Por Brigadier
(R) VGM Roberto Janett
Un día como hoy - 21 de mayo
Así llegamos a este día, que cumplimos con la
rutinaria caminata al boliche. Al llegar se comenzó a vivir un ritmo febril ya
que los ingleses estaban desembarcando y nos llega la primera OF. Primera Ella.
ROHDE–BEAN y YO, detrás seguían el TALO–VOLPONI–NAPO ¡Al fin había llegado el
momento…!
Preparamos la navegación, coordinamos con los Lear
Jet y a las máquinas. El nerviosismo estaba presente en todos. Mientras unos
subían a las cabinas, el resto hacía la inspección exterior, nos colocan los
chaff en los frenos de vuelo. Y a partir de allí, el silencio. Nos reunimos
posterior al despegue con el Lear en altura a 28000 pies, solos con nuestros
pensamientos y éstos, por cierto, no eran momentos de tensión, sólo de calma y
atención.
Divisamos las primeras piedras y llegamos a nuestro
punto de descenso el cual estábamos sobrepasando, por lo que ROHDE saca frenos
de vuelo obligándonos a hacer lo mismo con lo cual debimos haberles blanqueado
todas las pantallas a los ingleses, dándoles un buen aviso de nuestra
presencia.
Rasantes sobre la Gran Malvina, comenzamos a
sobrevolar entradas, islas e islotes y ROHDE quería ir sobre la izquierda que
era el lugar donde yo le formaba abierto. A la izquierda iba el “Petato”, le
indiqué. Le dije que fuéramos a la derecha que cuando se terminara la isla,
íbamos a encontrar el canal. Próximos al final de la misma diviso un Land Rover
con gente como si fuera una pista y al frente las últimas estribaciones de la
isla.
Pasando un cerrito y virando a la derecha
aparecimos en el canal, con la flota dentro de la misma bahía que hacía parecer
el apostadero de San Isidro con los veleros, aunque aquéllos no estaban de
paseo. El sol brillaba en ese momento y parecía un espectáculo irreal.
ROHDE y BEAN van por la derecha a una fragata tipo
42 mientras que al quedar yo a la izquierda, me lanzo a una tipo 21 que
franqueaba la entrada al canal. A gran distancia comencé a tirar con los
cañones y de pronto veo como un fueguito que venía hacia mí, en línea recta.
Pego un palancazo por izquierda y el fuego desaparece por mi derecha y mientas
el buque intentaba maniobrar, le lanzo mi bomba inglesa, mientras continúo
apretando la cola del disparador de los cañones.
Teníamos precomputado salir por la derecha, pero en
estas circunstancias quedaba toda la flota, así que lo hago por izquierda
parapetándome en un cerrito y verificando que no había alguna otra fragata en
las inmediaciones. Y a pleno, realicé el escape. Después en un VHS inglés se ve
un Dagger que hace esto y que bien podría ser mi avión.
En la frecuencia de radio en esos momentos
saturada, sólo alcanzo a escuchar y entender “… el dos se eyectó…”, sin reparar
de que dos se hablaba. Era el NAPO que siguiéndonos vio como era alcanzado BEAN
en un plano y se eyectaba. A la velocidad que íbamos, a más de 500 nudos, debe
haber caído malherido y en el canal. Nunca más supimos de él. A la salida
rasante sobre la isla, tuve un contacto con DIMEGLIO que venía a seguir el
ataque “… ahí están… suerte!...”
Vuelta silenciosa individual hasta divisarnos y
reunirnos con ROHDE y percatarnos que ese “dos” había sido BEAN. Y desde ahí,
me resuenan las palabras “… Ya no doy más, quiero salir, aunque no vuelva…”
En contacto con el bendito radar que nos traía de
vuelta a casa, a cuyo guiado nos entregábamos y sacándonos una preocupación de
encima que era el control de navegación, el “Carlitos” no quería utilizar los
aerofrenos para iniciar el descenso y economizar los chaff, que habíamos
desparramados, sin darnos tiempo a avisarle, por el cielo malvinense.
Aterrizaje, interrogación de tripulaciones y a esperar
alguna noticia del “Petato”. Nunca supimos nada, sólo nos quedaba la esperanza
de que al haberse observado el paracaídas abierto hubiese sido tomado
prisionero. Pero al devolverlos, no estaba entre ellos. Así perdí al número
cuatro de mi Escuadrilla de Paz:
1. Capitán JANETT.
2. Teniente BERNHARDT.
3. 1er. Teniente LUNA.
4. Teniente BEAN (†).
Fuente: https://www.facebook.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario