Todos estos países ayudaron a Inglaterra por
distintos medios entre otros el que muestra la foto. Observamos una imagen
satelital de la pista de Puerto Argentino tomada por satélites americanos. Los
ingleses contaban con este tipo de informaciones antes de realizar cualquier
ataque. A pesar de ello, el aeródromo de Puerto Argentino, operó
ininterrumpidamente durante todo el conflicto hasta 2 horas antes de que se
firmara la capitulación, incluso a pesar de ser la posición más atacada durante
toda la guerra.
En la Conferencia Internacional “La Otan, la Cuarta
Flota de EEUU y las Islas Malvinas”, la compañera Rina Bertaccini, presidenta
del Mopassol y vicepresidenta del Consejo Mundial por la Paz, presentó una
ponencia sobre “La Otan, la 4ª Flota y las Malvinas”.
Dijo: “En 1982, los argentinos sufrimos en carne
propia la política de la OTAN. Esa experiencia traumática, la Guerra de
Malvinas (…), permitió poner de relieve la alianza entre el gobierno de los EEUU
y la Corona Británica. Pero, también, vislumbrar la comunidad de intereses
entre países y pueblos de Latinoamérica y el Caribe, que se tradujo en
significativas expresiones de solidaridad”.
El 23 de marzo de 1982, diez días antes del
desembarco argentino, un cable de UPI fechado en Londres informa sobre la idea
de que los EEUU construya en las Malvinas una base aeronaval siguiendo el
modelo de la Isla Ascensión. Terminada la guerra Inglaterra retoma el control
total del archipiélago y el proyecto se concreta con la ampliación de la pista
e instalaciones del aeropuerto de Mount Pleasant en las cuales, según
trascendidos periodísticos, hasta 1987 se invirtieron 661 millones de dólares.
Un dato revelador, consignado en el diario El Malvinense, del 23-1-2009, es que
el siete por ciento del presupuesto de la OTAN está destinado a Malvinas.
Es el llamado Free Oceans Plan, Plan para el Océano
Libre, donde explica la importancia estratégica del Atlántico Sur y señala: “Aun
cuando los EEUU pueda contar con un apoyo efectivo y duradero de la Unión
Sudafricana y de la República de Chile, y eventualmente de la Argentina, que
facilite la ejecución de sus planes para el extremo sur de los tres océanos, es
indispensable contar con el apoyo de Gran Bretaña (…) que debe ser nuestra
principal aliada en esa área, no sólo porque es nuestra amiga más confiable en
el orden internacional, sino porque todavía ocupa diversas islas en el
Atlántico Sur que, en caso de necesidad, podrían convertirse en bases
aeronavales, de acuerdo con el modelo de Diego García, o en punto de apoyo
logístico como la isla Ascensión”.
Durante la crisis de Malvinas, Washington se atuvo
estrictamente a estos criterios. Al fin de la guerra, logra, entre sus
objetivos militares, la construcción de la Fortaleza Malvinas.
Fuente: http://www.laangosturadigital.com.ar
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