para entregarlos".
A continuación, Leopoldo Fortunato Galtieri relató
"la imprevista visita del General Vernon Walters a Buenos Aires". El
Presidente manifestó que este "habría insistido en que los británicos
pedían el retiro de las tropas argentinas", frente a lo que él expresó que
"era muy difícil aproximar las posiciones al respecto en asuntos tales
como los Comités de las Islas y los problemas financieros de la FIC, así como
lo concerniente a las comunicaciones con las islas".
La visita de Walters no fue "imprevista",
ya que fue arreglada en Washington con el Agregado de Ejército, Miguel Mallea
Gil. Queda claro, entonces, que esta acta no refiere al verdadero interés del
embajador viajero de los Estados Unidos: pulsar el pensamiento profundo de los
jefes militares sobre hacia dónde iría la Argentina en caso de enfrentamientos
mayores con la Task Force. De allí que habló separadamente con cada uno de los
miembros de la Junta Militar, menos el canciller Costa Méndez. En otras
palabras, conocer si la Junta Militar era capaz de llegar a un acuerdo con
Moscú o Cuba para mantenerse en el poder. Cuba representaba una obsesión para
el embajador viajero.
La Junta Militar: General Leopoldo Galtieri, Brigadier
Basilio Lami Dozo y Almirante Jorge Isaac Anaya
Según se observan todos los documentos que
circulaban ese 13 de mayo en las Naciones Unidas, lo cierto es que las
delegaciones de la Argentina y el Reino Unido se movían con prolijos pas de
deux que no conducían a ninguna parte y, para peor, el Secretario General, que
adivinaba que entraba en un punto crítico, urgía y presionaba a los
diplomáticos: llamó a las dos partes "pidiendo posiciones para el sábado
15 de mayo. En ese día entregaría su propuesta y daría 48 horas para
contestarla, retirándose de la gestión si fracasara".
Los diplomáticos argentinos, a su vez, sentían en
sus nucas el aliento de los militares. Así puede conjeturarse porque los
miembros del COMIL (Comité Militar) dejaron asentado en esas horas que "la
aproximación de medios ingleses al archipiélago de las Malvinas estaba haciendo
más estricto el bloqueo y dificultando el apoyo logístico a las islas, por lo
que se hacía aconsejable ir presionando para obtener una definición en las
negociaciones".
Una observación que no revelaba el estado crítico
en que parecían mantenerse los efectivos de la Guarnición Malvinas, tras, para
muchos, cuarenta días de estado de alerta en sus posiciones.
La luz amarilla sobre el poderío británico
La cuestión militar en el archipiélago, tratada en
esa reunión del Comité Militar del jueves 13 de mayo, fue más profunda y
extensamente analizada, aunque no se encuentre asentada en la Memoria de la
Junta Militar. Solo así se puede entender el documento que el gGeneral Mario Benjamín
Menéndez le elevó al Vicealmirante Juan José Lombardo al día siguiente.
Obsérvese que la información que recibió el comandante militar de Malvinas le
llegó por vía indirecta, a través de la Fuerza Aérea, no por los canales que
correspondían. Lo que habla del destrato para el comandante y su equipo.
El documento secreto de la Armada sobre la reunión
del Comité Militar
El trabajo fue enviado a las 11:50 del viernes 14 y
son principales observaciones:
"Habiendo sido informado vía CAS (Comando
Aéreo Sur) que el 13 de mayo de 1982 se reunió el COMIL, con presencia del CAE
(Comando Aéreo Estratégico, Brigadier Hellmuth Weber) y COATLANSUR (Comandante
Operaciones Atlántico Sur, Vicealmirante Lombardo) y que en dicha reunión se
procedió a realizar un análisis general de la situación del CMM (Comando
Militar Malvinas), concluyendo-ratificando el análisis anteriores y el empleo
realizado de medios hasta el momento, el poder militar queda reservado para
oportunidad en que el enemigo se encuentre aferrado por desembarco. El apoyo
naval y aéreo de combate se retiene para el empleo efectivo en dicha
oportunidad. Los Comandos en el continente harán desgaste de enemigo en caso
que estimen muy rentable el objetivo. Es posible que se disponga el empleo de
la REM (Reserva Estratégica Militar) de acuerdo a plan previsto".
"Con respecto a la logística, la efectividad del
bloqueo impide el aprovisionamiento aceptable al CMM. Se realizará
aprovisionamiento de munición en oportunidades favorables. Si esto es exacto
considero necesario realizar algunos comentarios desde punto de vista de este
Comando:
-Limitar nuestras acciones esperando golpear en el
momento del desembarco es entregar la iniciativa al enemigo, con desfavorables
consecuencias sobre el estado anímico de la propia tropa para el momento
decisivo. También este Comando aprecia que el enemigo puede desembarcar
aprovechando las capacidades para operar en condiciones meteorológicas
desfavorables. Que en cambio restringirían nuestra capacidad operar sobre todo
con medios aéreos. Lo que ya se comprobó entre el 07 y 10 de mayo.
-Entiendo conveniente aclarar en qué consistiría
apoyo aéreo y naval de combate disponible en oportunidad desembarco. Quién
conduciría, etc.
-Para aumentar en diez días más de lo ya requerido la
ración "B", con menú limitado se necesitarían aproximadamente 75
toneladas de efectos clase uno, cuya lista enviaremos en otra parte".
El viernes 14 de mayo la tapa de la edición 36685
de La Nación estaba enteramente dedicada a los acontecimientos en el Atlántico
Sur. Había tres títulos principales que informaban que "El Papa pidió a
Galtieri por la paz", "Críticas de Reagan a la Argentina" por su
"intransigencia" y "Admitióse en Londres que fue hundido un
navío", en referencia al ataque de los A-4B de la Fuerza Aérea Argentina
sobre los destructores Clase 42 HMS Glasgow y HMS Brilliant.
Los documentos militares de Lombardo y Menéndez
El mismo viernes 14, fuera del foco de atención del
periodismo, se realizó una reunión secreta en Puerto Belgrano, en un saloncito
pegado al despacho del Vicealmirante Juan José Lombardo, Comandante del Teatro
de Operaciones del Atlántico Sur (COATLANSUR) que tuvo como protagonistas a los
Contralmirantes Gualter Allara, comandante de la Flota de Mar; Carlos García
Boll, comandante de la Aviación Naval y Carlos Busser, comandante de la
Infantería de Marina.
Todos los presentes habían tenido una participación
directa en la Operación Rosario y estaban al tanto, al día de la fecha, en
detalle, sobre cuál era la situación de las fuerzas argentinas en las islas
Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur.
Durante el conclave los tres Contralmirantes
expusieron sus puntos de vista e hicieron previsiones poco optimistas sobre el
futuro, cuando los efectivos de la Task Force desembarcaran en las islas.
Lombardo, que también retenía el cargo de comandante de Operaciones Navales,
tercero en la jerarquía de la Armada, se limitó a escuchar. Luego de un largo
rato los tres subordinados se retiraron con la impresión de que sus opiniones
no habían logrado ser tomadas en cuenta.
El lunes 17 de mayo, los Contralmirantes Allara,
Busser y García Boll volvieron a ser convocados por Lombardo y, en esa
oportunidad, les leyó un documento de cinco carillas.
Cuando finalizó, el Almirante Lombardo pregunto en
voz alta: "¿Hay objeciones?". Ninguno de los presentes dijo nada.
Quizá alguno podía haber esbozado alguna cuestión, ajustado otra visión,
aportado otros puntos, pero escaseaba el tiempo, militar y diplomático, para
ocuparse de los mismos.
Los tres salieron juntos del austero despacho naval
y una vez afuera se escuchó decir al Contralmirante Allara: "Con esto
Lombardo se salva para la historia".
Quizá una frase que tomada a la ligera daba pie a
una conducta individualista, pero viniendo del Comandante del Teatro del Teatro
de Operaciones Atlántico Sur era un llamado de atención muy serio que no fue
tomado en cuenta por sus superiores.
El documento de cinco fojas firmado por Lombardo
está fechado el sábado 15, al día siguiente de la reunión con sus tres
subordinados. Es decir, había tomado en cuenta sus reflexiones. Está dirigido
al Comité Militar, los integrantes de la Junta Militar más el jefe del Estado
Mayor Conjunto, con carácter de "Secreto" -"S"/82 Letra
COOP, IM4- y lleva como título "Elevar Apreciación". Éste documento
inédito, curiosamente, no está contenido en la extensa Memoria de la Junta
Militar y ya se verán los por qué.
El documento confidencial de Vicealmirante Lombardo
para la Junta Militar
El primer punto, titulado "Apreciación de los
hechos acaecidos" describe los pasos iniciales de la "ocupación de
las Islas, que fue realizada de acuerdo a los planes establecidos, con muy
pocas bajas y pudiendo alcanzarse todos los objetivos. Ello creó una sensación
de seguridad en las propias capacidades tanto a las fuerzas propias como al
público en general".
Tras sobrevolar la reacción británica en trece
líneas, el punto 1.3., señala que "la primera acción inglesa importante
del día 1° de mayo pareció ser un intento de invasión que fuera exitosamente
rechazado por las fuerzas propias. Se apreciaron serias bajas en la acción
enemiga tanto por el fuego de AA (Artillería Antiaérea), como por la acción de
los propios medios aéreos. La apreciación actual de este Comandante de Teatro
es que tal intento de invasión no existió. Sino que fue una demostración,
realizada con propósito intimidatorio, de sondeo de nuestras capacidades y de
práctica general para la fuerza enemiga.
"Esta apreciación se basa en que: el enemigo
ha demostrado en todas sus acciones anteriores y posteriores actuar con suma
prudencia, con una gran masa de efectivos y con un buen nivel profesional. Si
hubiese sido un intento real de invasión, ninguna de estas características
estaría cumplidas. No aparecieron, pese a las búsquedas y rastreos, ningún
resto de embarcaciones, botes, helicópteros, personal, vivo o muerto, ni
ninguna otra evidencia del citado desembarco. No aparecieron restos materiales
ni humanos de ningún helicóptero ni ningún avión derribado.
"En resumen, esta supuesta invasión rechazada
y las supuestas importantes pérdidas infringidas al enemigo, reafirmaron
nuestro optimismo y los medios masivos de difusión enfervorizaron al público
que vio un fácil triunfo argentino y una gran capacidad de nuestras
fuerzas".
El hundimiento del Sheffield, el 4 de mayo 1982
En el punto 1.4 se dice: "El enemigo replegó
sus fuerzas, continuó recibiendo refuerzos y completando sus medios y
posiblemente estudiando y evaluando los modos de acción. Es lógico que esta
fuerza que había zarpado con urgencia, necesitara un período de análisis y
evaluación en el área de operaciones, organizar las fuerzas que se le iban
incorporando y además recibir las directivas políticas para la acción. Así
pasaron los días 2 al 4 de mayo sin acciones. Se produce casi simultáneamente
el hundimiento del Crucero Belgrano y el ataque al Aviso Sobral. Ambos hechos
muestran al mismo tiempo una capacidad para la acción y una moderación en los
efectos buscados. Se hundió al Belgrano, pero no a los dos Destructores que lo
acompañaban. Se atacó al Sobral, pero no se intentó perseguirlo y hundirlo como
se lo podría haber hecho. El muy exitoso ataque al destructor Sheffield
permitió a las fuerzas propias y al público aceptar los hechos anteriores.
Estos se convirtieron así no en un signo de debilidad sino en un estímulo al
espíritu de lucha. El enemigo nos atacó e hirió, pero supimos y pudimos vengar
nuestros muertos".
El punto 1.5 posa la mirada naval en la fuerza de
submarinos: "La evidencia del peligro de los submarinos nucleares sumado a
la extensión de la zona de exclusión y de la voluntad enemiga de aplicar su
capacidad de acción, hizo replegar nuestras fuerzas de superficie. En las
sucesivas etapas de este repliegue se han tenido evidencias ciertas de la
presencia próxima de submarinos enemigos listos a actuar de salirse a aguar
profundas".
Los Súper Etendard en la guerra de Malvinas:
Lombardo señaló que no tenían capacidad logística para realizar nuevas acciones
A continuación, el párrafo 1.6 observa que
"nuestros submarinos han tenido evidencias del mal desempeño de los
torpedos propios. Las oportunidades en que se concretaron ataques se vieron así
frustradas, lo que anula esta arma por el momento".
La severidad anterior también atañe a la aviación
naval en el punto 1.7: "Existen evidencias y otros síntomas del mal
desempeño de las bombas utilizadas en los ataques aéreos de nuestros aviones.
La capacidad de producir daños mediante ataque aéreo a fuerzas navales se evidencia
como muy baja pese al elevado costo. Los aviones Súper Etendard no tienen
capacidad logística para acciones sucesivas".
Después de tratar sobre las dificultades del
aprovisionamiento a los medios argentinos en las islas, el párrafo 1.12 es otro
llamado de atención al Comité Militar, con sede en Buenos Aires: "Los
daños que hasta el presente se han infligido al enemigo son de difícil
apreciación. No obstante, la carencia de evidencias ciertas de bajas, excepto
de un avión Harrier y del hundimiento del Sheffield, hacen pensar que las
apreciaciones iniciales fueron optimistas. No obstante, ello son las que han
quedado en el ánimo popular y de gran parte de la propia Fuerza"-
El punto 3.2 es otro llamado de atención para las
más altas autoridades militares: "Se debe llevar una acción psicológica
que destaque la seriedad del compromiso asumido, la magnitud de las fuerzas en
oposición, las pérdidas materiales y humanas previsibles y que inexorablemente
el conflicto deberá resolverse mediante una solución negociada. Esta acción se
debiera iniciar a la mayor brevedad a fin de lograr que se atempere el actual
sentido triunfalista de algunas manifestaciones que harán más difícil la
aceptación por las propias fuerzas y por el público en general, de los sacrificios
de la acción militar y/o la aceptación de los términos de la negociación
cualquiera ellos sean".
Galtieri con Alexander Haig que intentó la misión
imposible de mediar entre la Argentina y el Reino Unido: de un lado, la Junta
militar; del otro, Margaret Thatcher
El documento fue escrito el sábado 15 de mayo
cuando Lombardo tenía sobre su mesa los matutinos que informaban sobre el
"lento avance" en las negociaciones que conducía el Secretario
General de las Naciones Unidas y se daban a conocer las primeras estimaciones
sobre los muertos, desaparecidos y heridos del Crucero Belgrano.
Los diarios del día transcribían unas declaraciones
de Galtieri en las que sostenía que el pueblo está dispuesto a perder
"cuatro o cuarenta mil argentinos más" y si es necesario mantener
militarmente esta situación otros "seis meses o seis años" y reiteró
que no va a "levantar la bandera blanca".
La alerta de Menéndez desde las islas
Para ser justos hay otro documento que también es
un llamado a la reflexión, y fue redactado el domingo 16 de mayo de 1982, al
mismo tiempo que el del Vicealmirante Lombardo y posterior o complementario con
el que había enviado a Lombardo dos días antes.
Lo escribió el General de Brigada Mario Benjamín
Menéndez, como gobernador y comandante militar de las islas Malvinas, dirigido
al Comandante en Jefe del Ejército, Galtieri, con vista al jefe del Estado
Mayor, General de División Antonio Vaquero. Son tres páginas contenidas en el
Mensaje N° 093 y que dan cuenta del "desgaste gradual del personal por las
difíciles condiciones impuestas por el terreno y el clima, las que se van
haciendo progresivamente más duras".
“La situación en las islas Malvinas”, el documento
secreto que escribió Menéndez como gobernador y comandante militar de las islas
En términos parecidos al del Comandante del Teatro
Atlántico Sur (COATLANSUR), aunque con una visión más estrecha, como
consecuencia de su permanencia en las islas, Menéndez sostiene, al tratar el
capítulo "Campo de Personal", que existe una "sensación de
impotencia cuando no se ve respuesta propia a los ataques del enemigo, de los
que toma conocimiento por radio o por verlos/escuchar los ataques aéreos, aun
cuando esos ataques no posean mayor eficacia".
La conclusión: "Todo ello erosiona la moral de
la tropa, a pesar de la intensa acción de mando".
En cuanto al "campo de operaciones", se
sostiene que "si bien por información del COATLANSUR sabemos que hay
limitaciones en los medios, que desconozco, pienso que poco a poco estamos
cediendo casi totalmente la iniciativa al enemigo, producto de la reticencia en
el actuar desde el continente, a pesar que cada ataque aéreo propio efectuado
oportunamente arrojó resultados positivos".
Pone de manifiesto que las fuerzas británicas
operan "con todo tipo de aeronaves, de día, de noche y con mal
tiempo".
Como resultado de este mensaje 093, Galtieri lo
llamó al gobernador militar en Malvinas por teléfono "inversor de
voz" diciéndole que lo había impresionado el texto y que tomaba nota de
sus dichos.
La cuestión fue analizada en el Estado Mayor del
Ejército y el Comité Militar y dio origen a la formación del Centro de
Operaciones Conjuntas (CEOPECON).
Fuente: https://www.infobae.com
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